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» Diario Cordoba
Fecha: 01/12/2025 10:22
Las reuniones familiares, las comidas de empresas y con amigos son un clásico de la Navidad. Estas fechas podrían resumirse en eso, en compartir con tus seres queridos, pero cuando se sufre de alergias, intolerancias o enfermedades como la diabetes, estas reuniones pueden complicarse para algunos de ellos, que tienen que sortear productos, contaminación cruzada y hacer un esfuerzo para mantener una dieta adecuada a sus restricciones. En este sentido, lo primero que hay que diferenciar son las alergias de las intolerancias. La jefa de Alergología del hospital Reina Sofía de Córdoba, Berta Ruiz, explica que la alergia es una reacción del sistema inmunológico que puede ir desde síntomas cutáneos leves hasta una anafilaxia potencialmente mortal, mientras que la intolerancia es un problema digestivo o metabólico, generalmente menos grave y enfocada en problemas estomacales. Una de las claves es que cantidades mínimas pueden desencadenar una reacción alérgica, algo que no ocurre en las intolerancias. En Navidad se incrementan las posibilidades de sufrir reacciones, afirma la experta, especialmente primeras exposiciones, porque las familias consumen alimentos menos habituales como mariscos, pescados elaborados de forma distinta, frutos secos o frutas exóticas. A esto se suma la mayor cantidad de platos en la mesa y el riesgo de contaminación cruzada, tanto en casa como en restaurantes, donde los aceites y planchas compartidos son un riesgo importante. Ruiz insiste en la importancia de advertir siempre, sobre todo en restaurantes, sobre las alergias. Una serie de productos sin azúcares en un supermercado de Córdoba. / Manuel Murillo Además, la especialista recuerda que existen cofactores que pueden agravar una reacción, como la ingesta de alcohol, el ejercicio físico (incluso bailar) o los antiinflamatorios -incluido el paracetamol-, que pueden agravar una situación de alergia. Ante una reacción inesperada, que se puede presentar durante una cena o reunión familiar y de amigos, Ruiz recomienda identificar los síntomas, seguir el tratamiento si el paciente ya está diagnosticado y, si no lo está, acudir inmediatamente a urgencias. Desaconseja completamente la automedicación preventiva con antialérgicos en casa e insta a acudir al médico una vez superado el episodio de urgencia para determinar exactamente a qué es alérgica la persona afectada y poder tomar las medidas necesarias. En las familias con personas alérgicas es fundamental extremar las precauciones, adaptar las recetas tradicionales, evitar utensilios compartidos y asegurarse de que el paciente tiene su medicación de emergencia. Además, advierte de que en invierno las comidas no son las únicas que pueden generar problemas de alergia, también pueden aparecer síntomas respiratorios por polvo acumulado en adornos, polen de cupresáceas o mohos en árboles naturales dentro de casa. Los celíacos La Navidad para los celíacos puede ser todo un reto. Con personas que no conocen la enfermedad aumentan el riesgo y hay que extremar precauciones y, muchas veces, tirar de cocina propia. «Se requiere un esfuerzo triple, tenéis que estar llamando a la gente que va a preparar la comida, consultando las recetas, entonces yo toda la comida que llevo es sin gluten y solo como de lo que yo lleve», asegura Elena Quiles, presidenta de la Asociación de Celiacos de Córdoba (Aceco). El reparto de dulces en cabalgatas y visitas familiares es un punto crítico, sobre todo si hay niños. «Los chocolates y chuches de los Reyes Magos son un problema para niños celíacos, así como el roscón de Reyes», respecto al que, aunque hay muchas opciones sin gluten en los supermercados, la asociación echa en falta más opciones de roscón fresco en las panaderías de toda la vida. «Hay obradores que han empezado a hacerlos, pero no son los roscones tradicionales que recordábamos», añora. Existe una amplia variedad de productos navideños sin gluten. / Manuel Murillo El riesgo de contaminación cruzada siempre está, es constante tanto en restaurantes como en casas de familiares. «En las casas familiares yo siempre me voy a una esquina, emplato lo mío y de ahí no me muevo», relata Quiles. El coste económico es otro de los puntos importantes para las personas celíacas. Los productos sin gluten son entre dos y cuatro veces más caros y el gasto anual extra por persona puede ir desde los 1.500 a los 2.000 euros, según la asociación. En cuanto a los productos etiquetados como sin gluten, Quiles afirma que son seguros, el problema se puede presentar con etiquetas pequeñas o confusas. «Yo siempre consumo lo que pone sin gluten en el etiquetado, porque eso quiere decir que ha pasado filtros sanitarios estrictos», agrega. En cuanto a la restauración, la ciudad está «muy preparada». Más de 30 restaurantes han sido formados por la asociación para preparar y ofrecer comida sin gluten. «Hay una oferta gastronómica de muy buena calidad, porque comer sin gluten no quiere decir comer alfalfa ni que las cosas sepan mal». Diabéticos La Navidad también sigue siendo un desafío para las personas con diabetes, pero con organización y control el ambiente festivo no tiene por qué verse empañado. Sin embargo, estas fechas suponen un reto añadido: más variedad de platos, horarios irregulares y un ambiente emocional y festivo que puede afectar a la glucemia. Así lo advierte Pilar Prada, de la Asociación para la Diabetes de Córdoba (Adicor). Los dulces típicos -turrones, polvorones, bombones- y algunas bebidas alcohólicas requieren especial atención por la grasa y la proteína. «Como no son alimentos que comamos habitualmente, no estamos acostumbrados y es más difícil calcular bien las raciones», asegura. Los productos con el etiquetado sin azúcar no siempre son la solución porque pueden llevar otros ingredientes que afectan a la glucemia. Muchos contienen hidratos o edulcorantes que también afectan a los niveles de glucosa, y harinas refinadas y grasas poco saludables, asegura Prada. Lo ideal sería poder adquirir productos sin azúcares añadidos, solo los naturales de la fruta, por ejemplo. Además, lo ideal sería que sean asequibles porque «comer sano no debería ser un lujo», añade la asociación. En este sentido, hay un impacto importante en el bolsillo porque aunque ser diabético «no es un problema económico en sí, pero comer saludable, en general, es más costoso». Los productos de calidad y sin azúcares añadidos suelen ser más caros, advierte Prada. Surtido de productos navideños sin gluten ni lactosa. / Manuel Murillo Cada vez existe un mayor surtido de artículos pensados para personas con alergias, intolerancias o circunstancias especiales en los supermercados. En el caso de Supermercados Deza, cuentan con un roscón de Reyes con nata y con el panettone, en versión clásico y con chocolate (que es también sin lactosa). En relación a los dulces más clásicos, tienen clasificadas hasta 85 referencias de dulces de Navidad sin gluten, que abarcan todo el espectro: turrones, figuras de chocolate, bombones o un surtido de mantecados. Para las personas que buscan artículos sin azúcar, ofrecen una amplia gama de productos navideños como, por ejemplo, mantecados, roscos de anís o vino, hojaldrinas, mazapanes o turrones de muchos sabores. Bebidas Y muy numerosa es también la variedad de bebidas sin alcohol para estas fechas. Según explica el supermercado, hace cinco o siete años se limitaban a alguna cerveza sin alcohol o a licores de sabores, ahora existen multitud de alternativas, muchas variedades de cerveza 0,0 normales o tostadas, vinos sin alcohol, tanto blancos como frizzantes, tintos, cavas, ginebras y cócteles. Desde Mercadona afirman que «nuestro objetivo es poner las cosas fáciles y proporcionar una variedad de opciones deliciosas para que todo el mundo pueda compartir momentos especiales». Además de picos y panes sin gluten, así como masa de hojaldre y diferentes patés, que sirven para la mesa de aperitivos, dentro de la línea de platos preparados, dispone de diferentes opciones sin gluten que facilitarán la preparación de tus menús navideños. Además, también cuentan con un surtido de turrones sin gluten, bombones y roscón sin gluten y sin lactosa.
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