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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 05/12/2025 11:00
Con 37 años de trayectoria impartiendo justicia arriba del ring, Alcides Alasina habló con Despertar Entrerriano sobre su recorrido, la formación necesaria para convertirse en árbitro y la responsabilidad que implica estar a cargo de la seguridad de los púgiles en cada combate. A sus 68 años, continúa activo, movido por una pasión que lleva en el alma. En primera instancia y para dar contexto a su trayectoria como árbitro, Alcides recordó sus inicios como boxeador que luego le dieron paso a dirigir sus primeros combates amateurs: “Cuando arranqué como árbitro, me ponían en las amateurs y después hice un curso a nivel provincial” comentó, recalcando que con el curso a nivel entrerriano ya quedó habilitado para impartir justicia. Con el tiempo, recibió el aval de la FAB lo que le permitió comenzar a trabajar como árbitro profesional. Consultado por las diferencias entre dirigir amateur o profesional, el árbitro fue tajante: “Diferencias no hay ninguna. Simplemente hay que hacer cumplir las reglas como son” destacando que los principales puntos a vigilar en los combates son los golpes bajos, choques de cabeza, impactos en la nuca y en la zona de los riñones: “Uno tiene que estar atento siempre a la mirada de ambos boxeadores. Les pedís siempre que se respeten y que respeten la orden de lo que uno le da”. Sobre las sanciones que puede aplicar el árbitro en caso de golpes ilícitos, explicó: “Cuando un boxeador mete un cabezazo o un golpe bajo con intención, se lo manda al rincón neutral y ahí se le baja un punto. Hay que estar muy atento para advertir y actuar”. Uno de los momentos más delicados para un árbitro es decidir si un púgil puede o no continuar. Sobre este tópico, Alcides subrayó: “Cuando el boxeador recibe una mano, cae y apoya los guantes en el suelo, uno ya tiene que contar los segundos y evaluar si está en condiciones de seguir. En mi caso, me doy cuenta enseguida”, contó seguro de sí mismo. Además, destacó que ante un corte o por una nariz que no detiene el sangrado, debe detener la pelea para que intervenga el médico: “La prioridad es siempre el bienestar del boxeador”. Con décadas de experiencia y miles de anécdotas ligadas al boxeo, Alcides también se tomó el tiempo de analizar la evolución del deporte:“Hoy los chicos tienen más posibilidades de llegar rápido al profesionalismo. Antes había boxeadores con 60 o 70 peleas amateurs y les costaba subir. Yo peleaba semifondo amateur a 5 rounds, ahora todas son a 3 y ya con 4 rounds es profesional. Hubo un cambio grande”. Hablando sobre su extensa carrera, el árbitro dirigió muchas peleas destacadas, pero hay una que permanece especialmente en su memoria: “El combate que más recuerdo es cuando dirigí al ‘Raco’ Jaurena contra Alvarado. Fue en la época dorada del boxeo en Concordia” comentó. Para Alcides, ser árbitro significa mucho más que una función deportiva: “Es una pasión que tengo. He practicado otros deportes, pero el boxeo es el que más me llegó. Tengo 68 años y sigo todavía. Cuando me llaman, voy. Si puedo colaborar, colaboro”. Con casi cuatro décadas de experiencia, también dejó un mensaje para los jóvenes interesados en comenzar en la profesión: “Yo les digo que lo primero es poner atención, porque uno aprende mirando. Yo miraba peleas en la televisión, pero prestaba más atención a los árbitros que a las peleas. Y se aprende muchísimo. También hay que hacerse respetar, tanto por los boxeadores como por los rincones. Uno es el responsable de estar ahí arriba cuidando al boxeador”. Fuente: Despertar Entrerriano
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