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» Elterritorio
Fecha: 07/12/2025 00:30
Con apoyo comunitario y meses de trabajo, el curso de Electromecánica completó un elevador que permitirá acceder al entrepiso del taller y optimizar su uso diario. Estudiantes, docentes, comercios y familias sostuvieron el proyecto. sábado 06 de diciembre de 2025 | 16:52hs. El proyecto fue presentado el 27 de noviembre en la exposición anual de la Epet 16. En la Epet 16 de Dos de Mayo, la construcción del montacargas marcó un proceso que atravesó varios años y distintos contextos institucionales. La iniciativa nació durante la pandemia, cuando la creación de un entrepiso en el taller dejó a la vista la dificultad para acceder a esa estructura ubicada a cinco metros de altura. La falta de financiamiento demoró la búsqueda de una solución hasta que, este año, el proyecto fue incorporado al PEI y asignado al sexto año de Electromecánica como una tarea prioritaria. Desde ese momento comenzó una etapa intensa, que incluyó beneficios para reunir fondos, gestiones en comercios locales y un trabajo continuo de profesores y estudiantes para completar el mecanismo antes de la exposición anual. “El proyecto electromecánico montacargas viene madurando desde la pandemia por Covid-19 en 2020, cuando profesores y estudiantes tenían restricciones para asistir a la escuela y trabajar en los talleres. En ese contexto construimos un entrepiso que permitió organizar insumos, herramientas y máquinas y resolvió problemas de espacio que afectaban a la institución. La estructura se completó en gran parte durante ese período”, detalló el director de la institución, Carlos Ruben Vallejos. El entrepiso quedó a cinco metros del piso del taller y eso abrió la discusión sobre cómo acceder de forma adecuada. Se analizaron alternativas como escaleras de madera o de hierro, aunque ninguna ofrecía una respuesta definitiva. En esos primeros años no consideraban desarrollar un elevador montacargas. Por lo tanto, la falta de una solución estable reducía el aprovechamiento del nuevo espacio. Las opciones improvisadas no aseguraban comodidad ni protección para quienes debían subir, y esa limitación empezó a interferir en las tareas diarias. La situación demostró que se requería un mecanismo distinto para conectar ambos niveles con seguridad y se decidió que la mejor solución era la construcción de un elevador montacargas pero en ese momento carecían de recursos. “Se trataba de un proyecto para nosotros muy ambicioso y muy grande en cuestiones de costo y trabajo. Todo este tiempo estuvimos accediendo o subiendo al entrepiso trepándonos por las columnas. Este año decidimos incluir el montacargas en el PEI como una necesidad prioritaria del taller. Asignamos el proyecto a los estudiantes de sexto año de Electromecánica, que estaban próximos a recibirse como técnicos. La iniciativa se transformó en un objetivo central del ciclo lectivo”, puntualizó el director. Para iniciar las obras, necesitaban grandes cantidades de hierro, un motor, madera, bulones y rodamientos. Organizaron ventas de pollo asado, locro y empanadas para recaudar fondos, y con esa caja compraron el motor y los primeros hierros. Ese fue el punto de partida para las primeras soldaduras y estructuras del proyecto. “A medida que avanzábamos ocupamos toda la caja que habíamos formado y nos quedamos sin materiales. No contábamos con discos de corte, electrodos ni hierro, y el proyecto quedó a mitad de camino. En ese momento evaluamos presentar un montacargas que solo pudiera elevarse dos metros y medio o tres en la exposición”, describió. De esa manera, el avance quedó frenado mientras el grupo analizaba alternativas para no detener el proceso. La falta de insumos coincidió con los tiempos ajustados del calendario escolar, lo que generó preocupación dentro del equipo. Frente a esa situación, los estudiantes redactaron notas para solicitar colaboración en los comercios de Dos de Mayo. Reunieron firmas de profesores y de la directora y recorrieron el municipio en busca de materiales. Recibieron respuestas positivas y una gran predisposición para ayudar, lo que permitió obtener los insumos que faltaban y encarar la etapa final del proyecto. “Estamos muy agradecidos con todos los comercios y vecinos que nos ayudaron porque sin ellos no sería posible. Conseguimos el material faltante muy cerca de la fecha de la exposición. A partir de ese momento los chicos trabajaron intensamente, día y noche, junto a los profesores. Quiero destacar el compromiso de los profesores que día a día hacen mucho por la educación técnica profesional en Dos de Mayo, con pocos recursos y con bajos salarios. Aún así, los profesores con un corazón enorme y una vocación de hierro estuvieron en todo momento con los chicos y se llegó”, destacó Vallejos. En este contexto, después de un intenso trabajo el 27 de noviembre presentaron el proyecto ante la comunidad que los ayudó en todo. “Mostramos el resultado, el esfuerzo realizado y la solución a un problema histórico del taller. Estamos agradecidos con los vecinos, los padres, los estudiantes y los profesores. Hoy podemos usar el montacargas y resolver una dificultad que la escuela tenía desde hace años”. “Este proyecto tuvo momentos de impaciencia, correcciones y desesperación. La falta de recursos generaba impotencia, aunque la iniciativa de los estudiantes permitió reunir lo necesario para terminarlo. Gracias a ese esfuerzo colectivo se pudo concretar el montacargas”, agregó el referente de la Epet 16. Asimismo, la experiencia dejó en evidencia las dificultades derivadas de la ausencia de financiamiento. “Es fundamental que el Estado Nacional mantenga el financiamiento para las escuelas técnicas. Sin esos recursos no es posible desarrollar proyectos ni avanzar en la formación tecnológica y cultural que requiere la educación técnica en nuestro país”, concluyó el director. El proyecto integró a los estudiantes Yosselyn Becker, Tiago Bielert, Juan David Dos Santos, Gerónimo Gattelli, Brian Gnass, Carla Guzmán, Thomas Kelm, Agustina Muzalski, Nahuel Pahl, Lucas Proverbio, Joaquín Rodríguez y Marilyn Schossler, quienes llevaron adelante el trabajo acompañados por los docentes Rodrigo Cabral, Virginia Martínez, Mauro Rosñiski, Ricardo Rosñiski y Gustavo Jeske, junto a la conducción de Carlos Rubén Vallejos y Liliana Martínez.
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