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» Elterritorio
Fecha: 07/12/2025 00:35
Una caravana de Papá Noel en moto llevó alegría al Hospital Pediátrico de Posadas En la novena Motopapanoeleada, decenas de motociclistas recorrieron la ciudad para entregar juguetes y compartir un momento de emoción con los niños internados. sábado 06 de diciembre de 2025 | 19:26hs. En moto, Papá Noel llegó hoy al Hospital Pediátrico a repartir juguetes y sonrisas. Fotos: Natalia Guerrero Una caravana roja, ruidosa y completamente desbordada de espíritu solidario irrumpió esta tarde en Posadas. Decenas de motociclistas, vestidos de Papá Noel pese al agobiante calor misionero, protagonizaron la novena edición de la tradicional Motopapanoeleada, una iniciativa que cada diciembre une a voluntarios de distintos puntos de la provincia con un único objetivo: llevar alegría, juguetes y un respiro emocional a los niños internados en el Hospital Pediátrico. El grupo, integrado por hombres, mujeres y familias enteras, se reunió desde temprano en el Jardín Botánico, donde comenzaron a organizar la caravana. Entre risas, bocinazos y motos decoradas con guirnaldas, renos y luces navideñas, partieron en dirección al nosocomio, donde decenas de pequeños pacientes esperaban asomados a las ventanas o desde los pasillos acompañados por médicos y enfermeros. La actividad es organizada por la Asociación de Motociclistas Misioneros, que durante meses reúne donaciones de juguetes nuevos, golosinas y artículos escolares. Todo ese esfuerzo se transforma, cada diciembre, en un enorme gesto colectivo que busca aliviar el duro tránsito de las familias que atraviesan un tratamiento o internación. Al llegar al hospital, los motopapanoeles fueron recibidos con aplausos y emoción. Uno por uno, fueron entregando los presentes, posando para fotos y regalando abrazos que se convirtieron en el mejor remedio para muchos chicos. Para los organizadores, el compromiso es claro: “Mientras haya un niño esperando una sonrisa, vamos a seguir viniendo”, repiten año tras año. Con el rugir de los motores apagándose lentamente y los niños sosteniendo sus nuevos juguetes, la tarde dejó una escena que ya forma parte del paisaje emocional de la ciudad: un diciembre en el que la solidaridad también viaja sobre dos ruedas. Compartí esta nota:
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