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Concordia » Saltograndeextra
Fecha: 10/12/2025 06:17
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, advirtió desde París que la Unión Europea arriesga quedar “sola en el mundo” si no concreta el acuerdo MERCOSUR–Unión Europea antes de fin de año. El pacto es visto en Brasil como una herramienta clave para combatir la improductividad y dinamizar la competitividad regional. La Unión Europea enfrenta un punto de inflexión en su política comercial internacional. En una intervención de alto impacto geopolítico, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, advirtió que el bloque corre el riesgo de quedar “solo en el mundo” si no logra avanzar con la firma del acuerdo MERCOSUR–Unión Europea, un tratado negociado durante más de dos décadas. La declaración fue difundida durante el congreso anual del Instituto Jacques Delors, un espacio clave del pensamiento europeo, y publicada en la prensa continental. Costa eligió Francia para su intervención, un gesto político de peso: es el país que históricamente frenó el avance del acuerdo por presiones de su sector agropecuario. Sin embargo, los compromisos que Bruselas ofreció en los últimos meses suavizaron la postura del presidente Emmanuel Macron, lo que abrió nuevamente la ventana para una firma antes de fin de 2025. “La UE no existirá en el mundo si no es una potencia comercial y no es capaz de estipular acuerdos”, sostuvo Costa, en un mensaje directo a quienes siguen resistiendo el pacto. Brasil considera el acuerdo “un remedio” para su improductividad Mientras Europa debate sus resistencias internas, en el MERCOSUR —y especialmente en Brasil— el acuerdo es visto como una herramienta imprescindible para modernizar la estructura económica. La economía brasileña arrastra un problema estructural que los especialistas definen como “improductividad crónica”: la productividad por hora trabajada solo creció 0,5% anual entre 1981 y 2024, un nivel considerado “ridículo” por economistas brasileños. Expertos consultados por medios regionales apuntan que la apertura comercial generada por el acuerdo MERCOSUR–UE permitiría aumentar la competencia, impulsar la innovación y desplazar del mercado a empresas de baja productividad que hoy sobreviven por la escasa presión competitiva. Para Brasil, que ejerce la presidencia pro tempore del MERCOSUR, la expectativa es firmar el tratado antes de que finalice diciembre. Cumbre presidencial supeditada al avance europeo El avance o estancamiento del pacto también condiciona la agenda regional. El canciller paraguayo Rubén Ramírez informó que la fecha tentativa para la Cumbre del MERCOSUR sería el 20 de diciembre en Foz de Iguazú, aunque la confirmación depende de las respuestas de Argentina y Brasil. La realización de la cumbre —y la firma del acuerdo— exige que la Unión Europea complete antes el proceso de aprobación en sus instancias institucionales. Desde Montevideo, Asunción y Brasilia se observa con atención cada movimiento político dentro del bloque europeo. Otros movimientos regionales: diplomacia, normas y estrategia Mientras el acuerdo centra las expectativas del bloque, la agenda regional continúa activa: – Paraguay inicia una gira internacional encabezada por el presidente Santiago Peña, con destinos en Hungría, Noruega y Uzbekistán, donde priorizará la defensa democrática y la búsqueda de inversiones. – La Secretaría del MERCOSUR informó la entrada en vigor de nuevas normativas aprobadas por la Comisión de Comercio del MERCOSUR (CCM), incluyendo directivas clave sobre integración económica y regulatoria. Algunas ya rigen desde el 10 de diciembre, mientras que otras entrarán en vigencia el 20 de diciembre de 2025.
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