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Gualeguaychu » El Dia
Fecha: 11/12/2025 00:22
Lidia Esther L. fue arrestada la semana pasada en Choele Choele, provincia de Rio Negro. La joven de 20 años había regresado a la casa de su familia con un pedido de captura de la Justicia porteña sobre su cabeza. El Juzgado N°49, a cargo de la magistrada Angeles Maiorano, la buscaba por un caso de robo, denunciado a mediados de este año. Así, Lidia, la presunta ladrona que volvió a esconderse con papá y mamá, fue seguida por la Policía de su provincia. Las típicas fotos de comisaría tomadas tras su captura fueron difundidas de manera oficial, con una breve historia que no incluía su cara, o su nombre; las autoridades rionegrinas apenas dijeron que una mujer había sido arrestada en Choele Choel, con un pedido de captura firmado a casi mil kilómetros de distancia. La misteriosa mujer detenida se volvió viral en cuestión de días. Un reel de Instagram que repitió su historia acumuló 4,8 millones de vistas. Lidia L. tras su arresto Ayer jueves, la DUOF General Roca de la Policía Federal se disponía a trasladar por tierra a Lidia L. a la Comisaría Vecinal 12A de la Policía de la Ciudad, tras una orden de la jueza Maiorano, que espera indagarla en las próximas horas. ¿Por qué la buscaban, en primer lugar? El contenido de la denuncia en su contra se mantenía en reserva. Fuentes en Tribunales evitaron responder las consultas de este cronista. En las últimas horas, Infobae accedió a la historia completa. Para la Policía de la Ciudad, para la Justicia, Lidia L. es una posible viuda negra, y una al menos audaz. La foto difundida tras el arresto de Lobo La denuncia contra Lidia L. El caso comenzó con una denuncia formulada en una comisaría de la Policía porteña el 2 de abril último. Allí, un hombre señaló a la mujer rionegrina con nombre y apellido. En su testimonio, según el sumario de aquella mañana, el hombre aseguró que había conocido a Lidia hace, al menos, un año. Así, comenzaron una relación esporádica. Se veían para tener sexo. El hombre llamaba; Lidia venía. La mujer se quedaba en su departamento por varios días, y luego se iba. El denunciante la llamó para otro encuentro aquel mes. Lidia llegó al atardecer. Al mediodía siguiente, seguía allí. Cerca de las 13 horas, Lidia dijo que se le antojaba un fernet con Coca Cola. La mujer rionegrina lo preparó y le dio un vaso a su anfitrión. La escena, poco a poco, se fundió a negro. El hombre despertó siete horas más tarde, con un dolor de cabeza feroz. Lidia ya no estaba allí. No era lo único que faltaba tampoco. Lidia L. posa en su perfil de TikTok, hoy en desuso El hombre tomó nota de lo que faltaba. Descubrió que no estaban allí: . Un millón de pesos en efectivo. . Su iPhone 11. . Una licuadora. . Una juguera. . Una filmadora Sony. . El CPU de su computadora de escritorio. . Dos valjijas, como para llevarse todo. El hombre logró contactar de vuelta a Lidia, que, aparentemente, no había bloqueado su contacto. Le exigió que le devuelva lo supuestamente robado. De acuerdo a la denuncia, la mujer rionegrina puso sus condiciones. Le respondió: “Pagame un millón y medio de pesos y te lo doy”. La víctima, lejos de ceder, denunció. Marzo de 2025: el ataque de "Agustina" en Palermo
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