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  • Cae el consumo de pan un 50% y el sector panadero enfrenta una crisis sin precedentes

    CABA » Plazademayo

    Fecha: 01/12/2025 18:31

    La caída del consumo de pan en Argentina llegó al 50% y disparó una crisis inédita en el sector panadero. Más de 300 comercios cerraron en un año, mientras los costos dolarizados y las tarifas que subieron hasta 4000% dejaron a miles de trabajadores sin empleo y a familias enteras sin acceso a productos básicos. La caída del consumo de pan, que llegó al 50% en el último año, desató una crisis sin comparación en toda la historia del sector panadero argentino. La demanda de pastelería, tartas y tortas también se desplomó un 85%. El impacto ya provocó el cierre de cientos de panaderías y la pérdida de miles de empleos. Los datos fueron difundidos por Martín Pinto, presidente del Centro de Panaderos de Merlo y referente de SIPAN (Cámara de Industriales Panaderos), en declaraciones públicas que encendieron alarmas en un sector históricamente resistente. Cierres masivos y pérdida de empleo El deterioro quedó reflejado en cifras contundentes. Más de 300 panaderías cerraron en todo el país durante el último año, además de las 100 que habían bajado sus persianas previamente. En paralelo, se perdieron 15.000 empleos directos en dos años. El sector tiene registradas unas 54.000 panaderías y emplea entre 300.000 y 350.000 trabajadores. La caída representa un 6% del total, una cifra que expone la gravedad del momento. Pinto recordó que ni siquiera en la crisis del 2001 ni durante la pandemia se vivieron cierres semejantes: “Es la primera vez que está pasando este desastre”. Costos dolarizados y tarifas que suben 4000% La crisis no responde solo a la caída del poder adquisitivo. Según Pinto, todos los costos de producción fueron “dolarizados”. Esta presión incluyó alquileres, maquinarias, reposiciones y herramientas. Sin embargo, el precio del pan fue lo único que no pudo acompañar ese ritmo. Mientras las tarifas de luz y gas subieron 4000% en dos años, las panaderías solo pudieron aumentar sus precios un 500%. El desfase del 3500% dejó al sector en una situación límite. Hoy una panadería promedio paga entre 1,5 y 2 millones de pesos mensuales solo por energía. A esto se sumó un incremento sorpresa del 45% al 50% sobre las tarifas del mes anterior, aun cuando la producción cayó drásticamente y muchas máquinas permanecen paradas. El impacto social y la desaparición de tradiciones La crisis también arrastra un componente emocional y cultural. Muchas panaderías familiares, con varias generaciones de trayectoria, están cerrando sus puertas. En numerosos casos, los dueños buscan vender herramientas para pagar sueldos y sostener la dignidad de sus equipos. La escena más dura aparece en los barrios: vecinos, jubilados y familias que antes compraban, ahora piden el pan del día anterior porque no tienen ingresos. “Aunque nos estemos fundiendo, la solidaridad del panadero no se pierde”, señaló Pinto. Un diálogo tenso con el Gobierno Nacional Pinto recordó que el sector fue recibido por el Gobierno Nacional en marzo de 2024 después de ejercer presión. Según el dirigente, la respuesta oficial fue clara: el Ejecutivo avanzaría con la quita de subsidios y permitiría que los precios se ajustaran sin intervención. La postura, dijo, plantea que “subsista el que pueda subsistir”, bajo un criterio de competencia que —según el sector— es desigual. Como ejemplo, mencionó que producir pan en Brasil cuesta un 50% menos que en Argentina: “Tenemos los costos por las nubes”. Una crisis que refleja la tormenta económica La situación del sector panadero es un espejo ampliado del presente económico argentino. Las pequeñas industrias navegan en un clima de costos dolarizados, tarifas impagables y demanda en caída. La comparación que circula entre panaderos es elocuente: el país se parece a un bote que intenta resistir una tormenta. Las velas —el poder adquisitivo— están amarradas, mientras las olas —la energía y las materias primas— crecen sin pausa y amenazan con hundir incluso a los navegantes más experimentados.

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