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» Primiciascorrientes
Fecha: 05/12/2025 23:35
En lo que se interpreta como los últimos movimientos estratégicos de su mandato, el gobernador Gustavo Valdés encabezó una intensa gira por el Interior provincial que sirvió de escenario para una doble lectura política: la consolidación de un modelo de «autonomía en la obra pública», con mensaje a Nación y el traspaso simbólico del mando. Acompañado en todo momento por el gobernador electo, Juan Pablo Valdés, el mandatario inauguró infraestructura vial, habitacional y de seguridad en San Luis del Palmar y Paso de la Patria, delineando los desafíos que su hermano y sucesor deberá asumir en breve. La jornada no fue una simple recorrida protocolar; tuvo el peso específico de un legado. En cada corte de cinta, Gustavo Valdés se encargó de resaltar la recuperación de la capacidad estatal para ejecutar obras con recursos propios, una herramienta que deja «afilada» para la administración entrante. EL MODELO DE AUTONOMÍA El primer hito de la recorrida fue San Luis del Palmar, donde se habilitaron 23 cuadras de pavimento en la intersección de 9 de Julio y Rito Portillo. Allí, el mensaje fue contundente: la Provincia ha salido del «ostracismo» operativo. «Recuperamos la potestad para hacer nuestra propia obra pública», sentenció Valdés, recordando los tiempos en que Vialidad Provincial carecía de maquinaria y operatividad. El Gobernador repasó la estrategia de reactivar las plantas de hormigón y equipar al organismo, transformándolo en un brazo ejecutor clave que hoy permite asfaltar tanto en la Capital como en el interior sin depender de terceros. Mirando a Juan Pablo Valdés y a su equipo, el mandatario saliente marcó la pauta del futuro: «Al nuevo gobierno le tocarán importantes desafíos, y uno de ellos es seguir asfaltando». La mención no fue al azar; proyectó la continuidad de la conexión vial entre Capital y San Luis del Palmar por ruta 5 como una prioridad para salvar vidas y mejorar la logística. OÑONDIVÉ Y SEGURIDAD La comitiva se trasladó luego a la villa turística de Paso de la Patria, donde la gestión Valdés mostró su rostro más social y de seguridad. En el barrio Aty, se entregaron 10 viviendas del programa Oñondivé, un sello distintivo de la administración actual que combina el esfuerzo estatal y municipal ante la histórica falta de apoyo nacional. Valdés destacó el valor agregado de estas entregas: viviendas totalmente amuebladas con producción maderera correntina, una medida diseñada para combatir la usura de prestamistas que se aprovechaban de las familias recién adjudicadas. «Nos organizamos como sociedad para hacer viviendas», afirmó, agradeciendo al empresariado local por confiar en los ciclos del gobierno. Finalmente, la seguridad -pilar fundamental para una localidad que vive del turismo- se reforzó con la inauguración de la Comisaría Segunda y la entrega de nuevos móviles. En un tono grave, Valdés advirtió sobre la complejidad del narcomenudeo en la zona fronteriza y llamó a una articulación total entre la Policía, la Justicia y el Municipio. «De nada sirve tener efectivos en la Capital si no cubrimos Paso de la Patria», aseveró, dejando en claro que la «Policía activa» y la inversión tecnológica serán las herramientas que la próxima gestión deberá mantener para proteger tanto a vecinos como a turistas.
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