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» Diario Cordoba
Fecha: 08/12/2025 14:07
Donde el Guadalquivir se despereza rumbo a la campiña cordobesa, nació un pueblo que, de alguna forma, por su situación fronteriza, guardaría el alma de dos provincias: Córdoba y Jaén. Y que mantendría viva una memoria profunda de un pasado diverso y rico históricamente. Un pueblo que fue -al menos en nombre- tres antes de ser uno y que, por las razones anteriores, fue descrito de forma tan evocadora: "La Córdoba jaenera de Oriente". Una larga historia Estas palabras fueron escritas por el historiador y poeta cordobés Joaquín Criado Costa para referirse a un pueblo que hunde sus raíces en tiempos remoto junto a la provincia vecina. Tan honda es su historia que han aparecido cerámicas íberas, fragmentos griegos y vestigios romanos en sus alrededores. Esos hallazgos hablan, sin palabras, de la prosperidad de un territorio fértil y cercano a la Vía Augusta como este. El río a su paso por la localidad. / Córdoba Tras la conquista cristiana, allá por el siglo XIII, el lugar recibió su primer nombre: Orabuena. Aquel topónimo se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XIV, cuando la villa adoptó el de Aldea del Río, una denominación que hablaba de su cercanía y dependencia del gran cauce andaluz. El último bautismo Los siglos pasaron y el pueblo creció al ritmo de la historia. Su economía, siempre ligada al campo, comenzó a diversificarse con telares y paños, y su población aumentó con la pujanza del trabajo. En el siglo XVII, tras liberarse del señorío de Antonio Alfonso de Sousa, Felipe IV le concedió el título de villa. Nacía entonces su nombre definitivo, el que ha llegado hasta hoy: Villa del Río. Panorámica de Villa del Río. / Córdoba El historiador Joaquín Criado Costa la describió como “la romana y vieja Ripa; la medieval Aldea del Río; la oriverde Villa del Río, dorada de sol y mieses, verdeada de olivares… la Córdoba jaenera de oriente, con reflejos de plata del Guadalquivir”. Un retrato perfecto de este enclave de la campiña cordobesa, situado en el límite entre dos provincias con más semejanzas que diferencias.
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