11/12/2025 00:31
11/12/2025 00:31
11/12/2025 00:31
11/12/2025 00:31
11/12/2025 00:30
11/12/2025 00:30
11/12/2025 00:30
11/12/2025 00:30
11/12/2025 00:30
11/12/2025 00:30
» El siglo web
Fecha: 10/12/2025 23:30
La demanda del The New York Times a Perplexity y el acuerdo de OpenAI con la agencia AP son caras de la misma moneda. La IA acecha a medios y periodistas. «La semana pasada, The New York Times presentó una demanda contra Perplexity, con la causa de que la startup de IA está copiando y distribuyendo miles de sus artículos sin permiso y sin darle el crédito. Meses atrás, el mismo diario había iniciado una demanda contra ChatGPT por razones similares»: oportuna mención en ‘your AI snacks every week’, el newsletter de Dominique Mainhard en Substack. «Otra novedad de esta semana es que OpenAI tiene que entregar 20 millones de conversaciones de ChatGPT como evidencia para el juicio. La empresa se resistió porque entregar esos registros “revelaría información confidencial del usuario”. El juez rechazó las objeciones, exigiendo que entreguen las pruebas, aunque aseguraron que los chats serán anonimizados.» Vayamos por parte para profundizar estas novedades fundamentales para el futuro de la relación entre la Inteligencia Artificial y los medios de comunicación, que lucen desgastados cuando necesitan empoderarse -al fin de cuentas, la IA sólo reinterpreta los contenidos que proporcionan los medios y otras fuentes humanas-. El entrenamiento de la IA requiere grandes cantidades de datos textuales. Muchos juristas afirman que es imprecisa la legislación vigente acerca del uso de estos datos para entrenar un chatbot. Perplexity Según estudios recientes, más del 60% de los datos utilizados para entrenar modelos como GPT y similares provienen de fuentes protegidas tales como artículos periodísticos, libros y publicaciones académicas. Si bien los desarrolladores argumentan que se trata de un “uso justo” (fair use), los propietarios del contenido no siempre están de acuerdo. Por cierto que es curioso: los medios y otros generadores de contenido alimentan al ‘monstruo’ que los está asesinando. En algunos casos, tal como Google / Alphabet, que siempre dijeron estar ‘del lado de los medios’, la realidad demuestra que siempre fue una mentira. Eran la excusa para insertar sus avisos publicitarios y ahora descubren que, quizás, ya no tengan que compartir la torta. En ese contexto, The New York Times demandó a la startup de inteligencia artificial Perplexity AI por distribuir y exhibir masivamente el trabajo de periodistas sin permiso. Wikipedia: «En agosto de 2022, Aravind Srinivas, Denis Yarats, Johnny Ho y Andy Konwinski, ingenieros con experiencia en sistemas back-end, inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático, fundaron Perplexity AI, Inc.» NYT afirmó que Perplexity AI también estaba violando sus marcas registradas bajo la Ley Lanham, alegando que los productos de inteligencia artificial generativa de la startup crean contenido fabricado (‘alucinaciones‘, en la jerga) y los atribuyen, falsamente, al NYT, al mostrarlos junto a sus marcas registradas. La Ley Lanham establece en USA el sistema nacional de registro de marcas y protege contra la infracción de marcas, la competencia desleal y la publicidad engañosa, permitiendo a los afectados demandar por daños y perjuicios o medidas cautelares. La Inteligencia Artificial según Grok: Autoretrato. FOTO: xAI / Grok. También Cloudflare (fundada por Matthew Prince, Lee Holloway y Michelle Zatlyn), una de las empresas de infraestructura digital más importantes del mundo (provee servicios de DNS a unos 6 millones de sitios web, con 20.000 nuevos clientes al día), acusó a Perplexity de ocultar sus actividades de rastreo web y extraer información de sitios web sin permiso, una acusación grave con posibles implicaciones para los derechos de autor. Y Forbes, Chicago Tribune, Enciclopedia Británica, Reddit y Wired han acusado a Perplexity de plagiar su contenido o extraer datos en forma ilegal. Pero esto no le impidió a la start-up recaudar cerca de US$ 1.500 millones en 3 años, a través de múltiples rondas de financiación. La más reciente, de US$ 200 millones (septiembre 2025) valoró la empresa en US$ 20.000 millones. Curioso: Amazon demandó a Perplexity por acceder de forma encubierta a las cuentas de los usuarios de Amazon y ocultar sus actividades de navegación con IA. Pero… Jeff Bezos, fundador de Amazon, ha invertido en Perplexity: ¿…? Perplexity acusó a Amazon de intimidar e intentar sofocar a la competencia. Jeff Bezos, inversor en Perplexity. El caso CR7 Mientras NYT y otros cargan contra Perplexity, la empresa realizó una notable acción de marketing con alcance global: Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro (CR7) anunció que había invertido en Perplexity. No interesa CR7 deportista sino que él es la persona más seguida del mundo en redes sociales: más de 1.000 millones de seguidores: Instagram, 660 millones; Facebook, 170 millones; X, 113 millones; YouTube, 60 millones. La relación entre Ronaldo y la compañía de IA comenzó a insinuarse cuando el delantero del equipo saudita Al-Nassr y de la selección de Portugal, reconoció haber utilizado Perplexity para preparar el discurso con el que recibió el Premio de Prestigio en los Portugal Football Globes. Quizás el vínculo sea anterior y se comunicó de esa manera. Vaya uno a saberlo. Para Perplexity, “va más allá de un simple patrocinio”. Lo celebró lanzando Perplexity X CR7, una experiencia interactiva que permite explorar datos sobre la carrera del jugador, acceder a imágenes exclusivas y revivir algunos de sus goles más emblemáticos. El catálogo de contenidos y experiencias crecerá e incluirá productos especiales. La mayoría habló de esto, casi nadie de la demanda del NYT. Traducción: La curiosidad es un requisito para la grandeza. Ganas cuando te planteas nuevas preguntas cada día. Por eso me enorgullece anunciar mi inversión en Perplexity. La perplejidad está impulsando la curiosidad del mundo y juntos inspiraremos a todos a plantear preguntas más ambiciosas. http://Perplexity.ai/ronaldo ¡es sólo el comienzo! ———— Asesinato de medios y periodistas Pero la popularidad de CR7 y otras acciones no pueden provocar distracción ni olvido. Los productores de contenidos están bajo fuego. Una reflexión ramplona sería: «Los periodistas pueden utilizar la IA para mejorar su trabajo». Pero si los medios agonizan ¿quién pagará el salario de los periodistas? Esto comenzó con las redes sociales, que convirtieron -algoritmo adictivos mediante- en una información equivalente una pareja bailando hip hop en una plaza que el aumento del precio de la carne. Las personas precisan evadirse y si bien a los medios no siempre les fue bien con la producción de noticias positivas, a las redes le resulta un éxito ofertar al público una dimensión ‘Up!’. La Inteligencia Artificial lleva la ofensiva a otro nivel: el público pregunta al chatbot, que rastrea en su banco de datos, elabora una respuesta y brinda una devolución que permite que el interesado no tenga que ingresar a consultar los medios originadores del contenido. Un estudio de Reuters Institute en 2023 reveló que el 56% de los usuarios prefieren leer resúmenes generados por IA en lugar de visitar medios tradicionales. Esto comenzó a debatirse precisamente aquel año, cuando NYT demandó a OpenAI y su accionista Microsoft por violación de derechos de autor, alegando que utilizaron sin autorización millones de sus artículos para entrenar grandes modelos de lenguaje (LLM), lo que resultó en resultados de IA que reproducen contenido protegido por derechos de autor, eluden los muros de pago y compiten en forma desleal contra el periodismo. No fue una casualidad que apenas controló X, Elon Musk bloqueó el acceso de todos los sistemas de IA a su red de microblogging, antes de ingresarlo a xAI. Es probable que si se concretara un acuerdo entre X y Telegram tenga que ver con potenciar la captura de datos para entrenamiento de Grok, quien tiene cuentas pendientes con OpenAI / ChatGPT. Elon Musk. La controversia OpenAI recibió demandas similares de otros editores como Dow Jones (The Wall Street Journal y Barron’s) y New York Post (ambos de News Corp.). También Meta fue demanda por usar sus obras literarias sin permiso para entrenar modelos de lenguaje. No olvidar el caso de Getty Images contra Stability AI, por el uso no autorizado de imágenes protegidas. OpenAI afirmó que el entrenamiento en contenido web público está dentro del uso legítimo y que sus modelos son herramientas para nuevas creaciones, no meras copias. Sin embargo, el NYT proporcionó evidencia de reproducción literal y violaciones de marca registrada, un precedente para la relación de la IA con la ley de derechos de autor, el uso legítimo y la compensación a los editores. Perplexity acusó a Amazon de intimidar e intentar sofocar a la competencia. El núcleo de la disputa Esto es parte de un conflicto más amplio entre editores y tecnólogos: ¿El entrenamiento de IA en texto protegido por derechos de autor constituye un uso justo o es una infracción? ¿Los modelos de IA y los productos de Microsoft que los utilizan copiaron y distribuyeron directamente obras protegidas? ¿Cómo afecta la capacidad de la IA para eludir los muros de pago y generar contenido a los ingresos de los editores y al valor del periodismo de alta calidad? Tal como concluye ‘your AI snacks every week’, «De las respuestas dependen tanto el futuro de la IA generativa como el de los grandes generadores de contenidos.» Pero ¿quién es el beneficiario? No se trata de la humanidad, obviamente. ¿Una sociedad comercial o una organización sin fines de lucro? Antes OpenAI era una ONG controlada por una fundación. Ahora se intenta convertirla en una sociedad comercial. El statu-quo ya no es el mismo. Ni hablar de las otras empresas de IA que insisten en que entrenar modelos con contenido textual provoca nuevos productos, y por eso es un “uso justo”. Rubén Navarro en El Artesano Digital: «Una solución al conflicto entre IA y medios es establecer modelos de licenciamiento. Plataformas como OpenAI ya han firmado acuerdos con medios como Associated Press para usar su contenido de forma legal y remunerada.» «Estos acuerdos permiten a los medios mantener el control sobre su contenido y recibir compensaciones por su uso. A cambio, los desarrolladores de IA acceden a datos de alta calidad para mejorar sus modelos.» Quizás sí, quizás no. fuente:urgente24
Ver noticia original