04/12/2025 07:45
04/12/2025 07:39
04/12/2025 07:38
04/12/2025 07:38
04/12/2025 07:37
04/12/2025 07:37
04/12/2025 07:36
04/12/2025 07:35
04/12/2025 07:34
04/12/2025 07:34
» on24
Fecha: 04/12/2025 07:10
El consultor ganadero Víctor Tonelli analizó el momento que atraviesa el mercado de carnes tras tres años de faena por encima del equilibrio. Anticipó un período prolongado de menor oferta, precios sostenidos y un cambio estructural en el consumo, con mayor protagonismo del cerdo y el pollo. El especialista en ganados y carnes Víctor Tonelli describió un escenario de fuerte reacomodamiento en la actividad ganadera argentina. Según explicó, la faena lleva tres años ubicándose por encima de la tasa de equilibrio, un fenómeno asociado principalmente a la sequía extrema que golpeó al país entre 2023 y 2025. Ese proceso derivó en una pérdida estimada de tres millones de cabezas, que llevó el stock de 53,5 millones a cerca de 50,5 millones. “Faenar por encima del equilibrio no es sostenible por mucho tiempo”, advirtió. Tras las elecciones y en un clima de mayor previsibilidad, el sector comenzó a encaminarse hacia la recuperación de stocks, un ciclo que, según Tonelli, requiere entre dos y cuatro años. Los primeros efectos ya comenzaron a verse en noviembre, con una mayor retención de animales. “El productor retiene para agregar kilos o transformar la hacienda en vientres productivos. Es un proceso virtuoso, pero sus resultados se verán recién en el segundo semestre de 2027”, explicó. Mientras esa recomposición avanza, la menor oferta disponible empuja los precios hacia arriba. Tonelli señaló que esa recuperación de valores ya se refleja en los mostradores, aunque en algunos casos el traslado del aumento del ganado al precio de la carne todavía se realiza parcialmente. Recordó además que, desde el inicio de la gestión de Javier Milei, tanto el ganado como la carne habían evolucionado por debajo de la inflación acumulada. “A fin de noviembre estarán igual o ligeramente por encima”, estimó, aunque aclaró que los valores actuales están cerca de un techo: “No imagino subas significativas adicionales en el valor del ganado”. Sin embargo, el consultor remarcó que el proceso de recomposición de stocks implica, en su etapa inicial, una fuerte caída de la oferta y una demanda firme, en especial la internacional. Ese desfasaje generará tensión en los precios durante al menos los próximos 18 a 24 meses. “Van a estar por arriba o iguales, pero muy firmes. Para el productor es positivo; para el consumidor, no tanto. Pero es inexorable: los tiempos biológicos de la ganadería vacuna son muy largos”, explicó. Tonelli también analizó el cambio profundo en los hábitos de consumo. Hoy la Argentina ingiere unos 115 kilos de proteína animal por persona al año: alrededor de 49 kilos de carne vacuna, 17 de cerdo y entre 49 y 50 de pollo. Esa composición, aseguró, es récord mundial en volumen total. A nivel global, la relación entre carnes es muy distinta: 80% corresponde a pollo y cerdo, y apenas 20% a carne vacuna. En el país, la tendencia muestra una caída sostenida de cinco kilos por década en el consumo de carne vacuna y un aumento de diez kilos por década en cerdo y pollo. “En diez años estaremos en 40 o 42 kilos de carne vacuna y entre 75 y 78 kilos de cerdo y pollo”, proyectó. Finalmente, Tonelli explicó que esta transformación no depende de gobiernos ni coyunturas específicas: es un cambio estructural. Las diferencias en eficiencia de conversión de alimento en carne hacen que la producción de cerdo y pollo sea mucho más competitiva. Mientras el pollo convierte 1,5 kilos de materia seca en un kilo de producto y el cerdo 2,5 a uno, la ganadería vacuna requiere entre siete y 7,5 kilos para producir un kilo de carne. “Es inevitable que la carne vacuna sea más cara que las otras”, concluyó.
Ver noticia original
.gif)
Examedia © 2024
Desarrollado por