Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Ena, una reina de película en Córdoba

    » Diario Cordoba

    Fecha: 08/12/2025 13:43

    A lo largo de la historia contemporánea, las visitas reales a la provincia de Córdoba fueron poco habituales. No será hasta la aparición del ferrocarril en la segunda mitad del siglo XIX, cuando, en apenas 15 años, dos reyes conocerán la ciudad: Isabel II en 1862 y su hijo Alfonso XII en 1877. Un presencia real que se multiplicará durante el reinado de Alfonso XIII gracias a la influencia en la corte de José de Saavedra, marqués de Viana. El aristócrata, de ascendencia cordobesa, no solo era jefe superior de Palacio Real, sino amigo íntimo del monarca, lo que le permitió ejercer de anfitrión de los reyes en numerosas ocasiones en sus mansiones cordobesas. De hecho, la casa de los Saavedra era la residencia oficial de los reyes durante sus estancias cordobesas. En el año 1908 se produce el primer viaje de la pareja real a Córdoba, que se inició con un multitudinario traslado de los monarcas en coche de caballos descubierto por las principales avenidas de la ciudad y en la que no faltó la indispensable visita a la Mezquita-Catedral. No obstante, Ena realizó varios desplazamientos en solitario a la provincia para apoyar diversas causas benéficas y en las que, según la prensa de la época, siempre recibía numerosas muestras del aprecio de los cordobeses. La reina estuvo especialmente comprometida con la mejora de los servicios sanitarios de la población, presidiendo la inauguración de un sanatorio antituberculosos en la Estación de El Vacar; o con la educación, amadrinando el Grupo Escolar de Cerro Muriano o la Casa de la Infancia de la capital; o en el apoyo a los soldados heridos en la Guerra de África, animándolos durante su recuperación en el Hospital Militar de Córdoba. En automóvil a las puertas de la Mezquita. / Montilla/Duque/Campúa/Torres/Santos Victoria Eugenia también fue huésped habitual del Palacio de Moratalla, ubicado en el término municipal de Hornachuelos, donde los monarcas pasaron largas jornadas de ocio. Una finca en la que, al margen de alguna visita al pueblo serrano, Ena practicaba la equitación, la caza o presidía los partidos de polo a los que tan aficionado era Alfonso XIII. El Versalles cordobés, como era conocida la mansión del marqués de Viana, se convirtió durante más de dos décadas en el coto de caza favorito del rey y en epicentro de la vida política y aristocrática del país. Unas jornadas ampliamente fotografiadas por la prensa y en las que los reporteros, tanto madrileños (Duque, Campúa o Goñi) como cordobeses (Montilla y Santos), tenían un acceso casi ilimitado a la intimidad de los reyes en Moratalla. Instantáneas como los posados con las presas cazadas, los rallyes en automóvil por la finca, las entregas de premios de los partidos de polo, las tertulias o incluso alguna comida, hoy resultan, cuanto menos, controvertidas, al mostrar abiertamente en los medios de comunicación de la época la vida de ocio y lujo de la corte española en contraposición con la dureza de la vida de gran mayoría de la población. La monarca observa la custodia de Arfe en la Mezquita-Catedral. / Montilla/Duque/Campúa/Torres/Santos Una realidad palpable en las fotografías y que nos muestra una época no tan lejana, en la que la reina española tuvo que convivir con un país que no la aceptó, una corte que no la quería y un marido que la traicionó. Aunque su propia familia la avisó del avispero donde se metía, ella no renunció a una corona que la sedujo. Algo que pagaría con el exilio, primero de España y después de Reino Unido. El paso del tiempo acabó por hacerla caer en el olvido y, ahora, gracias a la televisión, su biografía nos permite recuperar un tiempo apasionante de la Historia de España.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por