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» tn24
Fecha: 02/12/2025 11:48
El exsenador, diagnosticado con ELA, afirmó que su misión es “unir a los argentinos” y sostuvo que la Argentina “no necesita héroes de bronce”. Planteó un liderazgo basado en humildad, diálogo y reconciliación. El exsenador Esteban Bullrich sorprendió al anunciar su intención de competir por la Presidencia en 2027. En una entrevista televisiva, afirmó que, aun en un escenario adverso, siente que puede aportar a la unidad nacional. “Creo que, aunque pierda, puedo unir a los argentinos; esa es mi misión”, sostuvo, al tiempo que remarcó que “la Argentina no necesita héroes de bronce”, sino otra forma de liderazgo político. Bullrich, que fue ministro de Educación y dejó su banca en el Senado tras ser diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), recordó que en aquel momento renunció “a los honores pero no a la lucha” y que su compromiso sigue orientado a “dejar un mejor país” para sus hijos. Aclaró que la decisión de ser candidato no depende solo de su voluntad y que será clave el consenso familiar, aunque fue contundente al señalar: “yo me quiero presentar”. Al analizar el tipo de liderazgo que propone, el exsenador retomó conceptos de su libro “Liderazgo espiritual”. Sostuvo que la Argentina no necesita dirigentes infalibles ni iluminados, sino “almas grandes” que acepten la humildad como base, el diálogo como método y la reconciliación como horizonte. En esa línea, remarcó que su condición física no invalida su proyecto: explicó que solo puede mover los ojos y definió su eventual campaña como “mi alma hablándole al alma de los argentinos”. Durante la entrevista también repasó el diagnóstico que hizo sobre la provincia de Buenos Aires en su libro “Una Nueva Buenos Aires”. Describió un territorio partido entre un conurbano atravesado por la pobreza y un interior que se siente olvidado, con escuelas que sostienen derechos básicos con enorme esfuerzo, familias marcadas por la desigualdad y hospitales que “hacen milagros” con recursos mínimos. Señaló además la inseguridad, la falta de oportunidades para los jóvenes y una brecha profunda entre barrios separados apenas por una ruta, pero con realidades opuestas. Bullrich aseguró que, aunque desconoce cuánto tiempo de vida le queda, tiene claro qué hacer con él: “amar, servir, reconciliar y sembrar esperanza”. Definió ese rumbo como el centro de su liderazgo y su camino personal, y lo vinculó a una convocatoria a construir un país “más justo, más fraterno y más humano”.
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