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Rio Negro » Adn Rio Negro
Fecha: 08/12/2025 16:36
(ADN).- El peronismo, desde la provincialización de Río Negro (1958) sólo gobernó el territorio en dos oportunidades: con Mario José Franco, considerado uno de los mandatarios más importantes en la historia rionegrina. Su mandato (1973-1976) fue interrumpido por el golpe de Estado cívico-militar-eclesiástico. Fue detenido por los militares y luego procesado por una causa judicial, que bien podría ser identificada como lawfare. El Partido Judicial respondió al clima de época. La segunda gobernación peronista con amplio apoyo del voto popular fue la del dirigente peronista Carlos Soria, en 2011, que duró solo 21 días, falleció trágicamente el 1 de enero del 2012. Las experiencias anteriores a la provincialización se personifican en dos reconocidos dirigentes peronistas de profundo sentimiento rionegrino y patagónico, como Emilio Belenguer y Miguel Montenegro En esta historia democrática el peronismo fue un actor excluyente, a la par que se conformaba una fuerza de oposición y reacción, que en todos los procesos electorales se encolumnó detrás de la fuerza política que disputaba el gobierno con el partido justicialista. Durante más de 20 años, el radicalismo satisfizo esa vocación anti peronista. Después fue Juntos Somos Río Negro, quien convocó al voto de reacción, con la particularidad de haber nacido en un embrión con paternidad en el gobierno de Carlos Soria. Lo demás es historia reciente donde el PJ tuvo divisiones y discordancias internas que lo llevaron a la derrota. El PJ de Río Negro fue ganador en las últimas elecciones de octubre y tiene, ahora, que enfrentar el desafío de volver a ser gobierno, y continuar con aquellos mandatos de Mario Franco y Carlos Soria. Pero, el peronismo que fue todo junto a las urnas, debe tener cuidado de tentarse con el pensamiento mágico de que la unidad en sí misma constituye un valor supresor de las diferencias y que el voluntarismo es más importante que el ejercicio autocrítico. Intenta entonces, cumplir con la profecía de la inmortalidad del movimiento, y de esa capacidad de soportar tempestades y siempre resurgir. Existe, además, un marco nacional que no ayuda, casi se diría en crisis y quizás hoy navegue hacia un punto de inflexión, en medio de desafíos existenciales. Pero tanto uno como u otro presagio, el de la duración eterna o el de crisis existencial, tienen como denominador común la intención de que la fuerza se recomponga y logre presentarse como alternativa de poder para 2027. El peronismo de Río Negro demanda a sus cuadros y dirigentes hacer uso de su bastón de mariscal y actuar con responsabilidad acorde a la demanda de los rionegrinos. También es momento de desactivar el peronómetro y el identikit de traidores, porque solamente el pueblo es quien valida lealtades, con el voto, no la auto adjudicación. La inobjetable crisis de representación dirigencial también es una marca de época., consecuencia de la masiva percepción de que han tomado la política como instrumento para satisfacer intereses mezquinos, con una mirada de futuro que nunca fue más allá de la próxima elección y que, a falta de objetivos trascendentes, terminó naturalizando la corrupción como un ineludible costo de gestión. En todo esto hizo pie la batalla cultural libertaria, basada en el tradicional anti peronismo y su actualización anti kirchnerista, que también contó con el aporte de sectores juveniles alienados por las redes que prescinden de comprometerse con la construcción de su propio futuro. El peronismo necesita volver a sus fundamentos y mostrar caras e ideas nuevas. Sólo necesita hacer memoria sobre sus políticas de Estado para una sociedad de masas, con procesos productivos basados en la energía humana, que hoy chocan con una vida mucho más extensa y con enormes bolsones de trabajo en negro que quiebran la previsión social. Es este desacople del ideario peronista con la realidad, lo que acentúa la demanda de actitudes creativas y valores morales trascendentes. El trasvasamiento generacional es impostergable para plantear el camino que nos lleve a reconstruir lo destruido, reindustrializar y plantear opciones diferente al modelo agroexportador. Son las nuevas generaciones las que tienen que surgir como protagonistas y sujeto activo de la gran tarea de elaborar un nuevo proyecto de provincia. La conducción del PJ tendrá que realizar una amplia convocatoria a todos los sectores, sin exclusión, llegar a los jóvenes con sus nuevos rasgos culturales su léxico y sobre todo acudir a la masa crítica e inteligencia que nos ofrecen nuestras dos universidades y centros de investigación, como las instituciones científicas de San Carlos de Bariloche. Valgan las palabras de Perón cuando se inicia la reconstrucción del peronismo, en el marco de las elecciones nacionales de 1965: El punto de partida para lograrla es que se obre con grandeza y se descarten los intereses personales y de círculo, para dedicarse con fe y entusiasmo a la tarea común de liberar al país del dominio externo y al pueblo de la inequidad social”.
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