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» Diario Cordoba
Fecha: 01/12/2025 10:04
¿Cuánto daño hace que te acusen formalmente de ser un asesino durante cuatro años?. ¿Que pases cuatro meses en la cárcel y tengas que acudir más de 150 veces al juzgado para firmar tu libertad? ¿En cuánto se valora ese daño que se hace al falso culpable y a su familia?. Eso tendrá que decidir la Audiencia Nacional sobre el caso del que fuera para la justicia, para la Guardia Civil y para sus vecinos el asesino (falso) de Miriam Vallejo. Miriam o Mimi, como la llamaban, era una joven de 25 años que fue asesinada de 89 puñaladas cerca de su casa de Meco (Madrid) cuando paseaba a sus perros, la tarde noche del 16 de enero de 2019. Meses después, la Guardia Civil detuvo a Sergio, un joven empleado en una empresa química de Azuqueca de Henares (Guadalajara). Sergio era el novio de Celia, la compañera de piso de Miriam. Los últimos meses los tres vivían juntos. El abogado de Sergio critica que se tuviera en cuenta el testimonio de una médium que, coincidiendo con las conclusiones de los investigadores, responsabilizó al joven de atacar a Miriam por la espalda: "¿Es que la Guardia Civil tiene en plantilla a alguna vidente?" Resto de ADN en la ropa La jueza envió a Sergio a prisión por asesinato, ante la conmoción de las familias y los vecinos de Meco y Azuqueca. El joven mantuvo siempre su inocencia. Contra él había un resto de ADN en la ropa de Miriam. Las pruebas fueron perdiendo peso. Los tres inquilinos del piso mezclaban su ropa sucia en la lavadora, lo que explicaba el ADN. En el cuerpo de Miriam, además, no había ADN de Sergio. La defensa del joven, ejercida por el abogado Ignacio Menéndez, aportó pruebas de que él no había podido matarla. Estaba en la casa, jugando a la Playstation y chateando cuando ocurrió todo. Ofreció aportar su listado de llamadas y mensajes de Whatsapp. Los indicios se iban desvanenciendo y la jueza decretó la libertad sin fianza de Sergio cuatro meses después de ordenar su encarcelamiento. Sin embargo, el joven estuvo otros cuatro años acusado del asesinato de Miriam hasta que finalmente fue exonerado de toda culpa por un auto de la Audiencia Provincial emitido el 25 de julio de 2023. Detención "precipitada" Sergio ha vuelto a ser un hombre libre y ha vuelto a su trabajo. Pero su entorno afirma que es un "apestado de por vida" en localidades tan pequeñas como Azuqueca de Henares, donde vive, y Meco, donde ocurrió el crimen. Reclama ante la Audiencia Nacional una indemnización de 127.221 euros por los daños económicos y morales que él y su familia han sufrido desde que fue acusado y detenido "en un clima de intensa presión" para que la Guardia Civil resolviera el crimen de Miriam, con manifestaciones en las calle de Alovera, otro pueblo cercano. El escrito en el que reclama la indemnización asegura que aquella detención fue "precipitada y errónea" y "movida más por la presión ciudadana" que por una verdadera investigación policial. Cuando los indicios contra él fueron cayendo, después de 126 días en la cárcel, la jueza decretó la libertad de Sergio. Tuvo que comparecer en el juzgado, eso sí, una vez por semana o cada quince días durante otros tres años y siete meses. Un total de 149 veces tuvo que ir a firmar su libertad porque seguía estando acusado del asesinato de su compañera de piso. El escrito de su abogado afirma que la investigación tuvo "terribles deficiencias" en un entorno muy pequeño y un caso con "inmensa cobertura mediática". No tuvo tiempo El auto en el que la Audiencia Provincial cierra el caso contra él descalifica el "único indicio" contra él. "Se considera totalmente insuficiente para mantener la acusacion ante la existencia de otros indicios que desvirtuarian dicha hipotesis que se ha mantenido por parte de los agentes". La Audiencia concluye que "el análisis de datos, geolocalizacion, llamadas del número de teléfono móvil del investigado"... demuestran que no tuvo tiempo a llegar a la zona donde mataron a MIriam "habida cuenta de la distancia entre el domicilio y el camino donde se produjo el hallazgo del cadáver". "El asesino de Miriam" Ahora, Sergio reclama al Estado una compensación por los sueldos que no pudo cobrar al estar encarcelado y no trabajar, por daños en su coche, en su ropa, en su teléfono. Pero, sobre todo, por los daños morales que ha sufrido. Así, el escrito recoge que aún hoy, él sigue siendo "el asesino de Miriam" o, en el mejor de los casos, "el sospechoso" del crimen. Sufre el "estigma execrable" que supone para él "ser y seguir siendo hasta que la memoria colectiva de una localidad como lo es Azuqueca de Henares o Meco lo olvide, el asesino de Miriam Vallejo Pulido, cosa que no va a suceder sino hasta dentro de muchos años". Un teléfono clonado Sergio y su abogado son durísimos en su escrito de petición de responsabilidades. En la causa, por ejemplo, no figura la información de un teléfono móvil que supuestamente había sido clonado y era de interés para el caso, porque avalaba la inocencia de Sergio. "La total falta de profesionalidad de Grupo de Homicidios" provocó la vulneración de derechos del joven, se afirma en el escrito. Los investigadores también deshecharon la pista de una vecina, que dijo escuchar a la víctima gritando "soltadme, soltadme", en plural, lo que implicaría la participación de dos asesinos. El escrito refleja incluso la "participación" en las investigaciones de una vidente, llamada Patricia, en las pesquisas. Se extraña de la coincidencia del testimonio de la médium con el informe de la Guardia Civil que responsabilizaba a Sergio de atacar por la espalda a Miriam. "¿Es que la Guardia Civil tiene en plantilla a alguna vidente?", se pregunta a los jueces. Agravó la salud de su padre Con todo, el aspecto más duro de la historia hace referencia a Miguel Ángel, el padre de Sergio. El escrito refleja que "de forma paralela al desarrollo de la investigación contra Sergio, su padre ingresa el 5 de febrero de 2020 en el hospital de Guadalajara". El asesino o asesinos de Miriam siguen sueltos. Seis años después del crimen, la Guardia Civil sigue buscando, con un nuevo jefe al frente de la investigación, a los responsables Su padre enfermó gravemente al poco de salir su hijo de la cárcel. "Es manifiestamente objetivo que la íntima relación paterno filial y el sometimiento a un proceso criminal de semejante entidad como la acaecida es necesariamente una causa agravatoria de la salud mental y física, consecuencia de un repentino deterioro por el cuadro de estrés y ansiedad ante lo vivido que culminaron con su fallecimiento", sostiene el escrito de reclamación. Todo el proceso y las acusaciones contra su hijo agravaron su situación y generaron en el padre un "factor potenciador". El hombre conoció el auto que dejaba libre definitivamente a su hijo ya ingresado en cuidados paliativos. 18 días después, murió de cáncer. Tenía 64 años. Sergio y su familia piden justicia. La misma que llevan esperando la víctima, Miriam Vallejo, y su familia desde aquel mes de enero de 2019 en que mataron a la chica. La Guardia Civil sigue buscando, ahora con un nuevo responsable dirigendo la investigación, a su asesino o asesinos.
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