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Parana » AIM Digital
Fecha: 07/12/2025 21:05
Probablemente, “una persona que se encuentre trabajando para forjar hábitos saludables, se vea en un brete cuando llegan las tan esperadas fiestas y vacaciones. Estos días actúan como amenazas contra un estilo de vida saludable. Pueden incluso aparecer emociones que suelen canalizarse en la comida. Por ello, es importante recordar que el estar frente estas situaciones no debe significar dejar de lado las herramientas aprendidas”, dijo a AIM la doctora Estefanía Peltzer, médica especialista en Medicina General y Familiar. Los celebraciones de Navidad y Año Nuevo suelen incluir excesos alimentarios debido a las características de los platos típicos de las fechas. Por las tradiciones que heredamos de Europa, donde diciembre es un mes frío, muchas de las comidas, tanto dulces como saladas, cuentan con un gran contenido calórico. Toda una contradicción, porque en verano, debido a las altas temperaturas, se sugiere consumir como carnes magras, vegetales y frutas frescas, con menor densidad calórica. En diálogo con esta Agencia, Peltzer destacó que “es importante remarcar que un hábito es aquello que se realiza todos los días, y no aquello que se lleva a cabo de forma esporádica”. Para crear un hábito se necesita repetir una acción, el cerebro no asimila los cambios repentinamente, sino que lo hace gradualmente. Según una investigación del University College de Londres publicada en la revista European Journal of Social Psychology, es necesario repetir la misma acción de forma diaria durante al menos 66 días para crear un hábito. La especialista, directora Interina de Icarus Centro de Salud & Longevidad, agregó que crear un hábito permitirá: Ÿ Disfrutar de las fiestas de fin de año y vacaciones de manera más saludable. Ÿ Evitar el sentimiento de culpa Ÿ Motivar a continuar Ÿ Seguir focalizado en los objetivos Ÿ Disfrutar sin estrés Ÿ Sentir que tu progreso no se detiene Ÿ Generar una satisfacción tan grande como inimaginable Para Peltzer, probablemente, “una persona que se encuentre trabajando para forjar hábitos saludables, se vea en un brete cuando llegan las tan esperadas fiestas y vacaciones. Estos días actúan como amenazas contra un estilo de vida saludable. Pueden incluso aparecer emociones que suelen canalizarse en la comida. Por ello, es importante recordar que el estar frente estas situaciones no debe significar dejar de lado las herramientas aprendidas; por el contrario, es importante mantener los hábitos e implementarlos cotidianamente. Al fin y al cabo, de eso se trata cuando se habla de tener un estilo de vida saludable, y no una dieta”. Amenazas Los acontecimientos adversos asociados a esta época tan particular pueden identificarse como amenazas, internas y externas, las cuales llegarían a atentar contra los hábitos saludables y corromper objetivos asociados a la salud. “Uno de los factores cruciales para no caer en ellas, es no perder de vista el objetivo, para que estas no impidan o atenten contra el estilo de vida y los objetivos de salud”. Fin de año y estrés Como es habitual, al transitar esta época del año las personas corren de un lado al otro, se avecinan gastos y preocupaciones, cierres y balances. “Esto puede generar mucha ansiedad e hiperestres que, como la evidencia demuestra, puede traer graves consecuencias a la salud, fundamentalmente por el aumento de la hormona cortisol, y cuyas manifestaciones van desde fatiga, aumento de peso, HTA, taquicardia, dolores inespecíficos, infecciones, manifestaciones en piel, caída de cabello, trastornos digestivos, trastornos de la memoria, entre otros. Estas amenazas forman parte de la vida y estarán presentes de forma muy frecuente, por eso la clave es no centrarse en ellas”, agregó la médica. Es cierto también que hay una relación entre la llegada de fin de año y los episodios de ansiedad y angustia, producto de pérdidas afectivas, encontrarse con personas incompatibles, o por situaciones personales individuales. En ese sentido, la alimentación no solo responde a una necesidad fisiológica sino también a emociones y estímulos. Es decir, se ingiere alimentos por estar tristes, felices, emocionados, ansiosos. “Este suceso será atenuado si se sostienen los hábitos aprendidos, que permitirán mantenerse enfocado y programado. Por eso es clave tener siempre hábitos saludables, porque si ya se sabe qué hacer, los hábitos difícilmente cambian así cambien las circunstancias”, afirmó. Algunas estrategias a tener en cuenta en estas fiestas y vacaciones: Ÿ Sostener la rutina lo más posible, no olvidar programar, focalizar, llevar agua y alimento saludable a donde se vaya. Ÿ Intentar comer algo saludable antes de cualquier reunión social o salida, no ir con hambre. Ÿ Evitar excesos. Ÿ Prestar atención al tamaño de las porciones. Ÿ Comer a conciencia, prestando atención a que se elige y en qué cantidad. Evitar picotear o comer sin estar centrado en lo que se está haciendo. Ÿ La actividad física debe estar presente más que nunca. Ÿ Seleccionar algo que se desee comer o tomar, sin culpa, pero con conciencia, moderación y sin perder el control. Ÿ Antes de comer, preguntarse si es hambre o si es una emoción que lleva a ingerir el alimento. Ÿ Buscar ayuda en caso de no poder gestionar las emociones adecuadamente. Ÿ Disfrutar de una reunión, amigos o viaje, pero logrando tener este control, es algo que dará una satisfacción sin límites.
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