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Concordia » InfoConcordia
Fecha: 09/12/2025 08:24
Las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) minoristas de Argentina cerraron el penúltimo mes del año con una significativa contracción en sus ventas, según reveló el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). El desempeño de noviembre pone un signo de alarma en el sector, que ve cómo el consumo se desacelera drásticamente a las puertas de la temporada festiva. La Cifra Preocupa: -4,1% Anual Los datos son contundentes: las ventas minoristas PyMEs registraron en noviembre una caída anual del -4,1% a precios constantes. Este descenso marca un fuerte contraste con el acumulado del año, que aún sostiene un incremento interanual del 3,4%. La comparación mensual desestacionalizada muestra un panorama aún más sombrío, con una variación negativa del -9,1% respecto a octubre, reflejando una abrupta retracción del consumo en el corto plazo. Deterioro en la Percepción Empresarial Si bien el 54,2% de los encuestados reportó estabilidad interanual, el 37% señaló un deterioro en las condiciones económicas, lo que representa un aumento de cuatro puntos porcentuales respecto al mes anterior. Este incremento en la percepción negativa revierte parcialmente la leve mejora de ánimo registrada en octubre. Perfumería y Hogar, los Rubros Más Castigados El análisis detallado por sector evidencia la dureza de la caída, con seis de los siete rubros relevados presentando retracciones. Los descensos más agudos se concentraron en bienes que, en el actual contexto de restricción presupuestaria, se volvieron más postergables: Perfumería: -17% Bazar y decoración: -9,7% Alimentos y bebidas: -5,9% En una dinámica de consumo dual y priorización de lo esencial, el único sector que logró sostener un crecimiento interanual fue el de Farmacia, con una leve suba del 1,8%. Cautela y Transición: Un Consumo Estrangulado Desde CAME explican que el cierre de noviembre consolida un escenario donde la restricción presupuestaria y el agotamiento de los límites de financiación profundizaron la brecha entre los bienes de primera necesidad y aquellos que pueden ser aplazados. “La actividad operó bajo una lógica de transición, caracterizada por una fuerte cautela operativa que frenó las decisiones de inversión en el corto plazo ante la incertidumbre de los costos y la competencia,” sostiene el informe. El sector, sin embargo, muestra un notable desacople entre la coyuntura y las expectativas. A pesar de la contracción de los márgenes y el deterioro de la percepción actual, el comercio minorista sostiene una proyección optimista para el próximo año, apostando a un reordenamiento de las variables macroeconómicas que logre reactivar la demanda interna. ¿Qué Sucede Ahora? El sector PyME enfrenta ahora el desafío de diciembre, un mes tradicionalmente fuerte por las fiestas, con la esperanza de que las promociones y la inyección de ingresos estacionales logren morigerar el impacto de la fuerte contracción registrada en noviembre. El enfoque actual del Gobierno argentino para la reactivación de la demanda interna y el consumo minorista está fuertemente anclado en la estabilidad macroeconómica y la desaceleración de la inflación, en lugar de aplicar planes masivos de estímulo directo (como programas de cuotas subsidiadas o bonos universales, que fueron comunes en el pasado).
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