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Concordia » Saltograndeextra
Fecha: 04/12/2025 00:45
El Acuerdo UE-Mercosur promete convertirse en un hito geopolítico y comercial para Sudamérica y Europa. Sin embargo, su ratificación enfrenta resistencias —especialmente agrícolas— mientras la región intenta posicionarse en un tablero global marcado por tensiones crecientes. El Acuerdo UE-Mercosur, impulsado por Brasil para firmarse el próximo 20 de diciembre, apunta a crear una de las áreas de libre comercio más grandes del planeta. Con más de 780 millones de personas y un PIB conjunto superior al 25 % mundial, el bloque birregional enviaría un mensaje potente en medio de la incertidumbre global. Durante la Asamblea Parlamentaria EuroLat en Bruselas, la secretaria general del Servicio Europeo de Acción Exterior, Belén Martínez Carbonell, publicó que la conclusión del pacto “establecerá un mensaje geopolítico importante”. La funcionaria difundió estas declaraciones en medios oficiales europeos. A su vez, el diputado colorado Rodrigo Gamarra afirmó que el proceso “definirá el rumbo político y estratégico de ambas regiones”, al tiempo que el Parlasur ratificó su compromiso con un acuerdo que considere las particularidades productivas del Mercosur. Necesidad regional frente a la tensión global En Montevideo, autoridades uruguayas y catalanas coincidieron en que avanzar hacia la firma es una “necesidad” para los países sudamericanos. El intendente Mario Bergara remarcó que el tratado contradice el deterioro del multilateralismo y la creciente confrontación entre Estados Unidos y China. Según Bergara, ese escenario empuja a los países intermedios a un riesgo de “asfixia e irrelevancia”. Desde Europa, Josep Vives, delegado del gobierno de Cataluña, destacó que el acuerdo permitiría ampliar la cooperación en biotecnología, industrias culturales y deporte. En la misma línea, el embajador español en Uruguay, Javier Salido Ortiz, sostuvo que América Latina comparte con Europa “valores y principios” que fortalecen la alianza birregional. El obstáculo agrícola: Francia, subsidios y temores productivos El avance hacia la firma enfrenta un freno notable: la resistencia agrícola europea, con Francia como principal foco de oposición. París exige mayores protecciones frente a lo que considera una competencia desleal. El ministro uruguayo de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, analizó esta situación y explicó que el mundo agrícola europeo “funciona en base a subsidios”. Según el funcionario, Francia “no tiene cómo competir” con los productores del Mercosur, por lo que es probable que solicite nuevas compensaciones. El acuerdo abriría el ingreso de maquinaria, automóviles y bebidas europeas, mientras que facilita la exportación sudamericana de carne, pollo, azúcar, arroz y soja. Fratti anticipó que podrían surgir fricciones en el sector lácteo, aunque valoró positivamente el impacto general para Uruguay. La firma del tratado, prevista entre el 15 y 16 de diciembre, coincidirá con la Cumbre del Mercosur en Foz de Yguazú (Brasil).
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