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  • Según la UCA, bajó “fuertemente” la pobreza por ingresos

    » Rafaela Noticias

    Fecha: 10/12/2025 10:34

    Según la UCA, bajó “fuertemente” la pobreza por ingresos El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) presentó el informe “Nuevo escenario político-económico: Estrés y bienestar en una Argentina en transición”. Durante la transmisión que realizó la casa de altos estudios, se compartieron los principales resultados de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) 2025, con nuevos indicadores sobre estrés psicológico, social y económico, que permiten comprender los efectos de la coyuntura reciente y la evolución de deudas estructurales persistentes en la sociedad argentina. Las presentaciones estuvieron a cargo del director del Observatorio, Dr. Agustín Salvia, y los investigadores Ianina Tuñón, Solange Rodríguez Espínola, María Agustina Paternó Manavella, Juan Ignacio Bonfiglio, Julieta Vera y Eduardo Donza. El informe examina tres dimensiones del bienestar expresadas en términos de estrés: económico, social y subjetivo. El análisis abarca la última década y media (2010-2025), con particular atención al período más reciente (2023-2025). Se incorporan comparaciones por nivel socioeconómico y por presencia de niños/as en el hogar, con el fin de identificar persistencias y cambios en las brechas de desigualdad. Durante la primera parte de la presentación, Agustín Salvia sintetizó los principales aspectos de la economía argentina -sus características estructurales y la dinámica de los ciclos recientes- comparando datos históricos de la EDSA con cifras actuales de fuentes secundarias. Salvia comentó que el gobierno actual está “desarmando lo viejo, no construyendo lo nuevo”. Asimismo, el director del Observatorio advirtió que, desde 2004, se ha mantenido la tasa de desempleo, pero que en los últimos años aumentó el empleo precario, subempleo inestable, autoempleo y programas de empleo financiados directamente por el Estado. De acuerdo con la EDSA, desempleo en 2025 fue de 10,1% (mayor al 8,9% del año pasado); el subempleo inestable, de 24,1% y el empleo precario, de 27% a nivel urbano. El empleo pleno registró 38,8%, una leve baja con respecto al 39,7% de 2024. Con respecto a la evolución de los salarios, el último periodo con la caída de la inflación y la recuperación de la actividad económica marca una leve mejora con respecto a 2024, pero aún por debajo de 2023. Sin embargo, la recuperación del salario solo se ha dado significativamente para el sector privado y asalariado informal. Tras mostrar la pirámide socioeconómica según el nivel de ingresos mensuales de los hogares, Salvia señaló que hay “tres Argentinas” entre las que no hay “diálogo político”. Un 3 por ciento de hogares ricos convive con un 30 por ciento de pobres extremos y sectores bajos no indigentes, y un 67 por ciento de sectores medios con diversos grados de vulnerabilidad económica. "Para estos grupos, progreso y bienestar significan cosas distintas. Hay una sociedad cristalizada. Estas desigualdades afectan a los de abajo”, afirmó. Al ser consultado sobre la reforma laboral, Salvia dijo que es necesario acompañarla con reformas tributarias y mejoras en el empleo: “Por sí sola la reforma laboral no va a crear empleo, sumada a otras va a generar mayor capacidad de inversión interna”. “Balance de las capacidades de consumo en la Argentina urbana” En segundo lugar, la investigadora Julieta Vera mostró que el indicador de estrés económico de este año fue de 46,8%, menor que el 50% del año pasado, mientras que la capacidad de ahorro si situó en el 10,2%. Dado que bajó fuertemente la pobreza por ingresos, “la pregunta es si la población siente la baja de la pobreza”, indicó y aclaró: “Los hogares pueden tener más ingresos, pero no necesariamente más capacidad de consumo o menos estrés”. En ese sentido, remarcó que hay una “tendencia positiva”. Por su parte, el investigador Eduardo Donza advirtió que la tasa de indigencia del 6,8% y la de pobreza del 36,3% registradas este año serían del 12,8 y del 41,8 por ciento, respectivamente, de no ser por los programas de transferencia de ingresos. “Las transferencias del Estado amortiguan los niveles de indigencia”, señaló y agregó que más allá de la ayuda estatal, la mitad de los ingresos de las familias provienen de sus empleos: “Si no se dinamiza el mercado de empleo, no podremos salir de esta situación”. "Estrés social y privaciones estructurales en los hogares de la Argentina urbana” En el tercer bloque, el investigador Juan Ignacio Bonfiglio se concentró en la evolución de la inseguridad alimentaria, con una mejora este año del 18,7% respecto del 24,3% del último año a nivel total (severa y moderada). La presencia de niños en el hogar constituye un factor de vulnerabilidad, ya que los hogares con niños muestran niveles sistemáticamente superiores en ambas medidas y son los más sensibles a los shocks económicos, especialmente en 2020 y 2024: la inseguridad alimentaria es del 24% en hogares con niños contra 13,5% en hogares sin niños en 2025. En relación con la falta de accesos a recursos de salud, Bonfiglio sostuvo: “Los hogares con nivel socioeconómico más bajo sufren más la brecha en la evolución de privación de recursos de salud”. En los hogares con personas mayores, con tendencia a caer en sectores con bajos ingresos, se percibe aún más la privación al acceso a la salud, mostrando un 55,4%. Durante el bloque, Salvia, Bonfiglio y Ianina Tuñón, investigadora del Barómetro de la Infancia, respondieron las preguntas de los periodistas Erika Cabrera, Patricia Martino y Ezequiel Orlando. Orlando consultó si las políticas económicas aplicadas hasta el momento eran ineficientes, a lo que Salvia respondió: “No es producto de este gobierno, sino de la mayor dependencia de la asistencia pública para obtener un piso de bienestar”. Por su parte, Tuñón hizo referencia a los resultados vinculados con la infancia. “Las transferencias destinadas a los niños más pequeños ha sido positiva en el último año. La inseguridad alimentaria ha bajado, retomando los niveles de 2019. Quiere decir que estamos bajo una nueva oportunidad”, dijo y continuó: “Hoy tenemos que seis de cada 10 chicos están recibiendo un beneficio económico, alimentario o una ayudaría alimentaria directa. Los logros que se han alcanzado en esta pequeña coyuntura es muy importante sostenerlos”. “Estrés y bienestar subjetivo” El último bloque, sobre estrés y bienestar subjetivo, fue presentado por las investigadoras Solange Rodríguez Espínola y María Agustina Paternó Manavella, con la participación de los periodistas Mariana Badeni y Ezequiel Orlando. La inestabilidad mental en 2022 mostró una subida que terminó por potenciarse en 2024, marcando récord histórico del 28,1%, luego de un año con inflación y caída de actividad. Sin embargo, en el período 2024-2025 se mostró una mejora del 16,9% respecto al 18,2% del período 2023-2024. “La demanda de salud ha crecido, sobre todo, de salud mental”, advirtió Rodríguez Espínola. En tanto, la investigadora María Agustina Paternó Manavella mostró que el estrés económico agrava el malestar psicológico. La alta sintomatología ansiosa y depresiva se asocia con mayor inseguridad por venta o tráfico de drogas en el barrio aumentando a según mayor vulnerabilidad socioeconómica, excepto en el estrato muy bajo donde el malestar psicológico no estaría asociado diferencialmente entre quienes declaran y aquellos que no declaran venta o tráfico de sustancias en el barrio. Al respecto, Rodríguez Espínola agregó que “el narcomenudeo se ve a la vuelta de la escuela, en la plaza”. “El 40% de las personas en los hogares dice que observa esto, este es otro gran tema asociado a una situación de problemas que nos hacen perder cierto bienestar personal”, dijo. El malestar psicológico, además, alcanza a la mitad de las mujeres que declaran violencia de género (51,2%). La alta sintomatología ansiosa y depresiva es persistente sin diferenciarse por estratos socioeconómicos en mujeres que padecieron violencia durante el último año. En el cierre de la presentación, el moderador Ignacio Tomé reflexionó sobre el estrés, que se palpita en contextos de desorden: “La gente quiere estar mejor, pero si esa expectativa no aparece, puede ser un corte complicado. Eso genera ese estrés que vemos en la realidad política que analizamos”. Salvia concluyó: “La integración no es solo por la voluntad de la gente, sino por las situaciones económicas, simbólicas o culturales. No puede dejar de haber políticas de Estado para producir equidad en términos de oportunidades de movilidad social ascendente, por más libertario o socialista que sea el gobierno”.

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