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Diamante » Neonetmusic
Fecha: 03/12/2025 01:50
Alrededor de las primeras horas del 2 de diciembre de 2025, dos individuos irrumpieron en una oficina situada en la calle Piedrabuena, entre Andrés Pazos y Urquiza. El propietario del local, quien se encontraba solo en el sitio, fue sometido de manera brutal por los asaltantes, quienes lo inmovilizaron con ataduras para facilitar su escape. Este episodio de violencia no solo dejó al empresario atónito, sino que también expuso las vulnerabilidades de los comercios locales ante la delincuencia organizada. Los ladrones actuaron con precisión quirúrgica, apoderándose de un botín valioso que incluía una decena de teléfonos móviles, una laptop de última generación y un reloj de pulsera de alto costo. Mientras la víctima luchaba por liberarse, los perpetradores huyeron en la oscuridad, dejando tras de sí un rastro de caos y temor. Horas más tarde, el auxilio llegó gracias a un vecino alertado por los ruidos, quien contactó inmediatamente a las autoridades. La rápida respuesta inicial permitió que el herido recibiera atención médica, aunque el trauma psicológico podría perdurar por mucho tiempo. La investigación policial tomó un giro inesperado cuando los agentes rastrearon la señal de uno de los dispositivos robados, lo que los llevó hasta el barrio Macarone. Allí, en un callejón discreto, descubrieron una mochila descartada que contenía gran parte de los objetos hurtados, envueltos en improvisados paquetes. Este hallazgo clave no solo recuperó bienes por miles de pesos, sino que también proporcionó pistas frescas para la persecución. Los peritos forenses examinaron las evidencias, confirmando huellas digitales que apuntaban directamente a un sospechoso habitual en la zona. En un operativo sorpresa cerca del arroyo, en las intersecciones de Güemes y Moreno, la fuerza de seguridad capturó a uno de los implicados, quien intentaba evadir la justicia a pie bajo la lluvia intermitente. En su posesión, los uniformados hallaron un teléfono sustraído aún encendido, con mensajes recientes que delataban su rol en el atraco. Fuentes cercanas al caso revelaron que este hombre, de unos 30 años, había trabajado previamente para el damnificado, lo que añade un matiz de traición a la trama criminal. Su cómplice, sin embargo, permanece en la fuga, intensificando la búsqueda en los alrededores. Todo el procedimiento ha sido remitido a los tribunales competentes, donde se evalúan cargos por robo agravado y lesiones leves. Este suceso resalta la necesidad de mayor vigilancia en áreas comerciales de la capital entrerriana. Las autoridades prometen actualizaciones pronto, pero por ahora, el empresario afectado se recupera en su hogar, reflexionando sobre cómo un conocido se convirtió en verdugo. Noticia vista: 563
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