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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 29/11/2025 15:45
San Antonio de Padua de la Concordia es el nombre original de la ciudad fundada a orillas del majestuoso río Uruguay, hoy reconocida como la Capital Nacional de la Citricultura. Su historia se entrelaza con las huellas profundas de los pueblos originarios que habitaron la región mucho antes de su fundación formal. Los primeros habitantes: charrúas y guaraníes Hace aproximadamente 500 años, distintos pueblos aborígenes llegaron a esta zona desde el norte. Entre ellos destacaban las parcialidades charrúas y guaraníes, que dejaron una marca imborrable en el territorio. Los charrúas, que ocupaban gran parte de lo que hoy es Uruguay y, hacia el siglo XVII, vastos sectores de Entre Ríos, se dividían en tres grupos: charrúas propiamente dichos, guinanes y bohanes. Eran personas altas y robustas, dedicadas principalmente a la caza de venados y ñandúes; mientras que en la zona del litoral practicaban también la pesca utilizando largas canoas. Entre sus herramientas destacaban las boleadoras, de dos o tres bolas, y más tarde, con la llegada del caballo, incorporaron largas lanzas para la caza y la defensa. Sus viviendas eran muy particulares: estructuras simples de cuatro estacas formando un cuadrado abierto al frente y sin techo, con paredes hechas de esteras de juncos colgadas de travesaños. Ya en el siglo XVII comenzaron a construir chozas con ramas arqueadas y cubiertas con cueros, y su cama consistía únicamente en un cuero extendido sobre el suelo. Los primeros asentamientos coloniales Los antecedentes históricos de Concordia se remontan al siglo XVIII, cuando el Maestro de Campo Francisco García Piedrabuena recorrió la región desde el arroyo Mocoretá hasta el paraje donde se fundaría la ciudad, al frente de una expedición militar que había partido desde Yapeyú y que llegó incluso a los rincones de Gualeguaychú. En 1718, otros grupos provenientes de Yapeyú fundaron el pueblo de Mandisoví, ubicado a tres leguas del Uruguay. Según el investigador Antonio P. Castro, al estudiar los mapas del Padre Furlong Cardiff, aparece mencionado un paradero denominado “Ytú”, existente al menos desde 1722, tal vez incluso antes. La zona de El Salto funcionaba únicamente como paso obligado para salvar los obstáculos del Salto Grande y el Salto Chico. Su establecimiento definitivo se dio por la necesidad de contar con un puesto permanente que controlara el tránsito. Fue entonces cuando los jesuitas levantaron un oratorio dedicado a San Antonio de Padua y designaron una pequeña guarnición de indígenas misioneros para proteger el tráfico regional. Allí puede rastrearse el origen de la actual Concordia. Tras la expulsión de los jesuitas, la región quedó relegada durante un tiempo, hasta que volvió a tomar protagonismo con el Éxodo Oriental impulsado por el general José Artigas entre 1811 y 1812. La disputa por la fecha de fundación Entre diferentes versiones históricas, se considera al 29 de noviembre de 1831 como fecha oficial de fundación, de acuerdo con un decreto de la Asamblea General reunida en Paraná. Sin embargo, otros historiadores sostienen que la verdadera fundación ocurrió el 6 de febrero de 1832. Esta dualidad refleja la complejidad de los procesos de organización territorial en aquellos años. El ferrocarril y la transformación regional Un capítulo fundamental en el desarrollo de Concordia fue la construcción de la línea ferroviaria entre Concordia y Federal. El proyecto, iniciado en 1909, atravesó décadas de debates, postergaciones y desafíos, hasta concretarse finalmente en 1930. Su puesta en funcionamiento marcó un antes y un después: impulsó el crecimiento económico, permitió la expansión poblacional y favoreció la creación de localidades a lo largo de su trazado.
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