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  • Las 7 razones por las que las consultoras creen que el nuevo bono en dólares tendrá éxito y saldría a una tasa de 9%

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 08/12/2025 04:36

    El ministro de Economía, Luis Caputo Después de 7 años la Argentina vuelve al mercado de capitales licitando un bono a cuatro años que vence a fin de noviembre de 2029. El nuevo Bonar 2029 pagará 6,5% anual, la misma tasa que tiene el swap de Estados Unidos. Los intereses se cobrarán semestralmente. El título es un bono bullet porque el capital se paga íntegramente al vencimiento. Equivale a tener un plazo fijo a 4 años con una atractiva tasa de interés que podría rendir más de 9% anual. Si bien la colocación se hará en la Argentina, se estima que el nuevo título recibirá fondos del exterior. La consultoras son optimistas y auguran éxito en la licitación del miércoles por las siguientes razones: Los bancos tienen exceso de liquidez en dólares. Los privados tienen depositados en los bancos más de USD 36.000 millones. Se espera una circular del Banco Central que aliente la inversión de los bancos y fondos institucionales. Los fondos de inversión en dólares de empresas y particulares rinden 2% anual. En esos fondos de Money Market en divisas hay USD 500 millones. El interés de empresas que acceden al Mercado Libre de Cambios a comprar dólar mayorista pero después no pueden acceder al MEP. Este bono los ayudaría a dar ese paso. La llegada de fondos del exterior que habrían sido sondeados por el Gobierno. El atractivo aumenta porque en diciembre puede bajar la tasa de referencia de Estados Unidos y ayudar a la Argentina a bajar drásticamente la meta de riesgo país. Pese a este optimismo, el viernes los inversores se mantuvieron quietos; quieren ver el resultado de la licitación. Si el resultado es positivo, como se augura, los mercados podrían vivir ruedas de euforia. Caso contrario seguirá la volatilidad y la cautela. El regreso, bajo ley local Según Sailing Inversiones “la Argentina vuelve a los mercados internacionales con la emisión de un bono bullet a 2029 bajo ley local. El título pagará un cupón del 6,5% y el objetivo central es recaudar fondos para cubrir los vencimientos de capital de enero correspondientes al AL30 y AL29, por un total de USD 1.188 millones. El mercado anticipa que el monto a colocar será holgado con relación a esas necesidades y estimamos que la tasa de rendimiento inicial podría ubicarse en torno al 8,5%, acorde al tramo medio de la curva en dólares”. A diferencia del año 2023 (ver pizarra), ahora los bonos argentinos atraviesan un buen momento. El Bonar 29N será bajo ley argentina y se prevé un buen mercado El equipo de Research de Adcap Grupo Financiero sostiene que “el cupón relativamente generoso vuelve a este nuevo instrumento más atractivo que los bonos reestructurados durante la gestión Guzmán. El ministro Luis Caputo señaló que la emisión cubrirá parcialmente el vencimiento de enero. El resto, indicó, será financiado mediante líneas bancarias (REPO) y otras fuentes que aún no fueron reveladas”. “Mientras tanto -agrega AdCap- los bonos soberanos en moneda dura registran un leve repunte, lo que sugiere un impacto positivo en el mercado por la noticia. Sin embargo, este repunte, desde los valores actuales, no es para nada comparable con el que se observó en septiembre/octubre tras el anuncio del apoyo de Scott Bessent. Existe mucha especulación en torno al tamaño de la nueva emisión. Creemos que el Gobierno optará por una emisión de tamaño considerable antes que una colocación excesivamente ajustada en términos de rendimiento, especialmente porque la alternativa del REPO podría no resultar tan económica”. Análisis técnicos 1816 confeccionó un detallado informe sobre el nuevo bono. Dice que la deuda argentina “reaccionó bien a la noticia, pero aun así el AL29 y el AL30, dos bonos que tienen una duration más baja que el nuevo título (porque van amortizando a lo largo de los años), rinden 9,6% y 10,6% contra MEP. Si el nuevo bono sale en curva debería rendir un poco más de 10% o, en otras palabras, salir a un precio de alrededor de 88,5 dólares. Imaginamos que el Gobierno querrá mostrar una tasa de corte inferior al 9% para anclar expectativas de cara a lo que, esperamos, sea una emisión de deuda en el exterior en algún momento de diciembre o enero”. La consultora agrega que con todos los Globales rindiendo cerca de 10% offshore (no contra MEP), “pareciera que con esta colocación el Gobierno apunta a captar el interés de inversores locales y no internacionales. Si, como pensamos, el Ministerio de Economía buscará emitir a una tasa inferior al 9%, para marcar la cancha de cara a una futura colocación internacional, la pregunta es qué tipo de inversor podría verse tentado con el flamante Bonar 2029, teniendo un AL30 muy liquido rindiendo 10,6% contra MEP. Los grandes inversores locales son los bancos, que actualmente tienen una liquidez en dólares enorme (USD 22.900 millones, incluyendo USD 17.700 millones encajados a tasa cero en el BCRA y USD 5.200 millones en las sucursales), fruto del creciente stock de depósitos en dólares privados; USD 36.500 millones a principios de diciembre, tras el pago de BOPREALES. Esa liquidez por alguna razón no la vienen invirtiendo en Bonares, de modo que no vemos razones para que demanden el flamante Bonar 29 si no hay incentivos adicionales, como cambios normativos, que no pueden descartarse de aquí al miércoles; recordar que cuando hay subastas en pesos del Tesoro es muy común que haya nuevas comunicaciones del BCRA en la previa a las licitaciones”. Al ser un bullet, el Bonar 29N será como un plazo fijo a 4 años con un buen rendimiento en dólares El informe de 1816 recuerda también que “en el caso de los fondos comunes de inversión este año vimos un boom de suscripciones de fondos en dólares, que hizo que este universo pase a administrar más de USD 10.000 millones, superando con creces lo que ocurrió en la época de los FCI de Letes en la era Macri. La particularidad es que en esta ocasión más de la mitad de los FCI en dólares se explica por Money Market en dólares, que rinden en promedio menos de 2 por ciento”. Además, incluye en su análisis ciertas métricas del mercado. En conjunto, precisa, “los FCI en dólares tienen Bonares y Globales por el equivalente a USD 550 millones de valor de mercado y no hay razón para pensar que vayan a demandar masivamente nuevos títulos si no salen a una tasa de mercado”. La movida es inteligente y una buena solución para pasar enero sin tener que volver a pedirle plata a Trump o gastarse los dólares del FMI. En cuanto a las tesorerías corporativas, sigue, “hay que recordar que las empresas que acceden al Mercado Libre de Cambios tienen limitada la conversión de MEP a CCL (por la restricción cruzada), pero nada les impide comprar AL30 en el mercado secundario. En resumidas cuentas, tendemos a pensar que esta colocación saldrá a una tasa menor al 9%, pero que, para lograr ese objetivo, será necesario algún inversor especial ¿Entidad pública? O un actor internacional particular”. EconViews se mostró optimista. “La movida es inteligente y una buena solución para pasar enero sin tener que volver a pedirle plata a Trump o gastarse los dólares del FMI. El equipo económico se puso el objetivo de colocar unos USD 1.200 millones, aunque no sería raro que la demanda sea fuerte y se pueda emitir un monto mayor. Esto servirá para refinanciar los vencimientos de capital de los AL29 y 30”. Habrá demanda La consultora que dirige Miguel Kiguel pronostica que habrá demanda. “La liquidez en dólares del sector privado es alta y el apetito por riesgo argentino ya quedó validado con las colocaciones corporativas y provinciales, que superaron los USD 5.000 millones desde las elecciones. Además, es probable que ya se haya sondeado a inversores externos para que participen”, fundamenta. Además, estima que el objetivo oficial “será lograr una tasa por debajo del 10%, que es el rendimiento aproximado al del AL29, aunque tiene una amortización de capital más acelerada. Si el mercado valida esa tasa, el precio de corte rondaría los USD 89,5 lo que implicaría emitir unos USD 1.340 millones nominales para cubrir los USD 1.200 millones de vencimientos cash. Al ser legislación argentina, la emisión no requiere de aprobación del Congreso. Más allá de los números, lo vital es la señal. Recuperar la capacidad de rollover (renovación) en el mercado voluntario es la llave maestra para encender el círculo virtuoso: permite aumentar las reservas sin presionar el tipo de cambio. Para el saldo restante de los vencimientos (unos USD 3.000 millones), el menú de opciones sigue abierto: operaciones de Repo, colocación de Bontes y compras de reservas en el mercado. Si el Tesoro tiene éxito en esta colocación, como todo parece indicar, y el BCRA consolida un programa de compra de reservas, la compresión del riesgo país puede acelerarse drásticamente el año que viene. Hoy, los países con calificaciones crediticias comparables con la Argentina operan con un EMBI en la zona de los 400 puntos básicos. Con el ciclo de baja de tasas de la Fed jugando a favor y un contexto internacional favorable, la Argentina tiene una ventana de oportunidad inmejorable para converger hacia rendimientos bajos muy rápidamente”. La consultora F2, que dirige Andrés Reschini, indica que “el anuncio de Economía de una licitación de deuda en dólares para el 10 de diciembre con un bullet a 2029 copó la atención del mercado mientras este aguardaba mayores precisiones sobre cómo se financiarían los vencimientos de enero y también para el resto de 2026. Así, el Gobierno aprovechó la ola de emisiones de deuda corporativa y sub soberana para lanzar su propio instrumento. Los depósitos de privados en dólares escalaron hasta USD 36.500 millones y probablemente el Gobierno haya visto una oportunidad allí. La emisión es en el mercado local, bajo legislación argentina y, si bien puede resultar una jugada audaz, cuesta imaginarse que se trate de algo totalmente improvisado. Además, ya comenzaron las flexibilizaciones en materia normativa para que, por ejemplo, aseguradoras puedan acceder a la operación primaria vía el producido de caución en dólares, por lo que no sorprendería ver más cambios de este tipo en los próximos días. El anuncio de licitación de deuda en dólares de MECON fue bien recibido, no sería una ganga, pero implica la apertura del principal canal de financiamiento y en caso de tener éxito puede contribuir a dar previsibilidad en el mediano plazo, mientras el resto del trabajo queda en manos de la política, plano en el que se aguarda que se materialicen logros de la posición conseguida por el oficialismo en las elecciones de octubre”. En tanto Cepec, que dirige Leo Anzalone, señala que “la elección de un vencimiento 2029 contrasta con la expectativa generalizada de que el Gobierno apuntaría primero al tramo largo de la curva en dólares. La duration estimada del bono es 3,36, un punto de la curva que aún no fue testeado por el mercado. Si el Tesoro referencia el precio a la curva ley NY, un rendimiento del 10% implicaría una paridad cercana a USD 89,5. Si se tomara como referencia la curva ley local, la TIR sería más cercana al 11,5%. No descartamos la presencia de un inversor ancla internacional o una estrategia de arbitraje de jugadores locales con dólares atrapados (brecha en torno al 2,7%). Otra hipótesis plausible es que la emisión forme parte de una ingeniería financiera más amplia, como la obtención de títulos para un eventual REPO con bancos internacionales”. La consultora observó que el anuncio del nuevo bono “generó presión moderada pero consistente en el tramo medio. Hasta conocer la tasa efectiva de corte, la curva seguirá operando con un sesgo de cautela. La dinámica del nuevo bono será el principal driver local. La demanda efectiva y la tasa final determinarán el comportamiento de la curva en dólares durante el resto de diciembre, en un contexto donde la ausencia de tensiones cambiarias debería favorecer movimientos ordenados. En pesos, sin señales claras de desaceleración inflacionaria, esperamos que la selectividad continúe dominando la operatoria”. Además, prosigue, “dentro de diez días el Tesoro enfrentará el mayor vencimiento del año por un total de $40 billones, con fuerte concentración en CER ($18 billones) y tasa fija ($17 billones). Para maximizar el rollover no puede descartarse una nueva reducción de encajes, replicando la estrategia utilizada en las dos licitaciones previas. Este evento será clave para definir el comportamiento de tasas reales y la intensidad de la curva CER durante la segunda quincena del mes. Conclusión El mercado continúa ordenado, pero cada vez más dependiente de señales”. Se espera así que los inversores tomen decisiones positivas porque en el fin de semana tuvieron oportunidad de analizar las chances de éxito del nuevo bono.

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