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» Sin Mordaza
Fecha: 10/12/2025 04:32
El creador del innovador helado “Espuma de liso”, Diego Brac habló sobre el fenómeno que llevó a su pequeña heladería familiar a convertirse en tendencia en Santa Fe. La propuesta, que combina la identidad santafesina con sabores inesperados, surgió a partir de un camino que empezó de la forma más humilde: “Nosotros arrancamos en la cochera de casa vendiendo helado, que lo fabricábamos en la cochera y lo vendíamos”, recordó. Brac contó que la fábrica original nació en Villa Ocampo, donde hace cuatro años comenzaron a producir helados artesanales. Con el tiempo lograron abrir un local propio y, más tarde, se animaron a desembarcar en Santa Fe, impulsados por vínculos familiares. La llegada a la capital provincial vino acompañada de una idea clave: “Tenemos que ir a Santa Fe y se nos ocurre el alfajor santafesino como sabor”. Así nació uno de los hits de la marca. El sabor alfajor santafesino, que elaboran íntegramente desde cero, fue un éxito inmediato: “La gente pedía mucho. Le gustó porque tiene el sabor de alfajor en el propio helado, no es que tiene solamente alfajor sembrado”. Un gusto que, un año después, sigue estando entre los más vendidos. Del alfajor al liso: un sabor difícil, pero posible Cuando abrieron su local en Santa Fe, ocurrió algo decisivo: el local estaba al lado de una chopería tradicional. “Dijimos: acá tenemos que hacer el sabor del liso santafesino”, contó. Pero lograrlo no fue sencillo: “Costó mucho hacer ese sabor, la verdad que no nos salía, no nos salía. Es un sabor muy difícil de lograr”. Finalmente lo consiguieron y lanzaron el ahora famoso Espuma de liso, un helado con cerca de 9% de graduación alcohólica, cuya textura y sabor buscan emular la icónica bebida santafesina. “Lo llamamos espuma del liso santafesino porque parece como una espuma del liso”, explicó. El impacto fue inmediato. El furor se multiplicó con notas, entrevistas y reacciones en redes sociales que los sorprendieron incluso más que con el sabor alfajor. Más allá del boom mediático, Brac remarcó que la esencia del proyecto sigue siendo la elaboración artesanal: “Todos nuestros sabores están hechos con yema de huevo”. Entre los más elegidos mencionó al flan casero y al nuevo lemon pie Vigelato, que se agota cada vez que lo producen. “Tiene sembrado un streusel, un curd de limón hecho casero y merengue italiano. Todo en el mismo sabor”, describió. El pistacho, en cambio, es uno de los sabores más difíciles de sostener por su costo: “Es un sabor que está en la cartelera pero está muy al límite de lo que es costo… ahora está el boom del pistacho y la gente lo pide, pero tiene un costo muy alto”. Lejos de guardarse el secreto, Brac aseguró que el objetivo siempre fue proponer algo diferente y orgullosamente local. Por eso, sobre el sabor de liso, aseguró: “Nosotros lo que queríamos era impactar y ahora que lo quiera hacer, bienvenido a Santa Fe”. Entre innovación, tradición y mucho trabajo artesanal, la heladería que nació en una cochera hoy conquista a santafesinos y turistas. Y el creador de “Espuma de liso” ya piensa en lo que viene: después de todo, en Vigelato la creatividad está tan fría como el helado, pero siempre lista para explotar. Escuchar la nota completa:
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