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  • “La palabra cáncer te asusta”: la conmovedora historia del arquero de Estudiantes de Río Cuarto, que logró el ascenso a Primera

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 01/12/2025 22:45

    El arquero se recuperó de un cáncer testicular y ascendió con Estudiantes de Río Cuarto El recorrido de Brian Olivera en el fútbol argentino ha estado marcado por desafíos personales y profesionales que han puesto a prueba su fortaleza. Hoy, el arquero de Estudiantes de Río Cuarto celebra el histórico ascenso de su equipo a la Primera División, consolidándose como una de las figuras del plantel, tras haber superado una dura batalla contra el cáncer testicular. El festejo por el logro deportivo se desató tras la victoria en la final del Torneo Reducido ante Deportivo Madryn (3-1 en el global). La celebración, que comenzó en los vestuarios y continuó en un Estadio Abel Sastre vacío luego de la invasión al campo de juego, tuvo un significado especial para Olivera, quien recordó el difícil proceso que atravesó hace tres años, cuando fue diagnosticado con un tumor testicular. En ese momento, el cordobés de 31 años debió someterse a una cirugía y a un ciclo de quimioterapia, una experiencia que, según relató ante la prensa, lo afectó profundamente en el plano emocional: “Me encontraron un tumor testicular. Me hicieron estudios en Río Cuarto y de ahí me fui a Córdoba. Pasé por una cirugía y los estudios me salieron todos bien. Hice quimioterapia y, la verdad, que anímicamente estuve complicado. Fue un golpe muy duro y también el proceso de poder salir adelante, también. Es que la palabra cáncer te asusta. Gracias a Dios he salido adelante. Ahora me quedan controles cada tres meses durante cinco años”, contó Olivera a Los Andes. El impacto de la enfermedad no solo puso en riesgo su carrera, sino que también lo llevó a replantearse sus prioridades. En marzo de 2017, en una entrevista con La Voz de Córdoba, Olivera ya había señalado la influencia de su hijo Tiziano en su vida: “Me cambió mucho la vida. Fui papá. Me hizo pensar diferente. Ahora juego por mi hijo. Tenés que trabajar para que tu hijo no pase hambre”, había dicho al medio local. La figura de Tiziano volvió a ser central durante la etapa más difícil de su recuperación, cuando, antes de ingresar al quirófano, su hijo le entregó un peluche llamado Pochi para que le diera suerte. Desde entonces, ese objeto se ha convertido en un símbolo de apoyo en cada momento relevante, tanto en su salud como en su carrera deportiva. El trayecto profesional de Olivera comenzó en las divisiones inferiores de Instituto (2012-2017), club del que es hincha. Posteriormente, defendió los colores de Defensores de Villa Ramallo (2017-2019), vivió una primera etapa en Estudiantes de Río Cuarto (2019-2022), pasó por Gimnasia y Esgrima de Mendoza (2023) y tuvo una experiencia internacional en Monagas de Venezuela (2024). Su regreso al León del Imperio en la presente temporada le permitió escribir una página significativa en la historia del club. No todas las adversidades de Olivera estuvieron relacionadas con la salud. En noviembre de 2023, durante un partido del Reducido con Gimnasia y Esgrima de Mendoza ante Quilmes, un petardo explotó detrás de su arco en el Estadio Centenario, obligándolo a abandonar el campo. El arquero fue trasladado al Sanatorio Finochietto con un diagnóstico de “traumatismo acústico leve”. Más tarde, en diálogo con radio FMQ, relató: “De salud estoy bien, no fueron días fáciles. Cuando explotó la bomba se hizo todo un loquero en la cabeza porque recibí muchas amenazas y mensajes. Cuando pasa de lo deportivo se meten con tu familia, con lo que pasaste y te desean el mal, por algo... que yo no hice, no sé porque se la agarran conmigo y no con el que tiró la bomba”, recordó. A punto de cumplir 32 años el próximo 13 de diciembre, Brian Olivera se prepara para afrontar una nueva temporada en la máxima categoría del fútbol argentino con Estudiantes de Río Cuarto. En este nuevo capítulo, su hijo Tiziano y el peluche Pochi seguirán acompañándolo en cada paso. En su camino a la gloria, el conjunto cordobés estaba segundo en la Zona A con 37 unidades, por detrás de Atlanta (41), cuando la AFA decidió modificar el formato después de varios meses de inactividad debido al parate provocado por la pandemia de COVID19. El Celeste perdió las dos finales disputadas por los dos boletos a Primera División, ambas por penales ante Sarmiento de Junín y Platense. Luego de esas oportunidades fallidas, accedió en tres ocasiones al Reducido en estos últimos años. Sin embargo, nunca había llegado a la definición. En 2022, perdió en la segunda fase frente a Estudiantes de Buenos Aires y, a la temporada siguiente, cayó en semifinales ante Deportivo Maipú por ventaja deportiva, después de terminar 1-1 en la serie. En la presente edición, con Olivera bajo los tres palos, el equipo finalizó segundo en la Zona B con 60 unidades, a tres del líder Gimnasia de Mendoza, que aseguró su boleto a Primera después de imponerse ante Deportivo Madryn en la final entre punteros del campeonato. El elenco comandado por Iván Delfino ejerció una localía impenetrable hasta las últimas instancias de la fase final porque le ganó 2-1 a Patronato en la primera ronda del Reducido, empató en Salta con Gimnasia y Tiro y lo despachó 2-0 en los 90 minutos como local y pasó las semifinales por ventaja deportiva ante Estudiantes de Buenos Aires (perdió 1-0 en Caseros y ganó por el mismo marcador en Córdoba). En Madryn, no se metió atrás, hizo valer el triunfo en casa e igualó 1-1, dando un golpe sobre la mesa. Nuevamente, volverá a codearse con los grandes del fútbol argentino y de su provincia, que ya tenía tres representantes en la élite (Talleres, Belgrano e Instituto).

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