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Parana » Inventario22
Fecha: 03/12/2025 08:58
Avanza la identificación del horror en La Perla Luego de la recolección de una importante cantidad de restos óseos humanos empieza el trabajo de clasificación, identificación y cotejo con las muestras existentes. Son huesos mezclados y no esqueletos completos ya que, como dijeron testigos, los cuerpos fueron removidos y trasladados luego de ser enterrados. Fecha/Hora: 03/12/2025 08:23 Cód. 109278 Tiempo de lectura: 4.9 minutos. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comunicó los resultados de la campaña de búsqueda 2025 de restos de personas desaparecidas en La Perla, el centro clandestino de detención, tortura y exterminio más importante del interior del país por el que, según se calcula, pasaron dos mil detenidos desaparecidos. “Se hallaron restos óseos humanos desarticulados y evidencia de antiguas fosas, algo consistente con los testimonios”, anunció el EAAF. Los testimonios marcaban la zona de Loma del Torito -hoy parte de la Reserva Natural Militar La Calera- como la zona donde habrían estado enterrado numerosos cuerpos que luego fueron removidos. De las 14 mil hectáreas que conforman el terreno total de La Perla, se delimitó un área de 10 hectáreas gracias a un análisis de registros fotográficos aéreos de 1979 que llevó adelante Guillermo Sagripanti, miembro del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Estas fotos dieron las señales del terreno que parecía haberse alterado por remoción de tierra. Así, a mediados de septiembre y con la campaña 2025 recién comenzada, se pudo confirmar el hallazgo de restos humanos a pocos metros de donde se había culminado la búsqueda anterior. “Durante los trabajos se excavaron cuatro hectáreas, realizando unos 10.000 metros lineales de trincheras divididos en unas 470 trincheras de 20 metros en promedio”, detalló el informe, que destaca la colaboración del Instituto de Medicina Forense de Córdoba. Los hallazgos se dieron en dos de las zonas excavadas y ahora ese material entrará en un largo trabajo de laboratorio para su clasificación, identificación vía análisis genético y luego cotejo con el material aportado por familiares de desaparecidos que están en el Banco Nacional de Datos Genéticos -que sufrió la intervención de la motosierra de Milei- y en el banco del EAAF. La búsqueda se da en el marco de la causa conocida como “Enterramientos clandestinos”. Los querellantes publicaron un comunicado en el que manifestaron lo conmovedor del hallazgo y la necesidad de continuar con los trabajos: “Ahí han hallado huesos: lo que queda de nuestros padres, hermanos, hijos, esposos. Allí están muchos de los miles de desaparecidos secuestrados en Córdoba, en esa loma y en otras. No solo los escondieron: los cuerpos no están enteros, están revueltos en la tierra, desarticulados, profanados”. “49 años después, por fin pisamos el suelo en donde están. La tierra echa luz en tiempos de oscuridad y de odio. Cada palmo de tierra removida nos remueve el corazón. Ese predio, Loma del Torito, es para nosotros un camposanto. 49 años después, estas lomas nos revelan certezas. Que nuestros familiares están allí, cerca de La Perla de dónde los sacaron para matarlos como lo dijeron sobrevivientes desde 1980”, reza el texto. El hallazgo es coincidente con dos testimonios fundamentales: el de José Julián Solanille, un baqueano que declaró haber visto fusilamientos en la Loma del Torito con la fosa común abierta; y el del ex teniente coronel Guillermo Bruno Laborda, que entre otras confesiones contó que en 1979 los cuerpos enterrados allí fueron removidos antes de la llegada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Este dato fue el que tuvo en cuenta Sagripanti a la hora de analizar las fotos. En la mañana del martes, las familias querellantes y miembros de los organismos de derechos humanos pudieron acceder a los terrenos junto a los equipos de investigación; el titular del Juzgado Federal n°3 de Córdoba, Miguel Hugo Vaca Narvaja y el secretario de Derechos Humanos del Juzgado Federal, Miguel Ceballos; tres miembros del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba -su presidente, Miguel Angulo, además de Luis Rubio y Jéssica Valentini-; autoridades provinciales y municipales y de las universidades de Córdoba y de Río Cuarto; y representantes del Ejército Argentino. Luego, hubo una presentación formal del informe del EAAF en conferencia de prensa. “En esa remoción quedaron restos que es lo que está apareciendo, pequeños huesos, distintos, no huesos completos. Pero esto nos será suficiente, como sucedió en los hornos de La Ochoa diez años atrás, de poder identificar a personas. Lo importante es terminar con el duelo de las familias de las personas que van a ser identificadas”, señaló el juez Vaca Narvaja. En La Ochoa, a unos seis kilómetros de La Perla, se hallaron los restos de cuatro estudiantes de medicina y militantes de la Juventud Unida Peronista (JUP). Desde el juzgado destacaron el trabajo de la Brigada de Explosivos de la Policía provincial, ya que durante las excavaciones se encontraron materiales potencialmente peligrosos que debieron ser detonados. Fuentes de la investigación le dijeron a Página/12 que no es posible confirmar el origen de los mismos: si fueron plantados adrede, si quedaron enterrados luego de entrenamientos militares o si llegaron allí por alguna otra circunstancia. El comunicado de los querellantes sigue con un reclamo contra el pacto de silencio de los militares -nunca roto- y contra la falta de una política de búsqueda activa y permanente: “Que el ejército argentino siempre supo dónde estaban (y están): en terrenos de ellos. Que con su silencio siguen manteniéndolos secuestrados. Que el Estado argentino no los buscó lo suficiente”. La campaña 2025 se cerró por la llegada de la época de lluvias, ya que el trabajo necesita de un suelo seco para hacer el zarandeo de la tierra en grandes filtros que dejan al descubierto los restos óseos. Pero cada campaña requiere de algo fundamental: recursos. Y eso es lo que encierra el pedido de los familiares: “Había mucha información: si hubieran buscado de manera continua los habrían encontrado en estos 50 años. Por eso hoy pedimos un equipo de búsqueda permanente en Córdoba”. Anunciaron que promoverán “una ley de búsqueda que defina como política de Estado la búsqueda permanente, la recuperación y la identificación de todos y todas los secuestrados-desaparecidos”.
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