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» Jackemate
Fecha: 09/12/2025 06:52
Comparte este Articulo... Por Jorge Galindez (*) En Estocolmo eran las 12.30 horas de un frío mediodía. El prominente funcionario que intentaba comunicarse con Mary Brunkow para darle la noticia, que en minutos recorrería el mundo, ¡se sintió decepcionado al notar que a pesar de su insistencia ni siquiera lo atendía! En ese momento eran las 4.30 de una fría noche en Seattle. Ella, que dormía plácidamente escuchó que su celular sonaba lejanamente. Lo tomó atientas, abrió pesadamente los ojos, vio un número con un prefijo de país desconocido, lo apagó de inmediato mientras maldecía los spams y volvió a dormirse. Horas después, en una entrevista con Adam Smith del Comité de Organización del Premio Nobel la nueva ganadora del impresionante galardón contó entre risas y vergüenza esta anécdota de cómo la noticia la había tomado por sorpresa y de su incredulidad inicial. La Dra. Brunkow de 64 años, Bióloga Molecular e Inmunóloga graduada en la Universidad de Princeton es una de las pocas mujeres que han accedido a este galardón en los últimos años y lo está compartiendo con su colega Frederick J. Ramsdell y el científico Japonés Shimon Sakaguchi que allá por los 80 había descrito la importancia de un grupo de linfocitos T que no atacaban células sanas, sino que las protegían a las que llamó células T reguladoras (Treg) esenciales para evitar que el sistema inmune ataque células propias. Por su parte, Brunkow y Ramsdell identificaron en el cromosoma X (Xp11.23) de los –scurfies- (una rara cepa de ratones), una mutación en el gen Forkhead Box P3 (FoxP3). Este gen codifica en el ADN a una proteína cuya función específica es modular la función de los linfocitos Treg. Como resultado de este defecto molecular, observaron un freno en su producción y, como consecuencia de ello, el desarrollo de autoinmunidad. Como es notorio, ambos descubrimientos, que se complementan, fueron fundamentales para explicar el complejo mecanismo y por qué mediante lo que hoy llamamos, «Tolerancia Inmune Periférica», el organismo en condiciones normales evita atacar tejidos propios y sólo se enfoca en amenazas externas. Este hallazgo no solo desentrañó un misterio biológico, sino que también confirmó un vínculo directo y fundamental entre la genética y las condiciones autoinmunes humanas. Lo que puede ser algo confuso de entender para nosotros los clínicos y nos inclinemos a percibirlo en una primera mirada, como un descubrimiento muy lejano a nuestro ‘expertise’ y asociado a las Ciencias Básicas debo enfatizar que no es así ya que a partir de éstos hallazgos se han impulsado el desarrollo de revolucionarios tratamientos médicos que están siendo evaluados en distintas fases de ensayos clínicos y cuyos resultados potencialmente mejoraran la calidad de vida de millones de personas con enfermedades autoinmunes y neoplasias. Entre docenas de ensayos vayan éstos, solo como ejemplos: –El estudio NCT00352765: Transfer of Autologous Regulatory T Cells in Autoimmune Diseases, que investiga la seguridad y viabilidad de la transferencia de linfocitos Treg autólogos para tratar enfermedades autoinmunes mediante el restablecimiento de la tolerancia inmunitaria. -El estudio NCT02428309: Autologous Polyclonal Tregs for Lupus cuyo objetivo principal es evaluar la seguridad, la tolerabilidad y el efecto de tres dosis diferentes de terapia con células Treg en adultos con lupus y afectación cutánea. –El estudio NCT05993611: Allogeneic CD6 Chimeric Antigen Receptor T Regulatory Cells in Hematologic Malignancies, que evalúa la seguridad, los efectos secundarios y la dosis óptima de células Treg para el tratamiento de pacientes con rechazo tras un trasplante alogénico de células hematopoyéticas. En pocos días el famosísimo Konserthuset “Reina Silvia” de Estocolmo se vestirá de gala y se poblará de personalidades de todo el mundo para aplaudir de pie a la Dra. Mary Brunkow y sus colegas durante la ceremonia de entrega formal por parte del Rey Carlos Gustavo de Suecia del Premio Nobel de Medicina. Fantaseo que en ese emocionante momento ella con total conciencia de lo valioso de sus estudios que han contribuido a generar nuevas y sólidas esperanzas a millones de pacientes con neoplasias y enfermedades autoinmunes alrededor del mundo, le surgirá esta pregunta. ¿Cómo fue que esa niña, una más, de Madison, Wisconsin llegó hasta acá? Dejo abierta la respuesta… Como nota al pie: Sólo cinco argentinos han merecido este icónico galardón. Tres de ellos fueron de Medicina, Bernardo Houssay, Luis Leloir y Cesar Milstein. ¿No les parece que deberíamos recordarlos con mayor frecuencia? (Jackemate.com) (*) Médico Distinguido de la Ciudad de Rosario. Master en sida de la Universidad de Barcelona
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