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» Sintesiscorrientes
Fecha: 01/12/2025 15:50
Sociedad Entera, desnatada o vegetal: el impacto real de cada leche en la dieta diaria 01/12/2025 | El análisis del nutricionista Rob Hobson para The Telegraph detalló cómo varían los aportes nutricionales entre las distintas opciones lácteas, además de las diferencias con las alternativas a base de plantas Por Dante Martignoni Durante los últimos años, el panorama del consumo de leche experimentó una transformación significativa en numerosos países. El surgimiento y popularidad de alternativas vegetales como la avena, la soja, la almendra o el coco cambiaron los hábitos alimentarios de millones de personas, desplazando parcialmente a la leche de vaca en la mesa diaria. Sin embargo, recientes tendencias muestran una recuperación del interés por la leche de origen animal, mientras especialistas y consumidores reconsideran sus beneficios nutricionales frente a las opciones vegetales. El interés renovado se vincula al debate sobre alimentos ultraprocesados y al análisis de los ingredientes de muchas bebidas sin lactosa, caracterizadas por la presencia de aceites, aromatizantes y estabilizantes. Esta discusión revalorizó un producto mínimamente procesado que dominó históricamente la dieta en gran parte del mundo. Según expone The Telegraph, la cuestión principal es qué beneficios ofrece realmente la leche de vaca en comparación con las alternativas vegetales. Un alimento con elevado aporte nutricional El nutricionista Rob Hobson señaló al medio británico que la leche constituye una fuente relevante de proteínas de alta calidad. Un vaso de 200 ml ofrece cerca de 7 gramos de proteínas, una cantidad significativa frente a los valores diarios recomendados, además de aportar 130 miligramos de calcio. El mismo vaso suma hasta 1,3 microgramos de vitamina B12, cubriendo la mayor parte de las necesidades de los adultos. Además, la leche de vaca contiene vitamina D y riboflavina, nutrientes esenciales para el metabolismo, la salud visual y el equilibrio del sistema nervioso. “En conjunto, estos nutrientes favorecen la salud de los huesos, la función muscular y la producción de energía”, afirmó Hobson a The Telegraph. Relación con la salud mental Un estudio citado por The Telegraph indicó que quienes consumen leche semidesnatada presentan un riesgo menor de depresión y ansiedad respecto a quienes optan por alternativas vegetales. El análisis, basado en datos de más de 350.000 personas en Reino Unido, reveló que el consumo de leche de vaca semidesnatada se asocia a un 12% menos de probabilidad de padecer depresión y un 10% menos de desarrollar ansiedad. Según Hobson, el calcio favorece la producción de serotonina, mientras que la vitamina D desempeña un papel importante en el bienestar mental. No obstante, Hobson advirtió: “Este estudio muestra una asociación, no una relación causal”. Además, muchas bebidas vegetales carecen de estos nutrientes si no están fortificadas, por lo que recomienda mantener una dieta equilibrada con calcio, vitamina D y grasas saludables. Posibles efectos en la salud intestinal Otra línea de evidencia presentada por el experto apunta a que el consumo diario de un vaso grande de leche de vaca podría reducir en un 17% el riesgo de cáncer intestinal. Hobson sostiene que el calcio presente en la leche puede unirse a compuestos dañinos del intestino y disminuir su efecto sobre el colon, además de promover la división celular saludable y reducir la inflamación. Aclaró que estos beneficios deben situarse siempre en el marco de una alimentación variada, rica en fibra y apoyada en hábitos saludables como la actividad física y el consumo moderado de carnes procesadas y alcohol. Opciones según necesidades y preferencias La elección entre leche entera, semidesnatada o desnatada responde tanto a las preferencias personales como a los objetivos de salud. La leche entera ofrece un aporte energético de 132 kcal y 7,4 g de grasa por cada 200 ml, con una composición que concentra de manera natural vitaminas A y D, fundamentales para múltiples funciones del organismo. Su contenido graso favorece la correcta absorción de estos nutrientes esenciales. Su sabor más intenso, acompañado de una textura cremosa, brinda una mayor sensación de saciedad, lo que puede contribuir a reducir ingestas posteriores y favorecer ciertos objetivos nutricionales. Resulta especialmente adecuada para niños menores de 2 años, adolescentes, deportistas y personas con altos requerimientos energéticos. La leche semidesnatada proporciona 100 kcal y 3,6 g de grasa por 200 ml, ubicándose como una opción equilibrada entre sabor, textura y reducción moderada de calorías. Mantiene una proporción de grasa suficiente para conservar un perfil sensorial agradable. Preserva íntegramente su aporte de proteínas, calcio y vitaminas del grupo B, nutrientes hidrosolubles que permanecen estables durante el proceso de reducción de grasa. Esto permite que mantenga un valor nutricional robusto, con menor carga lipídica. Es una alternativa recomendada para la población adulta que busca controlar parcialmente el peso sin resignar demasiado sabor ni calidad nutricional, razón por la cual es un tipo de leche ampliamente consumido en diversos países. La leche desnatada ofrece apenas 74 kcal y 0,6 g de grasa por 200 ml, convirtiéndose en la opción más ligera para quienes requieren un consumo mínimo de calorías y grasas. A pesar del descremado, conserva proteínas de alta calidad y niveles comparables de calcio. Su textura más fluida y su sabor notablemente más suave la diferencian de las otras variantes, ya que la ausencia de grasa reduce la sensación en boca y la cremosidad. Durante el proceso se eliminan las vitaminas liposolubles, por lo que suele incorporarse fortificación. Está orientada a personas con dietas muy estrictas en grasa, individuos con hipercolesterolemia severa o quienes priorizan un control calórico exhaustivo en su rutina alimentaria. En relación con la leche orgánica, Hobson mencionó que podría contener leves aumentos de omega-3 y vitamina E, aunque el profesor Ian Givens, de la Universidad de Reading, sostiene que el efecto global en la dieta resulta limitado: “El impacto que esto tiene en la ingesta total de la dieta es muy pequeño y es poco probable que represente un beneficio para la salud”. Alternativas vegetales preferidas Entre las bebidas sin lácteos, Hobson indicó a The Telegraph que la soja se destaca por su aporte proteico y suelen estar fortificadas con calcio y vitaminas. La bebida de avena ofrece más fibra, pero menos proteínas y más calorías; la de almendra contiene menos proteínas y pocas calorías; y la de coco es la menos nutritiva, con solo 0,2 gramos de proteína por porción.
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