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La Paz » Politica con vos
Fecha: 10/12/2025 09:24
El bloque de concejales del PJ de La Paz acusa al Ejecutivo municipal de actuar con discrecionalidad, sin informar, sin respetar a la Comisión de Termas y dejando en absoluta incertidumbre a los trabajadores del Complejo Termal. La ruptura del convenio con Newtronic SA, lejos de ordenarse institucionalmente, abre un nuevo capítulo de desconfianza política y desmanejo administrativo. ¿Se trata de un Ejecutivo que decide solo? La sorpresiva decisión del Ejecutivo municipal de finalizar el convenio licitatorio con la empresa Newtronic SA, administradora del Complejo Termal de La Paz, detonó críticas desde el bloque peronista del Concejo. “Nos enteramos de casualidad”, denuncian los ediles, remarcando algo más grave que una simple omisión: la práctica reiterada de gobernar a espaldas de los órganos de control y deliberación. Ni el Concejo Deliberante ni la Comisión de Termas, creada específicamente para supervisar y acompañar las decisiones vinculadas al complejo, fueron consultados o siquiera informados antes de ejecutar una medida de alto impacto económico, laboral y político. La reunión que prometía información… y nunca llegó Los concejales recuerdan que hace más de tres meses mantuvieron un encuentro con el intendente, el secretario de Gobierno y la secretaria de Turismo. Ese día —exponen— se les pidió expresamente que no hablaran en público sobre la situación de las termas hasta que “pudieran encausar el tema con el abogado municipal, Dr. Imanol Sánchez”. El bloque del PJ aceptó el silencio institucional bajo una condición mínima y completamente razonable: ser informados de cada avance y garantizar que la prioridad fuesen las y los trabajadores del complejo. Pero la promesa se esfumó. “Pasó el tiempo, no nos informaron de nada y ahora salen con esto”, reprocha el edil José Esquivel quien junto a sus compañeros están visiblemente molestos por lo que describen como una falta total de respeto institucional y un manejo discrecional del área. Diez años de desprolijidades: documentación que nunca fue escuchada Los ediles del PJ señalan que incluso habían puesto a disposición documentación que revelaba “errores y horrores” del Ejecutivo en el manejo del complejo durante la última década. Sin embargo, la administración municipal —según expresan— no solo ignoró esos aportes, sino que además avanzó de manera intempestiva y sin un plan claro a los ojos del Concejo. Lo que para la oposición debía ser una transición ordenada, transparente y con participación de todos los actores, terminó resolviéndose como un anuncio repentino y sin explicaciones. Otra vez, la institucionalidad quedó como espectadora. La incertidumbre laboral, el punto más sensible En un contexto económico complejo, el impacto más grave se cierne sobre los trabajadores del Complejo Termal. Para la oposición, el Municipio no solo los dejó fuera de la discusión, sino que ni siquiera comunicó cuál será su situación laboral tras la ruptura del convenio. Los concejales recuerdan que esa fue la principal preocupación planteada en la reunión con el Ejecutivo: “Las y los empleados deben ser prioridad absoluta”. Sin embargo, el gobierno local avanzó sin informar nada sobre su futuro, profundizando la preocupación en un sector que hoy se siente completamente desamparado. ¿Es ésta una gestión que confunde mayoría con discrecionalidad? El episodio vuelve a poner sobre la mesa un problema recurrente en las administraciones que eligen aislarse en lugar de dialogar: la falta de transparencia, la improvisación y la idea de que la mayoría electoral habilita la toma de decisiones sin controles. La ruptura del convenio con Newtronic SA podría haber sido una oportunidad para corregir errores históricos, ordenar la gestión del Complejo Termal y encarar una nueva etapa con consenso político. Pero, tal como denuncia la oposición, el Ejecutivo optó por el camino contrario: el del secretismo, el silencio y el destrato institucional. Gobernar sin Concejo Deliberante es gobernar sin control «Lo que sucede con el Complejo Termal no es un hecho aislado. Es un síntoma», aseguran desde la oposición. «Una administración que se niega a transparentar, que excluye a los órganos deliberativos y que desoye a los trabajadores termina debilitando la legitimidad de sus propias decisiones», subrayan. En este contexto actual de crisis en distintos ámbitos y que tiende a agravarse a mediano plazo, la gestión pública exige diálogo, respeto institucional y sobre todo asumir que el poder no habilita el hermetismo. En definitiva, La Paz necesita más participación y menos decisiones sorpresivas.
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