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» Rafaela Noticias
Fecha: 09/12/2025 04:54
8 de diciembre: por qué armar el arbolito es mucho más que una tradición Cada 8 de diciembre, miles de familias argentinas se reúnen para armar el arbolito, marcar el inicio del tiempo navideño y dar comienzo a una tradición que atraviesa generaciones. Pero detrás del gesto sencillo de decorar la casa, hay un significado espiritual profundo que muchas veces se diluye en el ritmo acelerado de fin de año. En diálogo con Mitre Santa Fe, el padre Emmanuel Sicre recordó que el 8 de diciembre se celebra la Inmaculada Concepción, una fiesta clave para los católicos. “Es el día en que celebramos que María es toda de Dios, y es una oportunidad para empezar a preparar el corazón para el nacimiento de Jesús”, explicó. Según el sacerdote, este día funciona como una puerta de entrada a la Navidad y como un llamado a revisar lo esencial. Asimismo, señaló que, aunque el sentido navideño está presente, suele mezclarse con tensiones propias de diciembre: el cierre del año, las obligaciones, el consumo y también las emociones encontradas. “La Navidad tiene un significado difuso: a algunos les trae mucha alegría, y a otros mucha melancolía por quienes ya no están. Pero lo importante es que nos permite volver al corazón humano, mirar profundamente nuestra vida y recordar que Dios se encarna en nuestra realidad concreta”, afirmó. El cura también se refirió a la relación actual de los jóvenes con la fe y aseguró que se observa un resurgir de la búsqueda espiritual. “Muchos jóvenes están mirando más allá. Quizás el exceso de tecnología o de consumo embotó los sentidos, y ahora aparece una búsqueda de lo sagrado. Soy testigo de que la fe vuelve a ser un camino para muchos”, destacó. Consultado sobre la costumbre de pedir más de lo que se agradece, Sicre sugirió una práctica simple: hacer una lista de 20 cosas por las que estar agradecidos, y seguir escribiendo. “A partir de la número 21 empiezan a aparecer las más profundas, las que realmente nos conmueven”, dijo. Para él, este ejercicio ayuda a ver más allá de lo evidente y a reconocer la riqueza no material que sostiene a las personas. Antes de despedirse, el sacerdote dejó un mensaje de bendición para estas fechas. “Así como María acogió a Jesús con su ‘sí’, ojalá también nosotros nos animemos a acogerlo. Que podamos esperar una Navidad llena de profundidad y atravesar las dificultades con esperanza, para que la alegría habite en el corazón de cada uno”.
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