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» La Capital
Fecha: 04/12/2025 18:17
Daniela Cortés es mexicana y llegó en julio a la UNR para cursar en Humanidades y Ciencia Política. Quería conocer la ciudad del Che, de Fito Páez y de Messi Cuando eligió venir a Rosario, Daniela Cortés, sólo sabía que era la cuna del Che, la ciudad natal de Fito Páez y Lionel Messi. Apenas esa tríada despertó la curiosidad de esa mexicana, estudiante de la Universidad Autónoma Chapingo, para planificar su viaje de intercambio estudiantil en la Universidad Nacional de Rosario. A cuatro meses de vivir en la ciudad, y de transitar las aulas de las facultades de Humanidades y de Ciencia Política, siente que su intuición fue correcta. "Me sorprendieron la calidad de la universidad pública y, sobre todo, el trabajo de sus profesores, que es excelente" , dice y asegura que cuando vuelva a México extrañará las tardecitas en la ribera del río Paraná. Daniela tiene 20 años y vive en Puebla , una ciudad de 1,6 millón de habitantes del área central de México, conocida por su historia y la cerámica de Talavera. Cursa la carrera de Ingeniería Agronómica con especialización en sociología rural, y llegó a la UNR a fines de julio para sumarse a las materias de Antropología Económica; Extensión, Territorio y Organizaciones Sociales en la facultad de Humanidades y Teoría Sociológica Latinoamericana y Género y Trabajo Social en la facultad de Ciencia Política. Es una de las más de 40 estudiantes extranjeros que este cuatrimestre participan de intercambios adémicos en carreras de grado , un número que viene creciendo en los últimos años empujado por el mayor alcance de programas específicos y convenios bilaterales y de la trayectoria de la universidad pública local. Sin embargo, al momento de planificar su viaje, Daniela apenas sabía que Rosario quedaba cerca de Buenos Aires y conocía algunas figuras de la ciudad: el Che, Fito Páez y Lionel Messi, "una tríada que ya despertaba mi curiosidad". También, dice, "la calidad académica de la UNR, que fue lo que me impulsó". La joven llegó en el marco del programa Pila, de Intercambio Académico Latinoamericano, que tiene como objetivo promover estas experiencias con el fin de enriquecer la formación académica y profesional de los estudiantes, promover la internacionalización de la Educación Superior y fortalecer los lazos de cooperación a través convocatorias presenciales y virtuales. La universidad de Chapingo afrontó el costo de los pasajes y la UNR costeó el alojamiento en una residencia universitaria y el uso del comedor. Aún asi, recuerda, sus profesores le desaconsejaban que viaje a Argentina "por los conflictos que existen en el país con las universidades", pero lejos de desalentarla, afirma, esa negativa, le abrió el camino. "Quería ver de primera mano que estaba pasando", explica y considera que la realidad difiere de aquella que contaban los medios mexicanos y las redes sociales. "Cuando se habla de Argentina se habla de crisis económica y de las cosas que dice y hace (el presidente Javier) Milei y de su relación con (el presidente norteamericano, Donald) Trump. Y poco se dice de que más allá de la economía, la crisis es profundamente social, no se habla de los movimientos que existen de resistencia, de las protestas de las universidades públicas, de los docentes, de los jubilados, de las mujeres", señala. >>Leer más: Cada vez más estudiantes extranjeros realizan experiencias de intercambio en la UNR Y subraya que no se arrepiente de su elección. "Venía confiada en que lo que podía llegar a conocer me iba a gustar, y la verdad me gustó mucho", dice. estudaintes intercambio 2 La ciudad de Messi El primer encuentro con la ciudad no fue muy amable. "Llegar fue lo más difícil. En México estábamos en verano, Rosario me recibió en pleno invierno, muy crudo como es acá. En México la arquitectura, las calles, las comidas, todo es muy colorido, y acá todo se veía gris. También me costaba comunicarme: ustedes hablan muy rápido y, a veces, me costaba entender lo que decían", recuerda entre risas. En la residencia universitaria Ismael Bordabehere, de Santa Fe al 1400, conoció a otros jóvenes que participaban de programas de intercambio. Mariana, una brasilera, y otros tres estudiantes de Colombia. "Después empezamos las clases y, la verdad estoy muy conforme. El trato de los profesores y el tipo de pedagogía que manejan, horizontal, fluida, y lo participativos que son los estudiantes, me agradó mucho. El trabajo que hacen los profesores universitarios es excelente", apunta. Una familia en la UNR La universidad de Chapinga tiene sus raíces en la vieja Escuela Nacional de Agricultura, por lo que la oferta educativa está centrada en la cuestión universitaria. Fue fundada con el objetivo de que los hijos de los campesinos puedan acceder a la educación superior. La mayoría de los estudiantes están becados, reciben además un sustento de 150 dólares por mes, alimentación y viajes de estudio, cada semestre, en forma gratuita. "Es un sistema más parecido a la secundaria, donde estás de 8 a 20 en la universidad y allí haces las tareas, estudias o dormís una siesta en el pasto", cuenta Daniela. Y aunque dice que se lleva bien con esa rutina, también afirma que extrañará otras costumbres rosarinas que adquirió. "Mi experiencia en Rosario es muy grata, siento que al menos a mi me abrazó cuando llegué. En mi experiencia es una ciudad tranquila, con una arquitectura preciosa, con muchas cosas para hacer, donde nunca te vas a aburrir; todos los días salgo a caminar por la costa del río y, realmente, poder ver el anochecer en el Paraná es un show precioso que voy a añorar", afirma. De todas formas, dice, se lleva una o dos tareas. "Cuando llegue a México tengo que desmitificar cierto estereotipo que existe del argentino y es totalmente falso: me encontré con personas muy cálidas, que se dieron tiempo para conocerme, ya sea en la facultad o en un Uber. Y en la universidad fueron todos muy fraternos conmigo, muy empáticos, contenedores. Siento que tengo una familia rosarina".
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