05/12/2025 07:45
05/12/2025 07:45
05/12/2025 07:44
05/12/2025 07:44
05/12/2025 07:42
05/12/2025 07:41
05/12/2025 07:41
05/12/2025 07:41
05/12/2025 07:40
05/12/2025 07:39
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/12/2025 07:06
De la ropa olvidada a la experiencia sensorial: cómo Paula del Castillo ayuda a convertir el vestidor en un refugio de bienestar y placer visual La llegada de una nueva estación suele ser el momento ideal para transformar el vestidor y renovar la relación con la ropa. El cambio de temporada no solo implica guardar abrigos o sacar prendas ligeras, también representa una oportunidad para revisar, descartar y reorganizar el espacio personal. Así lo explicó a Infobae Deco, Paula del Castillo, organizadora profesional de espacios, quien comparte los cinco principios fundamentales para lograr un vestidor funcional y agradable. 1. Descartá lo que no va más El primer paso consiste en realizar un descarte exhaustivo. Paula sostiene que “las prendas que no usamos en los últimos dos años ya no deberían estar en nuestro vestidor”. Este proceso implica dejar ir aquellas piezas que ya no quedan bien, que no resultan cómodas o que simplemente han dejado de gustar. El objetivo es que, al guardar la ropa de la temporada entrante, solo permanezcan aquellas prendas que realmente se utilizan y generan bienestar. De este modo, el vestidor se convierte en un espacio donde cada prenda tiene sentido y utilidad. Más allá del orden, la experta propone estrategias para que cada prenda tenga sentido y el espacio invite a ser disfrutado 2. A guardar, a guardar La organización del vestidor requiere también prestar atención a la forma en que se doblan y almacenan las prendas. El uso de “tablitas de alto impacto” para doblar la ropa es de gran ayuda, una herramienta profesional que permite que todas las piezas queden alineadas y prolijas. Estas tablas, disponibles en diferentes tamaños según el tipo de prenda, facilitan mantener el orden visual y optimizar el espacio. Para quienes buscan una alternativa casera, la organizadora sugiere fabricar estas tablas en cartón, ya que “funcionan igual”. El resultado es un vestidor donde cada prenda ocupa el lugar adecuado y se encuentra fácilmente. El uso de tablas para doblar ropa permite optimizar el espacio y lograr un vestidor prolijo y alineado 3. Cada cosa en su lugar Otro de los pilares de la organización es el respeto por las categorías. La importancia de agrupar la ropa por tipo, como joggings, remeras de manga larga o corta, y mantener esa clasificación, hace que sea mucho más simple sostenerla a lo largo del tiempo. “Si respetamos la categoría, es mucho más fácil sostener el orden”, afirma Del castillo. Agrupar la ropa por categorías y reservar los estantes accesibles para prendas de uso frecuente facilita la rutina diaria 4. Hacétela fácil La personalización del vestidor es otro aspecto clave. Esta lógica se extiende a la disposición de los estantes: los de mayor accesibilidad deben reservarse para las prendas de uso frecuente, mientras que los estantes superiores pueden destinarse a lo que se utiliza menos. Así, la rutina diaria de vestirse se vuelve más ágil y placentera. La personalización del vestidor según los hábitos de cada persona mejora la funcionalidad y la comodidad del espacio Cada persona tiene necesidades distintas, por lo que la organización debe adaptarse a los hábitos de quien utiliza el espacio. Por ejemplo, quienes practican deporte con regularidad pueden ubicar la ropa deportiva en lugares más accesibles. Esta flexibilidad permite que el vestidor responda a la vida cotidiana de cada usuario. El cambio de temporada es el momento ideal para reorganizar el vestidor y renovar la relación con la ropa 5. Rótulos y contenedores salvadores El uso de rótulos constituye el último de los cinco consejos básicos. La experta recomienda etiquetar cada sección del vestidor, de modo que tanto el usuario como cualquier persona que colabore en la casa sepa exactamente dónde guardar cada prenda. “Si uno respeta los rótulos, ese sistema de orden que se establece de base es supersencillo de mantener. Son solo unos minutos diarios”, asegura. La presencia de carteles como “joggings” o “remeras” elimina la confusión y facilita la constancia en el orden. Los contenedores para ropa interior y accesorios prolongan la vida útil de las prendas y simplifican el orden Entre los consejos esenciales está, la importancia de contar con contenedores, especialmente para la ropa interior. “Los corpiños, bombachas, medias y calzoncillos deben ir en contenedores para evitar el desorden en los cajones”, explica Paula. Esta medida no solo facilita el mantenimiento del orden, también contribuye a prolongar la vida útil de las prendas. Además, resulta práctico para niños, ya que pueden sacar y guardar su ropa con mayor facilidad. “Cuando ves un cajón organizado, lo respetás. Si el cajón es un caos, ponés y sacás sin reparar demasiado”, afirma, subrayando el impacto visual en la conducta diaria. Etiquetar cada sección del vestidor con rótulos claros ayuda a mantener el sistema de organización a largo plazo Tips de yapa En espacios reducidos, la experta sugiere guardar la ropa de contratemporada en bolsas al vacío, maletas o estantes altos, lo que libera espacio para las prendas de uso actual. Esta estrategia evita que los percheros se saturen y permite que cada prenda esté accesible y visible. “Cuando los percheros están superapretados, es muy difícil sacar una prenda”, advierte, por lo que recomienda almacenar fuera de la vista aquello que no se utilizará durante varios meses. El cambio de temporada es el momento ideal para reorganizar el vestidor y renovar la relación con la ropa El aspecto sensorial del vestidor también merece atención especial. Paula insiste en la importancia de mantener el espacio ventilado y perfumado, ya que esto contribuye a que la experiencia de vestirse sea placentera. Relata el caso de una clienta que, tras una mudanza, se sentía abrumada por el desorden en el vestidor, a pesar de haberlo soñado durante años. “El espacio donde nos vestimos tiene que ser una experiencia que en su totalidad sea placentera. Nosotros tenemos que entrar y nos tiene que gustar entrar al lugar”, afirma, al resaltar el valor emocional de un entorno ordenado. Guardar la ropa de contratemporada en bolsas al vacío o estantes altos libera espacio y evita la saturación del vestidor La organización del vestidor, según Paula, no solo responde a criterios estéticos o funcionales, sino que impacta directamente en el bienestar diario. Un espacio ordenado invita a ser cuidado y disfrutado, mientras que el desorden genera rechazo y dificulta la rutina. La clave está en establecer sistemas simples, personalizados y sostenibles, que permitan mantener el orden con poco esfuerzo y disfrutar plenamente de cada prenda y cada rincón del vestidor. Fotos y Video: Bel Altieri (IWoKFilms)
Ver noticia original