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» AgenciaFe
Fecha: 02/12/2025 10:53
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) oficializó un nuevo marco de regulación financiera destinado a dar equilibrio y transparencia a las cuentas de los clubes profesionales. El sistema, inspirado en los modelos aplicados en Inglaterra, Francia y España, apunta a frenar el crecimiento descontrolado de deudas y a ordenar el gasto estructural en el fútbol local. Según lo anunciado, el fair play financiero comenzará a implementarse de manera progresiva desde 2026, año en el que será obligatorio para todos los clubes de Primera y Segunda División. El reglamento establece que los gastos en plantilla, incluyendo salarios, cargas laborales, derechos de imagen y amortizaciones de fichajes, no podrán superar el 70 % de los ingresos totales de cada institución, contemplando también transferencias y aportes externos. Durante la etapa de transición entre 2026 y 2027, las infracciones solo generarán advertencias, pero a partir de 2028 comenzarán a aplicarse sanciones formales para los dirigentes que incumplan las reglas. Otro punto clave es la vigilancia sobre el endeudamiento de corto plazo, que deberá mantenerse por debajo del 45 % de los ingresos “relevantes” a partir del año 2030. Además, cada club deberá presentar un superávit operativo dentro de un período trienal, con un déficit máximo permitido de 30 millones de reales (aproximadamente 5,6 millones de dólares) o un 2,5 % de sus ingresos, en el caso de las instituciones de Primera División. Para garantizar el cumplimiento del nuevo sistema, la CBF creará la Agencia Nacional de Regulación y Sostenibilidad del Fútbol (ANRESF), que estará compuesta por siete directores y tendrá independencia para supervisar, auditar, juzgar e imponer sanciones. Este organismo revisará las cuentas de los clubes tres veces por temporada —en marzo, julio y noviembre— y administrará un sistema digital que permitirá registrar contratos y transferencias en tiempo real. Un abanico de sanciones que puede llegar hasta el descenso El régimen sancionatorio es amplio y puede incluir: Multas económicas Retención de ingresos Restricciones de inscripciones Deducción de puntos Descenso de categoría También se contemplan penalizaciones directas para dirigentes, quienes podrían ser suspendidos o incluso inhabilitados para ejercer funciones en el fútbol si las irregularidades son graves. Con esta reforma, la CBF busca un fútbol más sustentable, donde los clubes gasten solo lo que generan, protegiendo los salarios, los contratos y, sobre todo, la estabilidad económica del deporte brasileño en el largo plazo.
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