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» Diariopinion
Fecha: 03/12/2025 05:13
En pleno Galpón G, colmado de militantes oficialistas, un joven disfrazado de un inocente y simpático leoncito —símbolo que identifica a La Libertad Avanza y al presidente Milei— fue violentamente expulsado por efectivos de la policía provincial. A empujones, arrastrado y rodeado por uniformados que actuaron sin el más mínimo criterio democrático, el militante fue sacado del recinto como si el solo hecho de portar un disfraz opositor constituyera un delito. Una postal grotesca y feudal que recuerda los mecanismos más oscuros del autoritarismo. Testigos afirman que los golpes, los empujones y los forcejeos fueron constantes. La escena se volvió aún más absurda cuando uno de los policías —al que en redes bautizaron como "el carancho"— simuló una caída para intentar justificarse como víctima. Ridículos La maniobra quedó rápidamente desmentida por varios videos filmados desde distintos ángulos, que muestran claramente al efectivo, de más de 120 kilos, arrojándose al suelo para aparentar una agresión inexistente. La teatralización incluyó incluso su traslado en ambulancia, en un intento desesperado de construir un relato que exculpara el uso desmedido de la fuerza. La oposición no tardó en reaccionar. La diputada mandato estafado Gabriela Neme escribió en redes con dureza: "SIEMPRE LOS MISMOS. La policía militante de Insfrán sacó del predio donde se van a proclamar los representantes del pueblo en forma violenta, grotesca y sin respetar la diversidad democrática. Este acto no es del gobierno: es de la democracia pisoteada por el régimen." Neme también responsabilizó directamente al ministro de Gobierno y al propio gobernador por la seguridad de los ciudadanos presentes. En la misma línea, el senador nacional Francisco Paoltroni expresó su repudio: "En la Formosa de Insfrán, usar el disfraz de un león ya es motivo para ser agredido y expulsado por la Policía. No hay libertad, no existe la República y hacen todo lo posible para silenciar y amenazar a cualquiera que se atreva a levantar la voz contra el régimen." Desde La Libertad Avanza calificaron el hecho como "un accionar desmedido" y denunciaron persecución política, resaltando que la ceremonia de proclamación no pertenece al Gobierno, sino a la democracia en su conjunto. "Una vergüenza el accionar de la policía militante de Insfrán", expresaron, señalando que se trató de un episodio de violencia institucional destinado a disciplinar a la oposición. El incidente, que ya circula masivamente en redes sociales, no solo revela la falta absoluta de tolerancia del oficialismo hacia la pluralidad política, sino que profundiza la percepción de que Formosa vive bajo un esquema donde la libertad de expresión y la participación cívica quedan supeditadas a la voluntad del poder. Lo que ocurrió en el Galpón G no es un hecho menor: es una advertencia oscura sobre cómo entiende el régimen de Insfrán los actos democráticos. Un joven disfrazado de león, convertido en enemigo. Una policía politizada, actuando como fuerza de choque. Un acto institucional, deformado por la violencia feudal que caracteriza a un gobierno cada vez más intolerante. Formosa vuelve a ser noticia nacional por las razones equivocadas. Y la democracia, una vez más, queda herida en manos de quienes deberían protegerla.
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