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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 29/11/2025 01:00
Esta tarde, amigos y familiares de Elías Benítez se juntaron en el Puente Méndez Casariego para reclamar respuestas certeras a la Justicia. La investigación de la madre y el convencimiento que Elías fue asesinado. Esta tarde, Gladys y los hermanos menores de Elías Benítez volvieron a manifestarse en Gualeguaychú al cumplirse un año de la muerte. Su madre reclama avances en la causa y en diálogo con R2820 sostuvo que “no voy a callar, quiero que paguen por lo que hicieron” y pidió que se investigue lo que sostiene desde el primer día: que su hijo fue asesinado. La mujer denuncia falta de acción judicial, encubrimientos y presiones, y asegura que las pruebas descartan la hipótesis de suicidio. Gladys afirma que desde la desaparición de su hijo enfrentó trabas para conocer la verdad: “Desde el primer momento quisieron tapar lo que pasó. Yo hice sola toda la investigación porque la justicia nunca trabajó como debía”. Según relató, la segunda autopsia que recibió recientemente refuerza sus sospechas. El informe indica que Elías presentó hemorragias compatibles con golpes en la cabeza y signos de haber sido arrojado al agua aún con vida. “Hasta el último momento trató de vivir. No tenía fractura de cráneo, pero sí un derrame que comprometió todos sus órganos. Él sabía nadar; no podía hacerlo porque lo dejaron deshecho a golpes”, expresó. Gladys insiste en que existen registros de cámaras y videos aportados por familiares que muestran que Elías fue perseguido en moto por un grupo de jóvenes. Asegura que allí se ve el recorrido de su hijo y el lugar donde luego fue arrojado al agua. “Las pruebas están. La bicicleta apareció escondida a 500 metros, siete meses después. En las imágenes se distingue a uno de los implicados en el mismo horario en que entra a trabajar. Todo coincide”, detalló. Un conflicto previo y una denuncia ignorada La mujer recuerda que días antes de su muerte, Elías denunció que un policía motorizado, le había sustraído 5.000 pesos durante una requisa en la Plaza Urquiza, frente a la Municipalidad. “Lo llevé a fiscalía, hicimos la denuncia y la publiqué en redes. Ese policía tiene muchísimas denuncias por abuso de poder, pero nunca se lo investigó”, señaló. Gladys sostiene que tras esa denuncia comenzó un hostigamiento contra su hijo y acusa a un grupo de jóvenes —presuntamente vinculados al policía— de haberlo golpeado y arrojado al agua. “Todo empezó por esos 5.000 pesos. Estos chicos estaban drogados. Cuatro le pegaron, y uno de ellos, junto a su padre que trabaja en el Parque Unzué, fue quien lo tiró al agua. A ninguno los detuvieron”, afirmó. La madre también denuncia que detrás del encubrimiento habría una red mayor: “Hay cosas más graves. Esta gente está metida con el narcotráfico, por eso la policía los cubre tanto. Mover esta causa es como mover un avispero”. Autopsias contradictorias y un año sin respuestas La primera autopsia señalaba “asfixia mecánica sin intervención de terceros”. Pero para Gladys, ese informe estuvo incompleto y mal hecho. Con la segunda autopsia, dice, se confirma que Elías no tenía agua en los pulmones, sino barro en la tráquea y en el estómago, algo que indicaría que intentó respirar en el agua tras ser arrojado. También denuncia que, debido al tiempo de permanencia del cuerpo en el agua —35 horas— y al deterioro, “no se preservaron bien las pruebas”. Sobre su relación con el abogado Fabián Otarran, explicó que en el último tiempo no hubo avances ni comunicaciones. “Siento que quieren dejar la causa de mi hijo en el olvido”, lamentó. Gladys busca exigir que la causa prospere y que los implicados enfrenten un juicio por homicidio. “Son siete personas. Cuatro lo golpearon y uno con el padre lo tiró al agua. Yo quiero que paguen, que tengan cadena perpetua. No voy a descansar hasta que haya justicia”, sostuvo. La mujer afirma que continúa adelante por la memoria de su hijo: “Soy la voz de Elías. A mí me van a callar muerta. No les tengo miedo. Cada vez que vengo a la ciudad me los cruzo como si nada hubiera pasado. Es un dolor enorme, pero Dios me da fuerzas. No voy a bajar los brazos”. El caso que sigue sin respuestas Elías tenía 20 años y toda una vida por delante. Nacido en Posadas, Misiones, había llegado a Pueblo General Belgrano a los 6 años junto a su familia, buscando mejores oportunidades. Era el segundo de cuatro hermanos, trabajaba en changas y como ayudante de albañil, y su gran pasión era la música: el rap y el trap bajo el nombre artístico "Issi". La última vez que su familia lo vio con vida fue el miércoles 27 de noviembre de 2024, después de una tormenta. Salió en bicicleta hacia Gualeguaychú para visitar a un amigo. Les confesó que tenía miedo: durante un evento de autos tuneados la semana anterior, otros jóvenes lo habían agredido a él y a una amiga. Lo que sucedió después sigue siendo un misterio doloroso. En la madrugada del jueves 28, a las 4:43, Elías tuvo su última conexión de celular. Un vecino del complejo de departamentos donde vivía en el barrio Tiro Federal escuchó algo estremecedor: alguien golpeaba su puerta desesperado gritando "abrime que me quieren matar". Dos días después, su cuerpo apareció flotando en el río, frente a la playa Solar del Este. Su rostro estaba desfigurado. Su mamá, Gladis Pereyra, lo reconoció por sus manos, sus pies y un tatuaje en el omóplato. Tenía una herida profunda en la nuca. El tiempo ha pasado, pero las respuestas no llegan. Florencia Escobar, hermana de Elías, ha sido contundente en sus críticas al manejo de la investigación. "Han pasado muchos meses y todavía no está el resultado de la primera pericia al cuerpo y tampoco los de la segunda autopsia", denunció en mayo pasado. La familia reclama que se les ha ocultado evidencia y que el fiscal Jorge Gutiérrez ha manejado "conjeturas totalmente cuestionables". Hasta el momento, la Justicia no encontró vínculo entre las personas sospechadas por la familia como autores de un supuesto crimen. Por el contrario, las evidencias abonan la hipótesis del suicidio por problemas de consumo de sustancias. "Un suicidio o un accidente no deja las lesiones que tenía mi hermano", insiste Florencia. La familia sostiene que Elías fue asesinado y señala a tres sospechosos que denunciaron desde el primer momento. Incluso mencionan que cámaras de seguridad captaron el auto del padre de los acusados en la zona y en el horario del hecho.
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