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» Derf
Fecha: 02/12/2025 09:00
Ocho trucos que te ayudan a ahorrar energía y tener tu vivienda fresca y confortable durante los días de calor Cuando sube la temperatura, el aire acondicionado se vuelve el mejor aliado… pero también el principal responsable del aumento en la factura de luz. Pero existen varias formas de mantener la casa fresca sin depender tanto de él. Con algunos ajustes y estrategias sencillas, podés lograr un ambiente agradable y más sustentable. Aprovechá la ventilación cruzada Abrí ventanas opuestas para que el aire circule de manera natural. Si vivís en un departamento, podés dejar abierta una ventana en el extremo más fresco y otra en el lado opuesto, creando corriente de aire. A la noche, cuando baja la temperatura, aprovechá para ventilar bien. Cerrá cortinas y persianas durante el día Las horas de sol directo pueden subir la temperatura interior varios grados. Cerrá cortinas, persianas o colocá paneles térmicos para bloquear el calor. Las telas claras y livianas reflejan mejor la luz y ayudan a mantener la casa más fresca. Usá ventiladores estratégicamente Un ventilador bien ubicado puede bajar la sensación térmica hasta 4 °C. Colocalo frente a una ventana abierta o en diagonal para potenciar la circulación de aire. También podés poner un bol con hielo frente al ventilador para un efecto más refrescante. Elegí telas livianas Cambiá mantas, fundas y cortinas gruesas por versiones de algodón o lino. Estas telas permiten que el aire fluya y no retienen tanto calor, lo que hace que los ambientes se sientan más livianos. Desenchufá lo que no usás Los electrodomésticos en modo “stand-by” también emiten calor. Apagá luces innecesarias y desenchufá cargadores, hornos eléctricos o computadoras cuando no estén en uso. Vas a notar la diferencia en el ambiente (y en la boleta de luz). Incorporá plantas de interior Además de decorar, ayudan a refrescar el aire y mantener la humedad equilibrada. El potus, la sansevieria y el ficus son ideales porque resisten bien el calor. Optimizá los horarios de cocina Evitá prender el horno o cocinar platos calientes en las horas de más calor. Aprovechá las ensaladas, comidas frías o recetas al vapor, que son más livianas y ayudan a mantener la casa fresca. Refrescá los pisos y paredes Pasar un trapo húmedo o pulverizar agua en los pisos (especialmente de cerámica) puede bajar algunos grados la temperatura del ambiente. También podés colocar alfombras livianas o retirar las más gruesas durante el verano. Mantener la casa fresca no requiere grandes cambios, sino aprovechar los recursos naturales y pequeños trucos cotidianos. Con estas ideas, podés disfrutar de un verano más agradable, sin abusar del aire acondicionado ni gastar de más.
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