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Parana » Valor Local
Fecha: 01/12/2025 16:28
El Gobierno enfrenta este mes vencimientos de deuda en pesos que superan los $40 billones, una cifra que representa uno de los mayores desafíos financieros del año. Sin embargo, el dato esconde que más de la mitad de lo que vence corresponde a endeudamiento intra sector público, lo que modifica la complejidad del panorama inmediato. Publicidad Frente a este escenario, consultoras privadas estimaron que aproximadamente $14 billones de esos vencimientos están en manos de inversores privados. El resto se vincula con organismos públicos o entidades controladas por el propio sector estatal, lo que suele derivar en operaciones de canje o renovación automática de los títulos. El Tesoro llega a diciembre con apenas $4 billones de depósitos en moneda nacional en el Banco Central, mientras que los compromisos exponen la necesidad de sumar liquidez estacional cercana a $2,8 billones, según cálculos privados. Los pagos de aguinaldos amplifican la presión sobre las cuentas públicas. Parte de los desafíos del último mes del año radica en la combinación entre mayores necesidades de efectivo y un eventual resultado fiscal negativo. El Ministerio de Economía cuenta con $15 billones extra depositados en el Banco Nación. Sin embargo, esos fondos no son de uso inmediato porque están colocados en títulos o créditos, por lo cual requieren una operatoria financiera previa si se decide acudir a ellos. Ante este marco de reservas administradas, las alternativas para transformar esos activos en liquidez pasan por vender los títulos públicos en cartera o solicitar un pase activo al Banco Central colocando esos instrumentos como garantía. Este escenario podría evitarse en caso de que el secretario de Finanzas, Alejandro Lew, logre una tasa de refinanciamiento cercana al 100%. Para ello, analistas anticipan que podría continuar con el desarme del apretón monetario vía baja de encajes bancarios o, si no, debería ofrecer una mayor tasa de interés en la subasta del 11 de diciembre para evitar la liberación de pesos al mercado. En la subasta de la semana pasada Finanzas consiguió un refinanciamiento de casi el 100% del total que operaba en el mercado. El proceso no requirió incentivos significativos, una señal que algunos actores interpretaron como un indicio de confianza renovada en los instrumentos de deuda en pesos. La estrategia del equipo económico incluyó ajustes en los encajes bancarios para mantener la demanda por instrumentos de deuda en pesos. Este enfoque permitió que el Tesoro solo necesitara utilizar $0,5 billones depositados en el Banco Central para cancelar los vencimientos. Durante la última subasta, el plazo promedio de los instrumentos colocados ascendió a 183 días, lo que permitió cerrar noviembre con un promedio general de 215 días de duración. PPI atribuyó la decisión de extender plazos a la combinación de menor incertidumbre política tras las elecciones y cierta estabilidad cambiaria, factores que reactivaron el apetito de los inversores por posiciones más largas en instrumentos en pesos. Entre los factores operativos más mencionados, la reducción de simultáneas -del 22% al 20%- y lod ajustes en encajes permitieron absorber liquidez excedente del mercado, mientras que las tasas reconocidas en la última licitación, en particular en los instrumentos a tasa fija, reflejaron la búsqueda de posiciones de corto plazo antes de fin de año. Para la próxima colocación de diciembre, los vencimientos con tenedores privados alcanzan unos $14 billones. (Fuente: Infobae)
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