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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 30/11/2025 22:30
La idea de que un club histórico como Ferrocarril decidiera apostar por el carnaval parecía un sueño que siempre quedaba en pausa, hasta que finalmente encontró el impulso necesario: una comparsa propia, integrada exclusivamente por niños de 4 a 14 años. Con la apertura oficial de Ferro Berá, el proyecto tomó forma y empezó a mover la energía del club hacia un costado más cultural, más comunitario y, sobre todo, más identitario. Para conocer de cerca cómo nació esta iniciativa, cómo se está organizando y qué representa para la institución, Despertar Entrerriano conversó con Guillermina Paiva, directora, coreógrafa y responsable general de la comparsa, quien aportó una mirada llena de emoción, pertenencia y experiencia sobre esta nueva apuesta. Así nace Ferro Berá: identidad, brillo y pertenencia El nombre Ferro Berá también tiene su historia propia. Guillermina relató que fue una búsqueda compartida entre el presidente, el vice, la secretaria y ella misma. En esa ronda, surgió la idea de mirar hacia el norte, donde las comparsas llevan nombres que evocan brillo, identidad y tradición. “Berá es lo que brilla”, explicó. Y la unión con Ferro terminó de sellar ese concepto. Pueden sumarse tanto niños del club como de afuera, con la condición de asociarse para formar parte. El rango de edad va desde los 4 hasta los 14 años, siguiendo la estructura tradicional de Pequeños Duendes. La directora remarcó que el objetivo es generar sentido de pertenencia y ampliar la comunidad del club, abriendo las puertas para que más chicos vivan la experiencia del carnaval desde un espacio cuidado y organizado. En solo dos semanas de ensayos ya cuentan con alrededor de diez integrantes más una batería en formación, que será uno de los pilares de la propuesta. “Vamos a apuntar a tener 30 ritmistas y una comparsa de 60 integrantes”, adelantó. La comparsa debutará con una temática profundamente institucional, pensada como homenaje al propio club. “Está basada exclusivamente en lo que es el ferrocarril, llegando el Ferro a Concordia, y en cada estación un deporte”, explicó. La propuesta mezcla pasado y presente, parte histórica y parte deportiva, lo tradicional de los conductores del tren con lo colorido y artístico del carnaval, sumando incluso al patín artístico del club. Ensayos, organización y el gran objetivo: un debut sólido en febrero En relación a la organización interna, los ensayos se realizan durante los martes y jueves a las 20.30 en los espacios abiertos del club. La directora destacó que todo lo relacionado a inscripciones puede hacerse tanto por redes como presencialmente, y que la secretaria, Guada, es una pieza clave en ese proceso. También adelantó que la batería estará comenzando a organizarse formalmente en los próximos días, cuando los instrumentos de primera calidad lleguen al club para dar inicio a las prácticas. “La batería es el corazón de cada comparsa”, remarcó, y confesó que no ve la hora de escucharla sonar frente a la hinchada azul y blanca. Uno de los puntos que Guillermina quiso remarcar con especial énfasis es el cuidado del contexto infantil. Allí se detuvo con firmeza y claridad: “Es un contexto de niños. Cuidamos mucho la parte del vestuario, calzado, las uñas, las pestañas… hay cosas que por ahí no entran en el contexto”. Explicó que hay criterios que respetan la estructura de Pequeños Duendes y que Ferro Berá seguirá esa línea con trajes acordes, prolijos, elegantes y apropiados para cada edad. Un proyecto que nació entre ganas, historia y una oportunidad concreta Para Guillermina, que cuenta con treinta años dentro del Carnaval de Concordia, formar y dirigir una comparsa infantil del club que la vio crecer la toca de cerca: “Para mí es muy importante trabajar y ser remunerada de algo que es mi pasión desde chiquita”, afirmó. La idea de una comparsa surgió hace años dentro del club, pero quedaba siempre en suspenso. Este año, algo cambió: las ganas coincidieron con las personas adecuadas. La propuesta tomó fuerza cuando Guillermo Harris, colaborador del club, sugirió convocarla. Ella recuerda esa conversación con ternura porque ahí se encendió la chispa definitiva: una idea largamente postergada empezó a caminar con pasos firmes. Desde ese momento, la logística quedó a cargo de Ferro y toda la parte ideológica, artística y temática recayó en Guillermina, quien aclaró que trabaja en constante diálogo con las autoridades del club, respetando siempre la identidad de la institución. Al final de la charla, Guillermina agradeció al club y a todo el equipo por confiar en su trayectoria y en su forma de trabajar. Confesó que espera estar a la altura porque el carnaval es su vida, su identidad y su mayor pasión. “Una comparsa de niños siempre va a ser el futuro del carnaval”, dijo, dejando una frase que resume el espíritu con el que impulsa este proyecto: formar, acompañar y guiar a las nuevas generaciones desde el respeto, el arte y la pertenencia. Fuente: Despertar Entrerriano
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