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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/12/2025 03:04
El cannabis terapéutico solo cuenta con evidencia científica sólida para náuseas y vómitos por quimioterapia, pérdida de apetito por VIH/Sida y epilepsias graves infantiles./ Freepik El cannabis es una planta que produce sustancias llamadas canabinoides, como el THC y el CBD, que pueden generar efectos en el cuerpo y la mente. Se habla de cannabis terapéutico cuando los profesionales de la salud indican productos a base a canabinoides para tratar síntomas específicos de algunas enfermedades de las personas. Ahora, un grupo de investigadores de los Estados Unidos, con el liderazgo de Kevin Hill, director de psiquiatría de adicciones en el Centro Médico Beth Israel Deaconess y profesor asociado de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, realizó una revisión de estudios publicados sobre la eficacia, seguridad, riesgos y usos médicos del cannabis y los cannabinoides en diferentes enfermedades. La revisión publicada en JAMA advierte que no existen pruebas suficientes para recomendar cannabis medicinal en enfermedades como Parkinson, dolor crónico o cáncer. (Imagen Ilustrativa Infobae) Descubrieron que no hay pruebas científicas sólidas que respalden el uso del cannabis o canabinoides para tratar la mayoría de las enfermedades. Publicaron la revisión en la revista JAMA de la Asociación Médica Estadounidense. Tras analizar los resultados, los científicos remarcaron que los profesionales de la salud deben brindar una guía clara y basada en la evidencia actualizada para apoyar las decisiones seguras sobre el uso terapéutico del cannabis. El doctor Hill trabajó con la colaboración de investigadores que pertenecen a la Universidad de California en Los Ángeles, Universidad de California en San Francisco, la Universidad de Nueva York, y a la Universidad de Washington. El uso de cannabis terapéutico requiere indicación médica, productos regulados y seguimiento profesional para garantizar seguridad y eficacia. (Archivo Imagen Ilustrativa Infobae) Aún no hay pruebas suficientes que respalden el uso de cannabis terapéutico para la enfermedad de Parkinson, dolores agudos o crónicos ni para tratar el cáncer directamente. Por el momento, solo estas indicaciones aprobadas cuentan con evidencia sólida: Náuseas y vómitos provocados por la quimioterapia. Pérdida de apetito relacionada con VIH/Sida. Epilepsias graves en niños, como el síndrome de Lennox-Gastaut, síndrome de Dravet y esclerosis tuberosa. En qué consiste el cannabis y cuándo es terapéutico Los efectos adversos del cannabis incluyen ansiedad, psicosis, alteraciones cognitivas, mareos y riesgo cardíaco, tanto en uso medicinal como recreativo. (Imagen Ilustrativa Infobae) El cannabis proviene de plantas del género Cannabis, que incluyen Cannabis sativa, Cannabis indica y sus híbridos. Estas plantas se cultivan en muchas regiones del mundo y contienen más de cien compuestos llamados fitocanabinoides. Los canabinoides más conocidos del cannabis son el THC, que es el responsable principal de los efectos psicoactivos, y el CBD, que se destaca por no producir euforia. Además, la planta incluye terpenos y flavonoides, que le aportan aroma y sabor. Según la revisión publicada en JAMA, el consumo se considera terapéutico cuando se emplea para tratar síntomas de enfermedades bajo la orientación de un profesional de la salud. La diferencia entre el uso terapéutico y el recreativo radica en la indicación médica y el seguimiento profesional. Los profesionales de la salud deben brindar información clara y actualizada sobre el uso de cannabis medicinal (Crédito: Freepik) El uso terapéutico solo se reconoce en productos con componentes aprobados, dosis reguladas y una finalidad clínica concreta. Eso significa que no cualquier consumo de cannabis se considera terapéutico según las pruebas revisadas por el equipo del doctor Hill. “Los canabinoides de grado farmacéutico purificados o sintéticos que cuentan con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos para el tratamiento de condiciones médicas específicas requieren una receta de un profesional autorizado”, escribieron los investigadores. Por qué hicieron la revisión de estudios El consumo de cannabis de procedencia dudosa, adquirido por Internet, representa un peligro por la falta de regulación y control de calidad. (Imagen Ilustrativa Infobae) El equipo científico realizó la revisión porque, desde su análisis anterior en 2015, el uso del cannabis terapéutico creció de manera notable en diferentes países. La aceptación social y las regulaciones variaron mucho desde entonces y se generaron nuevas preguntas. Durante ese tiempo, personas con problemas de salud comenzaron a recurrir al cannabis para tratar síntomas diversos, muchas veces sin evidencia científica fiable. La revisión advierte que muchos productos de cannabis vendidos en comercios no cumplen con controles de calidad ni regulaciones médicas/Archivo REUTERS/Chalinee Thirasupa La oferta de productos también se diversificó y surgieron mensajes contradictorios sobre su eficacia y su seguridad. Por lo cual, los investigadores consideraron que era necesario actualizar la información sobre la eficacia, riesgos y recomendaciones clínicas asociadas al cannabis medicinal. Al hacer la revisión de nuevo, buscaron dar una visión completa y actualizada basada en estudios recientes. La revisión científica analizó estudios publicados entre 2010 y 2025 para actualizar la evidencia sobre eficacia, riesgos y recomendaciones clínicas del cannabis/Archivo Analizaron ensayos clínicos aleatorizados, estudios observacionales, revisiones sistemáticas, meta-análisis y guías internacionales. Así, evaluaron investigaciones publicadas entre 2010 y 2025. Seleccionaron trabajos enfocados en la eficacia para síntomas concretos, efectos adversos, riesgo de trastornos por consumo de cannabis y diferencias en los resultados según dosis y método de uso. Dieron prioridad a los estudios con mejor diseño y más recientes. El cannabis terapéutico se emplea en epilepsias graves infantiles como el síndrome de Lennox-Gastaut, Dravet y esclerosis tuberosa. (Michele Colombo) Entre los principales resultados, encontraron que la evidencia a favor del cannabis terapéutico solo es sólida para tratar náuseas y vómitos por quimioterapia, pérdida de apetito por VIH/Sida y algunos tipos graves de epilepsia infantil. No detectaron pruebas suficientes para otras enfermedades frecuentes. El equipo enfatizó que los médicos deben orientar a los pacientes de forma clara y actualizada. También subrayaron que solo deben considerar productos aprobados y regulados en las indicaciones que cuentan con respaldo científico. Efectos adversos del cannabis según la ciencia Los riesgos del uso del cannabis incluyen ansiedad, psicosis y problemas cardíacos (Imagen Ilustrativa Infobae) Los expertos advirtieron que los efectos adversos del cannabis pueden aparecer tanto con el uso medicinal como recreativo. Los riesgos incluyen trastornos por consumo, ansiedad y síntomas psicóticos, así como problemas de memoria, atención y aprendizaje. Se pueden producir efectos físicos del cannabis, como mareos, fatiga, náuseas y vómitos. El consumo frecuente, sobre todo en dosis altas o con productos con mucho THC, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca e infarto. Los expertos enfatizaron en que la falta de supervisión profesional eleva la probabilidad de complicaciones. Además alertaron que las personas no deben manejar ni operar maquinarias después de consumir cannabis, sea medicinal o recreativo. La mirada de expertos desde Argentina El vapeo de cannabis eleva el riesgo de intoxicación, efectos adversos y complicaciones cardiovasculares según la revisión/Archivo EFE/EPA/ETIENNE LAURENT “Me parece muy bien que se haya vuelto a realizar la revisión sobre el cannabis y sus usos terapéuticos. Hoy es más necesario que los profesionales de la salud se actualicen sobre cuándo se puede indicar en base a la evidencia y en qué afecciones no hay pruebas sobre su eficacia y su seguridad”, comentó el médico Santiago Hasdeu, magister en efectividad clínica y coordinador ejecutivo de la Red Argentina Pública de Evaluación de Tecnología Sanitarias (RedArets). Con colaboradores, Hasdeu había publicado un trabajo sobre el uso de canabidiol (CBD) para tratar la epilepsia resistente a fármacos en la Revista Argentina de Salud Pública. Antes de consumir cannabis por una afección, se recomienda consultar a un profesional de la salud y evitar la automedicación./ Freepik “No se debería demonizar al cannabis al creer que es no sirve para nada y que es muy peligroso. Tampoco se lo puede considerar totalmente inocuo. Por eso, cada profesional de la salud debería hacer un balance de los beneficios y los riesgos del consumo y considerar los resultados de esta nueva revisión de estudios. La comunidad en general, los pacientes o sus familiares no deberían automedicarse. “Hoy en América Latina existe un problema grave de automedicación con cannabis”, afirmó Carlos Damin, investigador, profesor titular plenario de Toxicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y director del Hospital Fernández. “Nadie sabe exactamente qué está consumiendo, ya que muchas personas compran estos productos por Internet. La compra indiscriminada de cannabis de dudosa procedencia y contenido hace que la situación sea preocupante”, expresó Damin al ser consultado por Infobae. Una de cada tres personas que utilizan cannabis por motivos médicos desarrolla un uso problemático, con dificultad para controlar el consumo o consecuencias negativas para su salud y su vida diaria, según la revisión (Freepik) “Existen personas que tienen expectativas poco realistas y creen que cualquier enfermedad puede tratarse con cannabis, cuando en realidad solo hay evidencia científica sólida para las tres indicaciones concretas que fueron mencionadas por la revisión publicada en JAMA”. La automedicación con cannabis, sin control profesional, aumenta varios riesgos. Entre ellos se encuentran el consumo de dosis inadecuadas y una mayor probabilidad de sufrir efectos adversos como ansiedad, psicosis, alteraciones cognitivas, mareos y problemas cardíacos. Además, se incrementa el peligro de consumir productos contaminados, con altas concentraciones de THC o no regulados, lo que puede llevar a intoxicaciones o complicaciones graves. La falta de orientación médica también puede interferir para detectar interacciones o efectos negativos con otros medicamentos.
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