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Colon » El Entre Rios
Fecha: 27/11/2025 10:30
¿Qué dijo el ministro de Ambiente? Viabilidad ambiental Quirno y su “nunca más” Olivera y la “preocupación superlativa” Uso del agua Una semana después de la primera reunión entre los cancilleres de Uruguay y Argentina, Mario Lubetkin y Pablo Quirno, respectivamente, este miércoles hubo un nuevo encuentro en Uruguay, en el Palacio Santos, que tuvo como tema principal la propuesta de la empresa chilena HIF Global de instalar una planta de combustibles sintéticos en Paysandú.Por esta razón, diversas organizaciones sociales y ambientales de ese país (entre ellas, la Confederación General del Trabajo) enviaron una carta a Lubetkin y al ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, en la que solicitan que las carteras declinen la ubicación de la planta y criticaron que la empresa haya realizado los estudios de viabilidad ambiental sobre “cambio de paisaje, visuales, así como los riesgos de todo tipo de contaminación”, después de definir la ubicación, y no antes.Además de los ministros de Relaciones Exteriores, a la reunión de este miércoles también asistieron Ortuño; la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona; la vicecanciller Valeria Csukasi, y el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera. La delegación argentina estuvo integrada por el gobernador de la provincia de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; el intendente de Colón, José Luis Walser; el subsecretario de Asuntos de Política Exterior, Juan Navarro; la directora de América del Sur, Natalia Gunski, y el embajador de Argentina, Alan Bereaud.Luego de dos horas de reunión, Lubetkin destacó, en diálogo con la prensa, que fue “un excelente encuentro”, en el que pudieron “trabajar intensamente” sobre varios temas, pero sobre todo en lo que tiene que ver con la propuesta de construcción de la planta.Señaló que, en el encuentro de “alto nivel”, evaluaron el “proceso de análisis” sobre la planta de hidrógeno verde, y que la delegación argentina hizo “una serie de reflexiones y de planteos” con el objetivo de “ir a un proceso que inicia ahora”, que “va a ser largo” y “va a tener un mecanismo muy fluido y de consultas permanente”.En ese sentido, afirmó que “el desarrollo de Uruguay no va a ir en contra del desarrollo de Argentina” ni viceversa, y que el diálogo que se dio “es para potenciar de los dos lados” las economías de ambos países.Consultado acerca de los planteos realizados por los argentinos, el canciller dijo que en realidad no fueron planteos, sino que se trató de “una serie de reflexiones con relación a los términos técnicos del estudio ambiental, a los términos de desarrollo”.El viernes, el Ministerio de Ambiente (MA) otorgó la viabilidad ambiental de localización a la planta, y fue clasificada como C, que abarca aquellos “proyectos de actividades, construcciones u obras, cuya ejecución pueda producir impactos ambientales negativos significativos, se encuentren o no previstas medidas de prevención y mitigación”.En el comunicado conjunto entre ambas cancillerías apuntaron que con este certificado se dio inicio al “procedimiento de evaluación del proyecto, de conformidad a lo previsto por la normativa nacional y a las fases establecidas en el proceso que deberá cumplir el inversor privado para su admisibilidad”.De esa forma, continúa la misiva, las autoridades uruguayas “tomaron con atención” las consideraciones hechas por la delegación argentina, “en especial las relacionadas con la localización y la correspondiente ‘contaminación visual’”, que “serán incorporadas en la actual fase de análisis”.Por su parte, Quirno dijo que Uruguay “está empezando a desandar un proceso de análisis” y que desde el gobierno argentino se está “respetando ese ejercicio legal que tiene Uruguay para analizar las inversiones que se hacen no sólo en Uruguay, sino también en la afectación que producen en Argentina”.El canciller afirmó que Argentina “quiere que a Uruguay le vaya espectacularmente bien”, así como “Uruguay quiere que a Argentina le vaya espectacularmente bien”. “El río Uruguay nos une, no nos separa, no nos puede separar, y para lo que trabajamos es para que este diálogo sea cada vez más constructivo, que sea cada vez más positivo, para que nos beneficie”, resaltó.En ese sentido, al ser consultado sobre si Argentina se opone a la inversión, Quirno dijo que no y sostuvo que “si hay algo” a lo que el gobierno argentino “no se va a oponer nunca es a inversión”, ya que ambos países, indicó, “necesitan inversión para crecer”.Por último, acerca de si se podría dar una situación similar a cuando se desató un conflicto entre los entonces presidentes Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner por la instalación de la planta de celulosa Botnia, actual UPM, Quirno aseguró que van a “tratar siempre” de calmar lo que sucede, ya que lo que se está buscando “es el desarrollo de nuestros países”. “Argentina y Uruguay no tienen que pasar por esa situación nunca más en la historia”, afirmó.El intendente de Paysandú dijo que la reunión fue “muy fructífera” y que los cancilleres la “llevaron con buena solvencia”. Relató que existe “una preocupación superlativa que es en función de la localización, de cómo puede afectar sobre todo la parte visual a Colón, que puede haber una afectación en lo que tiene que ver con su horizonte”.“Lo que queda abierto ahora es un proceso de trabajo en el que se sincera todo”, apuntó, y recordó que ahora el MA “está elaborando los términos de referencia” en los que incluirá “esta preocupación para que la empresa pueda salvar la situación y que no haya ninguna comunidad afectada”. “Esa sería la conclusión de la reunión, todo alineado a que esto no genere impacto, y que sólo sea positivo el impacto”.En setiembre, de acuerdo a la comunicación y viabilidad ambiental presentada por HIF Global al MA para producir combustibles sintéticos, será necesaria la captura de agua de 1.557 metros cúbicos por hora, que equivale a la cantidad de agua que consumen entre 78 y 155 familias en un mes, tomando como referencia datos de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua que indican que una familia tipo integrada por cuatro personas consume entre 10 y 20 metros cúbicos por mes.Consultado sobre esto y el impacto ambiental que pueda tener, Olivera dijo que, de acuerdo a los datos que él tiene, los parámetros “son ínfimos con respecto al caudal del río Uruguay”, por lo que, a su juicio, “no va por ahí” el impacto “que se está planteando”.A su vez, apuntó que parte de la base de que “no sirve” que una inversión, “por más grande que sea”, “no vaya de la mano con el cuidado del medioambiente”. Agregó que lo que se va a producir en la planta tiene “un destino” y “un mercado distinto” que, si la empresa genera “alguna alteración o afectación al medioambiente”, la “deslegitima” para poder vender el producto. “Los principales interesados son la propia empresa, que tendrá que contar con certificaciones que le permitan después no tener mercados vetados, que son los mercados que demandan este producto, que va a ser combustible sintético”.En ese sentido, afirmó que tiene confianza en el Estado uruguayo, “que ha sido coherente con las exigencias medioambientales”. “Uruguay es un país exigente y serio, entonces yo creo que no va a haber condescendencia con nadie por más grande que sea la inversión”, planteó.Olivera dijo que defiende la inversión, que esta sea en Paysandú y que se pueda concretar, ya que considera que “es algo bueno para el país” y para el departamento.
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