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» Santo Tome al dia
Fecha: 10/12/2025 05:15
Por Santotomealdía Más de 100 familias de nuestra ciudad siguen esperando una respuesta judicial tras haber sido estafadas en la compra de terrenos del loteo Nueva Arboleda, ubicado en calle Pueyrredón, frente al club Independiente, en el extremo oeste de la ciudad. La mayoría de ellas realizó la operación hace más de diez años, con el objetivo de construir su vivienda, pero el proyecto nunca fue aprobado y los lotes jamás les fueron entregados. El conflicto se originó en 2012, cuando un par de desarrolladores comenzaron a vender parcelas sin contar con la autorización municipal correspondiente. En total, fraccionaron un terreno de 15 hectáreas en 350 lotes, de los cuales lograron vender unos 150 antes de que surgieran los primeros reclamos. El abogado que representa a los damnificados, Rubén Decoud, explicó en declaraciones a radio Sol Play que el expediente se encuentra desde hace meses en la Cámara de Apelaciones, sin avances visibles. “Eso es lo que nos preocupa: el paso del tiempo sin una solución”, advirtió. La situación se agravó en 2018, cuando los compradores iniciaron el camino judicial para recuperar lo invertido a través del remate de los terrenos. Sin embargo, la aparición de un tercero, identificado como G. C., con un boleto de compraventa firmado cinco años después, frenó el proceso. Ese documento fue emitido por los mismos desarrolladores, a pesar de estar inhibidos, y por el valor total equivalente a lo que una sola familia había pagado por un lote. “El desarrollador pudo haber actuado de buena fe al principio, pero la estafa se configura después, cuando vende la totalidad del terreno a una persona que sabía que ya había 150 compradores”, explicó Decoud. “En el boleto, incluso, G. C. reconoce la existencia de los compradores y promete honrar sus obligaciones”, agregó. Lejos de cumplir con lo firmado, el comprador inició acciones para suspender el remate y envió cartas documento a las familias, exigiéndoles que paguen impuestos y otras obligaciones, según denunció el abogado. “Fue una estrategia para desgastar a los damnificados, ofrecerles migajas y quedarse con todo el terreno”, afirmó. Actualmente, el proceso judicial transita su segunda etapa: un juicio contra G. C. para rechazar su reclamo, que ya fue resuelto en primera instancia a favor de los compradores. Pero la sentencia está apelada, y el expediente continúa sin resolución definitiva. “Queremos una solución al problema”, expresó uno de los damnificados en diálogo con Sol Play. Mientras tanto, las familias siguen esperando recuperar al menos parte del dinero invertido —cercano a los 10 mil dólares por lote—, en lo que fue un proyecto de vida frustrado por maniobras fraudulentas y demoras judiciales.
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