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» Primerochaco
Fecha: 09/12/2025 06:00
A pocos días de cerrar el año, el presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (IPDUV), Fernando Berecoechea, realizó un balance exhaustivo de la gestión, analizó los desafíos por venir y trazó una mirada política sobre el nuevo escenario nacional y provincial. En una entrevista profunda, el funcionario repasó los logros alcanzados, la reconstrucción del organismo, los cambios administrativos internos y el giro cultural que plantearon en la relación con los vecinos y con las empresas constructoras. Un organismo que “volvió a funcionar” Berecoechea afirma que el 2025 marcó un quiebre: el IPDUV dejó atrás un año de ordenamiento interno y comenzó un proceso que describe como “pleno desarrollo”. Los números acompañan ese diagnóstico: más de 1.600 viviendas entregadas, más de 4.000 títulos de propiedad otorgados y una reconstrucción del vínculo institucional con el sector empresarial y con las familias chaqueñas. “Cuando llegamos —explica— el organismo tenía un profundo deterioro en su relación con los vecinos y también con las empresas. Había que recomponer la confianza en ambas direcciones y ordenar por dentro un esquema que había perdido funciones, jerarquías y dinámicas de trabajo”. Ese ordenamiento inicial demandó —según detalla— los primeros cinco meses de gestión. A partir de allí, comenzó una etapa de reorganización que incluyó redefinición de roles, segmentación técnica de tareas y un vínculo cotidiano con el personal, algo que Berecoechea destaca como un quiebre respecto a gestiones anteriores. “Yo conocía el organismo. Estuve 20 años adentro. Sabía quién podía hacer qué, cuáles eran las debilidades y cuáles las fortalezas. Y también sabía que la relación humana con el personal estaba quebrada. Hoy logramos reconstruir eso y los resultados están a la vista”. Funcionarios en territorio: una política que se volvió hábito Otro aspecto central de esta etapa es el cumplimiento estricto de la directiva del gobernador: presencia territorial permanente. “No se puede gestionar encerrado entre cuatro paredes”, repite. “La única forma de conocer la verdadera demanda es hablar con los vecinos. A veces no se pueden dar las respuestas que esperan, pero al menos hay una explicación, una mirada directa, una escucha”. Berecoechea admite que la dinámica implica “sol, calor, viajes y horarios incómodos”, pero sostiene que es la única forma de construir políticas públicas realistas y no diseñadas “desde un escritorio con supuestos ideales que no existen en la vida real”. El padrón histórico y el debate sobre la demanda El IPDUV mantiene un padrón de demanda que se remonta a 1978 y que hoy reúne alrededor de 160 mil familias. El funcionario reconoce que muchas de esas inscripciones se encuentran desactualizadas, pero asegura que hacer un “borrón y cuenta nueva” sería injusto. “No podemos desconocer a quien espera hace 20 o 30 años. Una nueva inscripción masiva pondría a todos en igualdad de condiciones y eso sería profundamente inequitativo”. En los últimos sorteos —como en Sáenz Peña o Presidencia de la Plaza— se implementaron mecanismos de segmentación: antigüedad de inscripción, discapacidad, familias sin hijos. El cambio más significativo: por primera vez personas solas o parejas sin hijos pueden acceder a una vivienda, algo históricamente vedado. El fin de los “mangueadores” y la eliminación del favoritismo político Una de las definiciones más contundentes del funcionario se relaciona con la asignación de viviendas. “En esta gestión no existen favores políticos. No hay pedidos del gobernador, ni de ministros, ni de nadie. Todo es por sorteo público, con padrones publicados y procesos transparentes”. Berecoechea sostiene que el objetivo es desterrar las prácticas que en otros períodos permitían que personas con vínculos políticos accedieran a viviendas que luego vendían o volvían a solicitar. Nuevos prototipos habitacionales: modernidad y eficiencia térmica Uno de los proyectos más importantes para 2026 es la implementación de prototipos nuevos, diseñados por el propio equipo técnico del IPDUV: estética moderna, funcionalidad mejorada, mejores terminaciones, estudios de transmitancia térmica adaptados al clima chaqueño. “Podés construir con ladrillo común, con bloque o con sistema en seco. Lo fundamental —explica— es el comportamiento térmico de la pared. Y el ladrillo tiene, además, una ventaja social: genera empleo en muchísimos pueblos donde los ladrilleros son parte de la economía local”. Estos nuevos modelos incluirán operatorias con aportes iniciales de las familias, esquemas similares al que se aplicó en edificios como el Piacentini o los complejos de Sáenz Peña. La meta 2026: terminar todas las viviendas paralizadas El gobernador fue terminante: hay que finalizar el 100% de las viviendas abandonadas o paralizadas heredadas de gestiones anteriores. Quedan alrededor de 1.000 unidades, muchas con niveles de avance muy bajos y costos de terminación elevados. “Fue nuestro compromiso con los chaqueños —afirma Berecoechea—. No importa cuánto esfuerzo implique. Hay que cerrar ese capítulo”. En paralelo, continúa el programa Ñachec para sectores vulnerables, con entregas inmediatas en Presidencia Roca, Basaíl y otras localidades. Edificio del INSSSEP: una obra estratégica con horizonte 2027 Entre los proyectos más ambiciosos se destaca el nuevo edificio del INSSSEP, ubicado en el predio del ex Pediátrico. Un edificio de tres niveles, moderno, que permitirá concentrar oficinas que hoy funcionan dispersas y en locales alquilados. “Es una obra prioritaria para la provincia. Si todo avanza bien, estará finalizada en los primeros meses de 2027”. La herencia de Procrear: obras sin documentación y un proyecto incierto Sobre el polémico proyecto de 350 departamentos que la gestión anterior había anunciado en el expediátrico, Berecoechea fue categórico: “No existe ninguna documentación en el IPDUV. Era un proyecto financiado por Nación a través de Procrear y ANSES. La provincia no intervino”. Hoy ese contrato está en proceso de cierre por parte del Estado Nacional. La visión política: “Se agotó un modelo en el Chaco” Berecoechea, militante radical y hombre de gabinete, hizo también una lectura política del nuevo escenario nacional y provincial. Sobre la Nación Criticó la herencia económica de 2023: inflación desbordada, emisión, cepo y aislamiento internacional. Valoró el descenso de la inflación a niveles cercanos al 2% mensual, aunque aclaró que sigue siendo altísimo en términos globales. Consideró positivo “encauzar la economía”, aunque reconoció que aún queda mucho por hacer. Sobre el Chaco El análisis fue más profundo. Para el funcionario, la provincia vivió una crisis social y política sin precedentes: mafias y movimientos extorsivos controlando la calle, cortes permanentes, violencia cotidiana, una sensación de anarquía generalizada. Berecoechea afirmó que el gobernador Leandro Zdero “recuperó el orden, la convivencia y el respeto de los chaqueños”, y que su liderazgo permitió revertir en pocos meses una realidad que estaba “naturalizada”. “Hace dos años no podíamos entrar a la plaza central. Hoy eso es impensado”. Los barrios sindicales: un proyecto millonario que quedó en pausa Sobre las viviendas sindicales —localizadas en un sector alejado y sin infraestructura— el diagnóstico fue duro: “Están en un avance bajísimo y a 300 metros de cualquier red de servicios. Hoy es impagable. Quedarán para una etapa futura cuando existan recursos disponibles”. Distinta es la situación de los lotes de los judiciales en zona de La Termal, donde se logró —tras años de conflictos— dotar de los servicios y avanzar en la escrituración de 63 unidades, articulando con Sameep, Vialidad Provincial y otros organismos. Un cierre optimista: “Si no creyera en el Chaco, estaría en mi casa tomando mate” Berecoechea concluyó la entrevista con una definición muy personal: “Soy optimista. Confío en el gobernador, en su visión y en la fuerza de esta transformación. Creo que el 2026 será un año positivo para todos”. Los testimonios de vecinos que lo ven atendiendo a decenas de personas después de cada acto se replican en toda la provincia. Un estilo de gestión que combina cercanía, territorialidad y un objetivo claro: normalizar, reconstruir y modernizar el sistema habitacional del Chaco.
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