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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/12/2025 02:39
Hasta el 80% de las enfermedades cardiovasculares son prevenibles con hábitos saludables, según la Fundación Española del Corazón (Imagen Ilustrativa Infobae) Cada año, las enfermedades cardiovasculares se instalan como la principal causa de muerte a nivel mundial, con especial impacto en América Latina. Sin embargo, hasta el 80% de estos casos pueden prevenirse mediante la adopción de hábitos saludables, según la Fundación Española del Corazón (FEC). Los especialistas coinciden en que existen una serie de recomendaciones esenciales para mantener un corazón sano después de los 60 años. Y aseguran que estos consejos, sustentados por evidencia científica y experiencia clínica, incluyen actividad física, alimentación saludable, descanso adecuado, controles médicos y la reducción de hábitos nocivos y estrés. Nunca es tarde para comenzar a cuidar la salud cardiovascular. Prevención cardiovascular en adultos mayores La edad biológica puede ser hasta seis años menor que la cronológica si se cumplen las recomendaciones de la Asociación Estadounidense del Corazón (Imagen Ilustrativa Infobae) Según las últimas estimaciones globales publicadas por la OMS, se estima que 19,8 millones de personas murieron en 2022 a causa de enfermedades cardiovasculares (ECV). Esta cifra representa aproximadamente el 32% de todas las muertes registradas a escala mundial. Más de cuatro de cada cinco defunciones por ECV se deben a cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares (ACV). Datos posteriores, como los aportados por el Estudio de la Carga Mundial de Enfermedad (GBD), publicado a finales de 2023, estimó que las ECV causaron 1 de cada 3 muertes a nivel mundial ese año. Según destacó en una nota a Infobae el cardiólogo Valentín Fuster, director del Instituto Cardiovascular del hospital Mount Sinai de Nueva York, “la longevidad solo importa si es sana”. Fuster subrayó que la prevención debe comenzar desde la juventud, pero sus beneficios persisten a cualquier edad. En la misma línea, un análisis de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) señaló que adoptando hábitos saludables, la edad biológica puede ser hasta seis años menor que la cronológica, lo que implica una mejor calidad y expectativa de vida. 1- Actividad física regular: movimiento diario adaptado El ejercicio de fuerza dos veces por semana es fundamental para conservar la masa muscular y prevenir la sarcopenia en adultos mayores (Imagen ilustrativa Infobae) El primer consejo es incorporar ejercicio de forma constante. Antonia Delgado, cardióloga del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, recomienda caminar entre ocho mil y diez mil pasos diarios y ejercitarse al menos dos veces por semana. Andrés Íñiguez, expresidente de la FEC, sugiere caminar una hora al día. Jorge Solís, coordinador de la Unidad de Imagen Cardiaca del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, aconseja levantarse cada 60 a 90 minutos para realizar paseos breves o subir escaleras y contrarrestar el sedentarismo. Las actividades aeróbicas, como andar rápido, bailar, andar en bicicleta o practicar aerobic, son especialmente beneficiosas. Paula Awamleh García, cardióloga del Hospital Universitario de Getafe, en España, explicó que el ejercicio moderado permite mantener una conversación con respiración levemente acelerada, mientras que el vigoroso, como correr o realizar ciclismo intenso, requiere mayor esfuerzo y dificulta hablar. Íñiguez indicó que la frecuencia cardíaca ideal debe situarse entre el 60% y el 75% de la máxima, calculada restando la edad a 220. Los especialistas remarcan la importancia de complementar el ejercicio aeróbico con dos días de entrenamiento de fuerza por semana, usando pesas o bandas, para preservar la masa muscular y evitar la sarcopenia. Además, entrenar el equilibrio contribuye a prevenir caídas y a mantener la autonomía en la vejez. 2- Alimentación saludable: priorizar lo natural y la dieta mediterránea La dieta mediterránea, rica en vegetales, legumbres y aceite de oliva, protege el corazón y previene enfermedades crónicas (Imagen Ilustrativa Infobae) El segundo pilar es mantener una alimentación adecuada. Una dieta mediterránea, que incluya aceite de oliva, cereales integrales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pescado, yogur y queso fresco, y limite a carnes rojas y ultraprocesados suele ser la más recomendada por los especialistas. Asimismo, destacan que la sal resulta un “enemigo silencioso” que favorece la hipertensión, y la mayor parte proviene de productos procesados. La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar los cinco gramos de sal diarios. 3- Descanso y sueño: el valor de dormir bien Dormir de siete a nueve horas cada noche favorece la recuperación del cuerpo y disminuye el riesgo cardiovascular (Freepik) Un descanso de calidad constituye el tercer consejo fundamental. La FEC estima que el 36,2% de los españoles padece falta de sueño. Los adultos necesitan entre siete y nueve horas de descanso por noche. Priscilla Duran-Luciano, experta en epidemiología cardiovascular y voluntaria de la AHA, señaló que dormir mal eleva el riesgo cardiovascular hasta un 45%, incrementando la presión arterial, la inflamación y dificultando el control del peso. Los especialistas recomiendan establecer horarios regulares y evitar pantallas una hora antes de acostarse, así como crear un ambiente oscuro y fresco para dormir. Incorporar rutinas relajantes antes de dormir, como leer, escuchar música tranquila o realizar ejercicios de respiración profunda es de gran ayuda para mejorar el descanso. Así como cenar de forma ligera y evitar el alcohol y los estimulantes cerca de la hora de acostarse. Priorizar el buen descanso es clave para la salud cardiovascular. 4- Controles médicos y estudios preventivos Los chequeos médicos regulares posibilitan la detección temprana de factores de riesgo como colesterol, glucosa y presión arterial (Imagen Ilustrativa Infobae) El cuarto consejo consiste en realizar controles médicos periódicos. Delgado destaca el papel central del médico de atención primaria, especialmente desde los 40 años en hombres y los 45 en mujeres, para detectar y controlar factores de riesgo como la presión arterial, el colesterol y la glucosa. Los especialistas remarcan que muchas personas desconocen la presencia de estos “asesinos silenciosos” y recomiendan no esperar síntomas para hacerse chequeos. Ante señales de alerta como dolor en el pecho, mareos o dificultad respiratoria, debe consultarse al médico. No se debe tomar medicación sin receta, ya que la automedicación resulta peligrosa y la información en redes sociales puede no ser fiable. 5- Evitar hábitos tóxicos y reducir el estrés Evitar el tabaco y el vapeo es crucial, ya que ambos dañan los vasos sanguíneos desde la primera exposición (Freepik) El quinto consejo es eliminar hábitos nocivos y controlar el estrés. “El tabaco es veneno y el vapeo también”, enfatizan los especialistas, para quienes “no existe dosis segura de tabaco”, ya que el daño a los vasos sanguíneos ocurre desde la primera exposición. Al respecto, la Sociedad Europea de Cardiología señaló la fuerte relación entre salud mental y enfermedades cardiovasculares. Además, las recomendaciones incluyen destinar momentos del día sin correos electrónicos ni noticias, mantenerse activo en entornos naturales, escuchar música y practicar ejercicios de respiración como medidas para relajarse. Otros factores: control de peso, presión arterial, colesterol y glucosa El estilo de vida influye sobre el riesgo cardiovascular incluso en presencia de predisposición genética, subrayan los expertos (Freepik) La AHA identifica ocho hábitos esenciales para retrasar el envejecimiento biológico, entre los cuales figuran el control del peso, la presión arterial, el colesterol y la glucosa en sangre. Gabriel Lapman, fundador de la Sociedad Argentina de Medicina del Estilo de Vida, explicó en una nota a Infobae que existe una correlación directa entre longevidad y hábitos saludables. Ramiro Heredia, médico clínico del Hospital de Clínicas José de San Martín, señaló que un índice de masa corporal entre 18,5 y 25 es el ideal, y mantener valores adecuados de colesterol y glucosa disminuye el riesgo de enfermedades crónicas y el deterioro cognitivo. Innovación y futuro: tecnología, genética y longevidad saludable Las nuevas tecnologías permiten realizar electrocardiogramas portátiles y detectar placas arteriales antes de presentar síntomas (Freepik) La tecnología y la genética están revolucionando la prevención cardiovascular. Fuster mencionó a Infobae que ya se realizan electrocardiogramas mediante dispositivos portátiles, y el ultrasonido tridimensional permite detectar placas arteriales precozmente. Además, la genética de la médula ósea influye en el riesgo de enfermedad cardiovascular, y el estilo de vida puede potenciar o atenuar ese riesgo. Investigaciones recientes demostraron que intervenir sobre factores de riesgo y condiciones sociales puede frenar la progresión de la demencia y mejorar la salud cerebral en mayores. Adoptar estas cinco recomendaciones —actividad física, alimentación saludable, descanso, controles médicos y evitar hábitos tóxicos— puede marcar una diferencia significativa en la calidad y esperanza de vida. Como concluyó Fuster, la prevención es una tarea continua y “nunca es tarde para empezar a cuidar el corazón”.
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