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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 04/12/2025 14:42
Lorena Daiana Yedro, detenida en el estadio de Barracas Central Tres sospechosos con pedido de captura fueron detenidos por la Policía de la Ciudad el domingo pasado en el estadio de Barracas Central. Uno de ellos era un supuesto ladrón, escruchante nocturno. El otro, un abusador sexual. La tercera, capturada en la previa del encuentro con Gimnasia y Esgrima, estaba acusada del delito de estafa. Así, la mujer fue trasladada a la comisaría vecinal 4D, donde esperó su turno con la Justicia. Lorena Daiana Yedro es su nombre. Hincha de Barracas, de 37 años, con domicilio en la Villa Zabaleta. Se negó a declarar el miércoles por la mañana ante el juez Manuel De Campos, que había pedido su captura. Su captura, precisamente, fue lo que llamó la atención de la Policía de la Ciudad. El juez De Campos la había pedido de forma internacional en 2024. Desde Barracas, Lorena Daiana, básicamente, habría dejado las marcas delictivas de sus dedos en todo el planeta, con implicancias inquietantes. "Bobby" Chukwuemeka, prófugo de la Justicia Para la Justicia, fue una articuladora en una de las megaestafas llamativas de la historia reciente, llevada adelante por el grupo liderado por el nigeriano Obinna Chukwuemeka Ejikeme, alias “Bobby”, investigada desde 2019, una banda integrada por africanos y venezolanos acusada de robarle más de un millón de dólares a mujeres argentinas con creativos cuentos del tío. La banda fue allanada en varios puntos en 2019: les encontraron un millón y medio de dólares falsos. A una mujer porteña, por ejemplo, le quitaron $2 millones en 2020 vía Telegram con una historia centrada en un falso marine norteamericano, ya retirado, que custodiaba pozos petrolíferos en Siria. El ex marine pedía depósitos y giros, una y otra vez. Quienes los cobraban eran dos operadoras de la banda. A otra, de 75 años le robaron $2,7 millones en moneda argentina con otra mentira de amor. Esta vez, el personaje central fue un ingeniero geofísico, también estadounidense. Cuatro cobradores se encargaron de desplumarla. Tres de ellos están identificados y procesados. Un tercero operaba, se cree, en Tailandia. El posible destinatario final de esa fortuna, según las sospechas de la Justicia y la PFA: el terrorismo islamista de Boko Haram, célebre por sus secuestros y mutilaciones sexuales de mujeres en la década pasada. El millón y medio de dólares falsos incautado a la banda Yedro, según una alta fuente del caso, reportaba directamente a “Bobby”: desde Barracas, según detectó el juez De Campos y su equipo, realizó varios giros de Western Union a países como Senegal, Tanzania y Nigeria, además de Colombia y Venezuela. La acusada, también, reportaba a Nicol Michel Oviedo, venezolana, quien le da nombre al expediente y una de las jugadoras principales del caso, que ya lleva más de seis años de investigación. “Yedro tenía pedido de captura desde la primera etapa del caso”, asevera una fuente crucial en el palacio de Talcahuano: “Está bancarizada. Ahora, hay que invetigar sus cuentas.” "Anthony", el sospechoso detenido en Ezeiza Yedro no es la única sospechosa del caso en ser detenida en los últimos tiempos de forma un tanto curiosa. Ikechukwue Ndubuisi, alias “Anthony”, de 44 años y nacido en Nigeria, fue arrestado a comienzos de octubre en el Aeropuerto de Ezeiza por el Departamento División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la PFA, el área local de Interpol, mientras intentaba volver a la Argentina vestido con una camiseta de River Plate. La Justicia lo ubicaba en la cima de la pirámide de la banda, apenas debajo de “Bobby”. Lo buscaban desde 2022. “Anthony” no solo tenía una circular roja de Interpol en su contra ordenada por la Justicia argentina; también lo habían marcado con una notificación plateada, otra herramienta empleada por Interpol para detectar movimientos de dinero sucio. Por qué volvió a la Argentina en un vuelo desde Etiopía, vía Brasil, es algo difícil de entender.
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