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  • Una diputada bonaerense del kirchnerismo propuso un impuesto a los gases emitidos por las vacas

    » tn24

    Fecha: 02/12/2025 11:36

    Se trata de Lucía Klug, legisladora provincial en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires e integrante del bloque UxP vinculada al sector político de Juan Grabois. Sostiene que su iniciativa es necesaria y la defendió porque la considera clave en materia ambiental. La diputada Lucía Klug impulsa un proyecto para crear la Tasa Ambiental sobre el Metano en Buenos Aires (TAMBA), destinada a gravar las emisiones generadas por la ganadería. La iniciativa despertó un rechazo inmediato de la la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). En este marco, Klug y el presidente de Carbap, Ignacio Kovarsky, debatieron durante un segmento en el portal Infobae en Vivo y expusieron su visión de la problemática ambiental y el impacto que puede generar en el sector. Klug, de UxP, señaló que se trata de un tema ampliamente discutido en convenciones internacionales y respaldado por estudios científicos: el metano es la cuarta emisión antropogénica más relevante y genera una problemática ambiental creciente. “El debate es complejo porque no estamos frente a una emisión ‘artificial’, sino ante procesos que, aunque naturales, se ven potenciados por la producción ganadera, que además es la base de alimentación de la mayoría de la población. Ahí aparece una tensión permanente entre el derecho a la alimentación y una producción que también tiene impactos ambientales negativos”, explicó. “En muchos de los comunicados —como el de CARBAP, por ejemplo— se puso el foco casi exclusivamente en la cuestión tributaria. Pero este proyecto no es una medida fiscalista. No apunta a recaudar por recaudar, sino que es una herramienta ambiental”, indicó. “Lo que buscamos es promover mecanismos de responsabilidad extendida del productor, que ya se aplican en numerosos sectores. La lógica es simple: aquello que producís y ponés en el mercado, si genera un impacto, tiene que ir acompañado de medidas para mitigarlo. Eso puede tomar la forma de una tasa, sí, pero también de otras acciones que reduzcan emisiones. Y existen muchos ejemplos. Uno muy exitoso es el de un feedlot en Coronel Rosales —una de las actividades que más gases genera— que logró reconvertirse en una planta de biogás», dijo Klug. “Ese es el camino: fomentar la adopción de tecnologías y prácticas que reduzcan las emisiones de metano. El objetivo final es mejorar el ambiente, algo que incluso beneficia a la propia actividad ganadera, porque los efectos del calentamiento global también perjudican la producción de alimentos. Si no empezamos a actuar, entramos en un ciclo sin salida”, agrego. En contraposición, Kovarsky planteó: “Cuando hablamos de emisiones de gases de efecto invernadero, suele mencionarse que el agro en su conjunto —no solo la ganadería— aporta alrededor del 20% del total. Dentro de ese porcentaje, la ganadería bovina representa aproximadamente entre el 10 y el 12%. Si miramos el escenario global, el sector agropecuario explica entre el 20 y el 22% de las emisiones, mientras que el resto —industria, energía y transporte— supera el 70%“. “Lo llamativo es que, aun siendo el sector que menos aporta en esa comparación, el foco termina puesto sobre los productores ganaderos, que son los que generan el porcentaje menor”, consideró. – Imagen ilustrativa. Fuente: Infobae.

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