04/12/2025 19:26
04/12/2025 19:25
04/12/2025 19:25
04/12/2025 19:25
04/12/2025 19:25
04/12/2025 19:24
04/12/2025 19:24
04/12/2025 19:24
04/12/2025 19:24
04/12/2025 19:24
La Paz » Infopaer
Fecha: 04/12/2025 18:53
La Defensora Pública de la jurisdicción La Paz, Nadia Musante, no ceja en su intento de que se declare la nulidad del allanamiento que se realizó el 28 de abril de 2024 en la casa que habitaba en Brovril, Norberto Miguel Rosales, y el pedido de exclusión probatoria de una evidencia de cargo obtenida en aquel allanamiento. Rosales está imputado del delito de Homicidio doblemente calificado por alevosía y críminis causa en relación a la violenta muerte del ex juez de Paz de Bovril, Roberto Cura, ocurrido en la madrugada del 3 de abril de 2024, cuando la víctima fue sorprendida y asesinada a golpes. Musante viene desarrollando una defensa comprometida que no se detiene ante los sucesivos reveses que la judicatura le prodiga. Así, a la apelación al rechazo de sus pedidos de nulidad del allanamiento y la exclusión como evidencia del misterioso “papel” que resolvió el juez técnico que presidirá el futuro juicio ante un Jurado Popular, le sumó el pedido de prórroga de la jurisdicción por posible falta de objetivad del potencial jurado ante el estado de conmoción que el hecho pudo crear en Bovril, que le fue rechazado, y la exclusión del jurado de todo ciudadano de Bovril, que sí le fue otorgada. En la audiencia de apelación, la defensora reiteró que la aceptación de una evidencia que se obtuvo, según sostuvo, de manera ilegal porque se fue más allá de lo que la orden precisó, significaría la vulneración de garantías constitucionales y de pactos internaciones a los que ha adherido el país, y tutelan el derecho de defensa, la garantía de defensa en juicio y la intimidad y privacidad de las personas. La defensora cuestionó que el juez que rechazó sus planteos y confirmó la incorporación de la evidencia, Rafael Cotorruelo, emitió su resolución privilegiando “la eficacia del procedimiento pero no en su legalidad”, en referencia a que el magistrado consideró “encomiable” la tarea de los efectivos de la Policía de Entre Ríos que realizaron el allanamiento y encontraron el misterioso papel. Tarea que la defensa cuestionó resaltando que se “excedió desde el inicio del procedimiento” indicando que buscaron más allá de lo que les ordenó la orden del juez de Garantías de la jurisdicción Walter Carballo. Oposición El fiscal, Facundo Barboza, y el querellante, Marcos Rodríguez Allende, se opusieron y recordaron que el planteo ya fue resuelto en otras oportunidades procesales, por lo que consideraron que de hacer lugar a los planteos se vulneraría el principio de seguridad jurídica. También recordaron que la defensa no se opuso en instancias anteriores y con esa conducta convalidó la incorporación de la evidencia. También señalaron que el propio imputado reconoció que el papel era suyo cuando prestó declaración indagatoria en sede de Fiscalía, por lo que pretendieron ver en el cuestionamiento en el modo de realizar el allanamiento una contradicción, puesto que también –en caso de hacer lugar- habría de emitir la nulidad de aquella declaración. El hecho A Rosales se le atribuye que «no pudiendo ser establecida con precisión la hora, pero aproximadamente a las 5 del 23 de abril de 2024, la persona identificada como Norberto Miguel Rosales ingresó a la finca sita encalle Eva Perón N º 1.599 de la localidad de Bovril -habitada por Roberto Curá y su esposa Violeta Elena Pereyra-, haciéndolo por el patio de la misma, y con la finalidad de sustraer elementos de valor, ingresó al quincho de la vivienda, lugar en el cual fue sorprendido por Curá, y lo atacó propinándole golpes de puño y puntapiés en distintas partes de su cuerpo, causándole traumatismo craneoencefálico grave, lesiones contusas de distinta complejidad en cabeza y rostro, y extensa hemorragia sub-aracnoidea, lo cual determinó su muerte”. La acusación sostiene que todo aquello ocurrió “con la finalidad de procurar su impunidad -al ser descubierto en su accionar por el morador de la vivienda- y aprovechándose especialmente del estado de indefensión de Curá, quien contaba con una edad avanzada, y posibilidades limitadas de defenderse ante lo sorpresivo de la situación. Finalmente, se introdujo a una habitación de la vivienda y sustrajo del interior de la misma un arma de fuego antigua, tipo pistolón, con cañón de aproximadamente veinte centímetros”. (APFDigital)
Ver noticia original