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» Diario Cordoba
Fecha: 30/11/2025 22:34
El Córdoba CF continúa instalado en un territorio incierto en este último arreón del año (1-2). El derbi ante el Cádiz retrató de nuevo esa versión irregular: buen arranque, momentos de control y, de repente, una desconexión que costó dos goles y un partido cuesta arriba desde el minuto 50. El tanto de Dalisson devolvió algo de vida, pero la receta se truncó a ritmo de ausencias. Sin claridad, sin determinación, sin recursos y tampoco muchas ideas para completar una remontada que, de acariciarse, fue más por fe que por propuesta. Y es que con el paso de los minutos, se impuso la sensación de un bloque espeso, previsible, sin la chispa de semanas atrás y al que la segunda unidad no le dio el impulso esperado. El resultado final deja una certeza inquietante: segunda derrota en tres partidos en El Arcángel y un plan que requerirá algo de viraje para frenar la deriva tras un mes sin victorias. Ya en materia, tocaba tirar de inventiva para remozar el once ante el aluvión de bajas -de carácter variado, entre sanciones y lesiones-, y Ania apostó por la naturalidad y algunos ligeros retoques. Entre defensa y portería no hubo cambios, con continuidad para Iker Álvarez, Carlos Isaac, Álex Martín, Xavi Sintes y Albarrán, respectivamente. Sí comenzó a moverse el esquema desde la sala de máquinas, ante la baja de Requena. Apostó el asturiano por Pedro Ortiz -que no aparecía por el once desde la jornada 7- para suplir al granadino, con Isma Ruiz como socio. Por primera vez en la mediapunta, además, el elegido fue Adilson, dejando su lugar en banda a Kevin Medina, otra de las novedades, y la derecha quedando a cargo de Jacobo González. En punta, sin debates: Adrián Fuentes. Con otro arsenal saltó Gaizka Garitano, que se dejó a los exblanquiverdes Jorge Moreno y Diarra en la caseta, sin Suso ni Ontiveros, pero dio vuelo a nombres propios como Roger Martí, Brian Ocampo u Ortuño. Mucha intención, poco acierto Eso sí, la primera ocasión del derbi nació en las botas de Pedro Ortiz, tras una combinación precisa con Jacobo que lo dejó perfilado para el disparo en la frontal. El balear no se lo pensó: ajustó el chut raso y obligó a Víctor Aznar a una intervención poco ortodoxa. Casi acto seguido, la réplica cadista llegó por el costado izquierdo, en un esprint entre Roger Martí e Isma Ruiz que se llevó el granadino. El duelo siguió subiendo de temperatura -solo figurada-, cuando un forcejeo entre Albarrán e Iza Carcelén, apenas rebasados los diez primeros minutos de juego, terminó con el lateral amarillo deslizándose hasta los banquillos locales, y encendiendo el ambiente… Superado el sobresalto inicial, el balón se había teñido de blanquiverde. El Cádiz, mientras tanto, amenazaba en las transiciones. Dawda, hiperactivo, obligó a Carlos Isaac a un cruce clave para evitar su disparo desde el perfil derecho, mientras que un error de Jacobo en la salida habilitó a Brian Ocampo, cuyo intento tras un eslalon fue abortado por Iker Álvarez. Y en la portería contraria, Ortiz repitió fórmula: otro golpeo desde la frontal para volver a medir los reflejos de Aznar. El partido pedía más claridad en los metros finales, pero el ritmo comenzaba a enfriarse. Un centro preciso de Medina al segundo palo estuvo a punto de coronar a Adrián Fuentes, que no llegó por centímetros al remate. También probó fortuna Dalisson, tras un pase magistral de Ortiz entre líneas que el brasileño envió demasiado alto. En mitad de la noche, el Córdoba CF empezaba a carburar: Medina ganaba su duelo a Iza, Ortiz ejercía de timonel y Dalisson estaba encontrando espacios entre la defensa y el mediocampo cadista. Otra acometida de Ortiz, más escorada pero igual de peligrosa, volvió a comprometer a Aznar pasada la media hora. Carlos Isaac y Pedro Ortiz, durante un lance del encuentro. / Manuel Murillo El que no terminaba de enchufarse era Jacobo desde el flanco derecho. Bien vigilado andaba el madrileño, que estaba topando con Climent. En el lado contrario, De la Rosa también buscaba las cosquillas a un Carlos Albarrán algo errático, pero bien apoyado por Sintes. Precisamente el de Mahón, con Álex Martín, estaba secando las acometidas de Roger. Pero perdía chispa el asunto con el avance del reloj. Se asomó tímidamente el cuadro de Gaizka Garitano encarrilado el primer acto, aunque sin ideas ni tiempo. Jugaron con los tiempos los departamentales y el receso llegó tal como y comenzó la cita: igualada, sin goles y con toda la tela por cortarse. Doble golpe temprano El segundo tiempo arrancó con un mazazo difícil de digerir. Una acción mal ajustada por el perfil izquierdo de la zaga blanquiverde terminó en un centro bombeado al área que Roger prolongó para dejar servido el cabezazo de De la Rosa, completamente solo en el segundo palo, para inaugurar el derbi. De hecho, el Cádiz quería más y, al instante, tras una irrupción de Fuentes en el área cordobesa, volvió a merodear el gol a través de Ocampo. Había salido mandón el conjunto de Garitano, encontrando espacios y castigando a un Córdoba CF adormilado tras el paso por vestuarios. Los avisos cadistas no tardaron en convertirse en sentencia apenas reanudado el pleito. Una conducción en solitario de Moussa -sin oposición hasta plantarse en la frontal- desembocó en un zapatazo directo del maliense a la escuadra, lejos del alcance de Iker Álvarez. En tan solo diez minutos del segundo acto, los de Ania se veían dos goles por debajo. Si bien, el escenario duró un suspiro: en la acción posterior, una carrera de Carlos Isaac por el costado derecho terminó en centro raso que Dalisson mandó a guardar cerca del corazón del área, reduciendo nuevamente la diferencia. El tanto del hispano-brasileño espoleó a los cordobeses e Iván Ania decidió poner toda la carne en el asador. Entraron Guardiola y Alcedo; se marcharon Dalisson y Albarrán. Cambio de dibujo, dos referencias arriba y El Arcángel enchufándose poco a poco después del golpe inicial. También tuvo que abandonar el césped Kovacevic, lesionado, para dejar su sitio al exblanquiverde Jorge Moreno. Entre tanto, Aznar evitó lo que habría sido la primera diana del curso para Guardiola: el manacorí se la guisó por insistencia en el perfil izquierdo y soltó un latigazo que el meta visitante desvió con apuros. Una acción a balón parado durante el Córdoba CF-Cádiz. / Manuel Murillo Insistía también Ania en esa propuesta de doble delantero y, llegado el último cuarto de hora, redobló la apuesta con la entrada de Obolskii -inédito en Liga desde la segunda jornada-. Pero para entonces la efervescencia del gol ya se había apagado. Costaba horrores progresar en los locales y los cadistas ya buscaban la puntilla al contraataque... Faltaban claridad, inspiración e ideas, mientras el reloj corría a un ritmo endiablado. Theo Zidane fue la última bala del técnico asturiano, en busca de recuperar algo de fluidez en una medular cada vez más testimonial tras el doble zarpazo. Entre idas y venidas, incluso pareció rozarse la épica en el descuento. Una acción embarrada dentro del área amarilla acabó con el remate de Obolskii al fondo de la red, aunque la jugada quedó invalidada por falta previa. Y con esa última tentativa, y poco más de un Córdoba CF que terminó exhausto por su voluntad, pero corto de ideas, se cerró el derbi. Con él, cayó la segunda derrota en apenas tres jornadas para uno bloque que no saborea la victoria desde hace ya un mes de competición. Con lo que ello implica.
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