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» Misioneslider
Fecha: 02/12/2025 03:59
El panorama socioeconómico de Argentina ha experimentado cambios significativos durante el tercer trimestre de 2025, según revela un informe de la Consultora W. Este estudio combina datos oficiales con análisis propios para ofrecer una radiografía detallada de la distribución de ingresos en el país. Pirámide social: La emergencia de la «Clase baja superior no pobre» En este período, se ha observado un movimiento de hogares desde el segmento de pobreza hacia un escalón inmediato superior en la estructura de ingresos. Un grupo en particular, denominado la «Clase baja superior no pobre», ha experimentado un crecimiento significativo. Estas familias logran cubrir la canasta básica, aunque sin margen para gastos prescindibles. Su participación ha aumentado del 24% al 28% del total de hogares, con un ingreso promedio de $1,85 millones mensuales, justo por encima del límite de pobreza establecido en $1,18 millones. Guillermo Oliveto, director de la consultora, utiliza datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC para realizar estas mediciones. La ampliación de este grupo ha llevado a una reducción en el segmento catalogado como «Clase baja, en pobreza», que ahora representa el 24% de los hogares. La brecha con los niveles más altos de ingresos Mientras tanto, en los estratos superiores de la pirámide social, las proporciones se mantienen estables, aunque los montos necesarios para pertenecer a cada categoría se han actualizado. La «Clase media baja» abarca al 26% de la población, con ingresos mínimos de $2,05 millones y un promedio de $2,4 millones. Por encima, se encuentra la «Clase media alta», compuesta por el 17% de los hogares, con un ingreso mensual de $3,7 millones. En la cima de la pirámide, la «Clase alta» representa el 5% de la población, con ingresos que van desde $7 millones y un promedio de $12 millones. Estas diferencias no solo se reflejan en el poder adquisitivo, sino también en la psicología del gasto que caracteriza a cada estrato. La disponibilidad de dinero marca una clara diferencia en los hábitos de consumo. Mientras que en los segmentos inferiores predomina la «cultura del ‘no hay plata’», en la clase media alta y alta, las familias deben realizar malabares para mantener sus estándares de vida. Impacto en los consumos y la economía Estas diferencias en la estructura social se reflejan en el comportamiento de los consumos. Rubros como los autos y los viajes al exterior han experimentado un aumento significativo, con alzas superiores al 50% interanual en el periodo de enero a octubre de 2025. Por otro lado, el turismo receptivo, la indumentaria y los supermercados han mostrado caídas que oscilan entre el 5,1% y el 18%. En términos específicos, las bebidas alcohólicas han retrocedido un 16,5%, mientras que las sin alcohol han disminuido un 14%. Otros segmentos como golosinas, cosméticos y alimentos también han registrado variaciones negativas, con excepción del rubro de lácteos, que se ha mantenido estable. En resumen, el panorama socioeconómico argentino ha experimentado cambios significativos durante el tercer trimestre de 2025, con un movimiento de hogares hacia un escalón superior dentro de la estructura de ingresos. Este fenómeno ha llevado a la emergencia de la «Clase baja superior no pobre», un grupo que logra cubrir la canasta básica pero sin margen para gastos prescindibles. A medida que se asciende en la pirámide social, las diferencias en los niveles de ingresos y en los hábitos de consumo se hacen más evidentes, marcando la pauta de la distribución de la riqueza en el país.
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