11/12/2025 01:41
11/12/2025 01:41
11/12/2025 01:40
11/12/2025 01:40
11/12/2025 01:40
11/12/2025 01:40
11/12/2025 01:39
11/12/2025 01:39
11/12/2025 01:39
11/12/2025 01:38
» Nova Entre Rios
Fecha: 10/12/2025 11:15
La hipertensión puede avanzar en silencio durante años, pero en algunos casos deja señales en los ojos antes de que llegue un diagnóstico formal. Reconocer estos avisos a tiempo puede ayudar a detectar la presión alta y evitar complicaciones mayores. La presión alta no solo afecta al corazón: también puede dejar pistas en la vista. Aunque muchas personas no notan síntomas claros durante años, los especialistas advierten que ciertos cambios oculares pueden actuar como aviso temprano y merecen una revisión médica. La hipertensión mantenida puede dañar los vasos sanguíneos de la retina y, en casos graves, incluso ser la primera manifestación visible de un problema de tensión elevado. Tres indicios oculares que conviene vigilar. Estos signos no confirman por sí solos que alguien sea hipertenso, pero sí pueden ser una señal para medir la tensión y consultar: Visión turbia o borrosa. Cuando los vasos de la retina se ven afectados, la nitidez puede disminuir de forma intermitente o progresiva. En situaciones de hipertensión severa, los cambios retinianos pueden acompañarse de alteraciones visuales importantes. Pequeñas manchas de sangre visibles en la parte blanca del ojo. Algunas hemorragias bajo la conjuntiva se relacionan con causas banales, pero la hipertensión figura entre los factores que pueden favorecer este tipo de episodios. Si se repiten, conviene revisar la tensión. Sensación de presión o molestia ocular. No es un síntoma exclusivo de la presión alta y puede tener otras explicaciones (fatiga visual, sequedad, estrés), pero si se combina con visión borrosa u otros cambios, merece valoración. Cuándo pedir cita sin esperar. Busca atención médica si aparece: Pérdida súbita de visión. Dolor de cabeza intenso junto a alteraciones visuales. Empeoramiento rápido de la vista. En resumen, los ojos pueden convertirse en un “termómetro” silencioso de la salud vascular. Si notas alguno de estos cambios, la recomendación más sensata es sencilla: medir la presión arterial y consultar para descartar hipertensión y proteger tanto la visión como el resto del organismo.
Ver noticia original