05/12/2025 21:32
05/12/2025 21:31
05/12/2025 21:31
05/12/2025 21:31
05/12/2025 21:28
05/12/2025 21:27
05/12/2025 21:26
05/12/2025 21:26
05/12/2025 21:25
05/12/2025 21:25
» Voxpopuli
Fecha: 05/12/2025 20:46
El retroceso del consumo interno y la fuerte caída de la demanda en los mercados externos han marcado un año complejo para la industria maderera nacional. En ese escenario, Misiones, uno de los polos productivos más importantes del país, figura entre las provincias más golpeadas por la parálisis. Así lo analizó Mercedes Omeñuka, presidenta de FAIMA, durante una entrevista con Radio Up, donde repasó un escenario profundamente desigual dentro de la cadena productiva. “Misiones resultó una de las provincias más golpeadas por esta caída de la demanda”, sostuvo Omeñuka, quien explicó que la federación que preside representa desde la primera transformación de la madera hasta la fabricación de bienes finales como muebles, aberturas y viviendas. Heterogeneidad de la crisis: Stock inmovilizado y obras paralizadas La amplitud de la cadena productiva hace que el impacto de la crisis no sea uniforme. Mientras algunas pequeñas fábricas de muebles ven algo de movimiento, las industrias vinculadas a grandes obras están frenadas, principalmente por falta de financiamiento. La dirigente ejemplificó esta heterogeneidad con un caso reciente: una gran fábrica de puertas en Buenos Aires mantiene un stock inmenso, ya que los edificios a los que debía proveer detuvieron sus trabajos. “Tenían un stock enorme de puertas esperando que la obra se reactive. Esas aberturas quedaron ahí, sin destino claro”, lamentó. Esta dinámica se replica en la primera transformación: las pymes que dependen de terceros proveedores enfrentan condiciones mucho más adversas que las grandes empresas con materia prima propia. Los costos en alza y la imposibilidad de trasladarlos al consumidor La presión sobre los precios es constante. A la suba de insumos se suma el incremento de la energía, del combustible y de los costos logísticos. No obstante, Omeñuka advirtió que estos factores no pueden trasladarse al consumidor porque la demanda interna está demasiado deprimida. La combinación de costos crecientes, ventas estancadas, stock inmovilizado y escasez de financiamiento dejó a muchas firmas al borde de detener la producción o reducirla al mínimo. “Más de la mitad, te diría un sesenta o setenta por ciento, está atravesando el momento más difícil. La gran mayoría son pymes, y es justamente el sector más golpeado”, afirmó la titular de FAIMA. Expectativas por las reformas y la deuda pendiente del Gobierno Consultada sobre el diálogo con el Gobierno nacional, Omeñuka señaló que hay una “muy buena recepción” a los planteos del sector, aunque las expectativas no se traducen aún en medidas concretas. La dirigente remarcó que las pymes ven con esperanza iniciativas relacionadas con la modernización de la ley laboral, la reforma impositiva, la reducción de cargas y el impulso al financiamiento. “Sabemos que la manera de sobrevivir a todo esto es siendo más eficientes y competitivos, y eso implica inversión. Hoy eso no se puede hacer porque las tasas no acompañan”, explicó. La reforma laboral, en particular, es vista como un alivio esperado, sobre todo si avanza la flexibilización y se logra achicar la llamada “industria del juicio”, una de las principales preocupaciones del sector maderero. La titular de FAIMA reconoció que el Gobierno logró estabilizar algunos indicadores macroeconómicos, pero advirtió que la gran deuda pendiente sigue siendo la reactivación del mercado interno. “Falta todavía la parte de la reactivación. Estamos esperando que llegue”, concluyó, cerrando con un mensaje de cautelosa esperanza para el próximo ciclo económico. (Con información de RadioUp)
Ver noticia original