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» Elterritorio
Fecha: 02/12/2025 06:40
La capital misionera se candidateó y hasta recibió al secretario General de la Fiba, Borislav Stankovic. El sueño de ver a los mejores del mundo en el polideportivo El Zaimán quedó trunco lunes 01 de diciembre de 2025 | 17:39hs. Mientras Carlos Menem recorría el país haciendo campaña para su primera presidencia y Raúl Alfonsín recorría, sin saberlo, sus últimos meses al frente del gobierno argentino. Del otro lado del mundo, la Unión Soviética daba pasos agigantados hacia su disolución. En ese mundo que se reconfiguraba en 1989, Posadas soñó con ser sede del Mundial de básquet. Argentina había sido anfitriona en la primera edición, la de 1950 en la que se consagró campeona, y cuatro décadas después volvió a ser elegida para albergar al certamen más importante del mundo del básquet. El Luna Park de la Ciudad de Buenos Aires fue marcada como la sede central del evento, pero habría varias subsedes: Mendoza, Córdoba, Rosario, San Miguel de Tucumán, Bahía Blanca. En la tierra colorada se creó el Coembap ’90, el Comité Ejecutivo Organizador del Mundial de Básquetbol Posadas 90. El ente era el encargado de llevar adelante las negociaciones con la organización nacional (Cemba ’90) y con la Federación Internacional de Básquet Amateur (Fiba). En la previa al Mundial, la Fiba llegó a un acuerdo con la NBA para que sus jugadores pudiesen ser parte del evento y, entonces, la Fiba pasó a significar Federación Internacional de Básquet Asociado, como se la conoce hoy. Mientras avanzaban las negociaciones y las licitaciones para poner al polideportivo El Zaimán en condiciones para recibir al Mundial, el Coembap ’90 tenía algunas vicisitudes para resolver puertas adentro. El entonces presidente de la Federación Misionera, Eduardo Fragueiro, decidió dejar el cargo para dedicarse a la política. Llegó a ser intendente de Posadas entre 1991 y 1994 y luego ocupó distintos puestos en el gabinete provincial de la mano de Ramón Puerta. Su lugar lo tomó Juan Carlos Farías, quien comandó también el Coembap ‘90. Farías fue el encargado de guiar a Borislav Stankovic, secretario General de la Fiba, por el polideportivo El Zaimán para mostrarle cómo serían las obras para recibir al Mundial. “Estamos seguros de que Posadas va a ser confirmada como una de las sedes, ya que las obras exigidas van a estar terminadas en los plazos previstos”, aseguró Farías luego de la visita con Stankovic en marzo de 1989. Borislav Stankovic, en el centro, visitó el polideportivo El Zaimán en marzo de 1989. El 1 de abril de 1989 fueron anunciadas las subsedes Bahía Blanca, Posadas, Rosario, San Miguel de Tucumán y Córdoba. Misiones también se ofreció para ser sede del sorteo. Se realizaría en Puerto Iguazú y también del Congreso de la Fiba, previo a la cita mundialista, ya en 1990. Finalmente, no hubo Mundial en Posadas. De todas las subsedes anunciadas, no todas llegaron a albergar al Mundial y, de hecho, varias cambiaron. Posadas, Bahía Blanca y San Miguel de Tucumán se quedaron sin la cita mundialista. En su lugar ingresaron Salta, Santa Fe y Villa Ballester (provincia de Buenos Aires). Podríamos pensar que el cambio fue Posadas por Santa Fe. En ese caso, la capital misionera hubiese recibido (según el fixture del Mundial) a selecciones de la talla de Yugoslavia, Venezuela y Puerto Rico. Yugoslavia tenía entre sus filas a Vlade Divac de Los Ángeles Lakers de la NBA y a Toni Kukoc, que ese año sería elegido para jugar en Chicago Bulls y, más tarde, tricampeón con Michael Jordan. En la definición, los yugoslavos vencieron a la Unión Soviética en el Luna Park. En los festejos, un hincha ingresó al campo de juego con una bandera croata y Divac, enfurecido, lo sacó. Ese enfrentamiento marcó para Divac un antes y un después en la selección. Yugoslavia sufrió varias guerras hasta su disolución y el serbio terminó amado por muchos y odiado por otros. Fue la última vez que Estados Unidos disputó una competencia sin sus jugadores NBA. El conjunto norteamericano llegó con jugadores universitarios, entre los que se destacaba Alonzo Mourning. A partir de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 apareció el Dream Team y los norteamericanos se hicieron casi invencibles. Casi, porque en 2004 apareció la Generación Dorada de Argentina. Argentina fue 8°. Tuvo un mal inicio con la Unión Soviética, se recuperó y avanzó de ronda. Jugó un buen partido ante Estados Unidos (cayó 104-100) y quedó eliminada en Segunda Ronda. En ese Mundial, la selección albiceleste sufrió las grandes diferencias a nivel estructural contra las potencias de Europa, Estados Unidos y selecciones como Puerto Rico. Fue una bisagra para el básquet argentino, que empezó a cambiar y a mejorar sus bases.
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